Dibujado por Jorge González
“Era un libro que me había gustado cuando lo leí en su momento con veintitantos años, y leerlo ahora, con 44 años, es otra cosa. Pero esta obra ha sobrevivido muy bien. Hay muchas lecturas que son muy peligrosas. Este es un libro que como Freud, Nietzsche u otros autores son, por decirlo de alguna manera, muy potentes, radicales y te golpean. A una determinada edad te dejan” explica el ilustrador.
Jorge González, ilustrador porteño afincado en España galardonado con el Premio Tiza 2010 del Salón Internacional de Cómic de Navarra, el Premio Junceda Iberia 2009 y el Premio Internacional Novela Gráfica FNAC-Sins Entido 2008.
La novela corta Memorias del Subsuelo, publicada originalmente en 1894, se divide en dos partes, lo cual, implicó dos procesos creativos diferentes para su ilustración: “Es como tener dos conversaciones. Hablas con alguien y lo haces de cierta manera, mientras que cuando lo haces con otra persona, todo cambia. Me parecía que el libro, si bien tiene dos partes que están asociadas, son dos maneras de hablar. Una es la manera con la que nos hablamos a nosotros mismos; hay personas que lo hacen de una manera más descarnada, mientras que otras además de ser descarnadas y honestas, son capaces de hilar con oraciones este diálogo interno. Este libro es de una precisión terrible. Se cuenta nuestro decir y contradecir permanente. Eso es lo asombroso. Es como si fuera la mente que todos hemos tenido siempre, pero es la primera vez que está puesta encima de la mesa de esa manera”.
En la primera parte, se nos presenta el diálogo interior de un personaje del que poco más conocemos más allá de su profesión: “Se trata de una parte mucho más interior, más introspectiva; un diálogo muy cerebral con uno mismo, algo que me parecía muy difícil ilustrar. No le veía tampoco mucho sentido a hacerlo. Por eso decidí leer esta parte varias veces, un capítulo cada mañana y dibujar lo que a mí me parecía, de acuerdo a cómo me relacionaba con lo leído. Trataba de dibujar un poco no solo lo que a él le pasaba, sino lo que a a mi me sucedía también”.
En la segunda se nos ofrece el relato de las tribulaciones de juventud de este mismo personaje, que ya para entonces se nos esboza como inseguro, misántropo, vengativo e incluso sádico: “Esta parte es un poco más fácil porque hay interacción con otros personajes, otros ambientes... Me pareció que era un ilustrado un poco más convencional. Elegí la parte que más me gustaba de cada capítulo y lo ilustré un poco a mi manera, tratando en algunos momentos buscar una situación más poética, no tan literal”.
El resultado final de esta colaboración entre la editorial mexicana y el ilustrador argentino es una cuidada edición que invita tanto a nuevos como experimentados lectores a redescubrir un clásico de la literatura rusa: “Imagino que hay libros que hay que leer cada cierto tiempo. Hay otros que me parecen algo difíciles de leer ahora, por la manera de entender el tiempo o las preocupaciones y necesidades. Sin embargo este libro de Dostoievski trata del ser humanos de siempre o por lo menos, del que conocemos. Parece que es un libro escrito ahora”, concluye Jorge González.
Lea más: Un paseo por San Petersburgo de la mano de Dostoievski>>>
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: