“El Facebook y la Coca-Cola son mi religión”

El arte contemporáneo ruso reformula el sistema de valores de la sociedad occidental y sus marcas dominantes. Los artistas hablan en tono irónico de la apropiación por parte de la cultura de masas de los símbolos ideológicos, históricos y religiosos, así como del reemplazo de los valores más auténticos por otros nuevos más capitalistas. RBTH ha escogido varios proyectos interesantes en los que los artistas repiensan la realidad del mundo actual.

Fuente: servicio de prensa

Coca-Cola, sponsor del comunismo

Aleksander Kosolápov combina en sus lienzos imágenes pertenecientes a dos sistemas ideológicos distintos: el capitalista y el comunista.  En una de sus pinturas, Coca-Cola comparte el lienzo con un retrato de Lenin y la frase it’s the real thing (“esto es lo real”). Esta obra resultó ser tan provocativa que la compañía acabó demandando al artista por utilizar su marca, alegando también que al mirar esta obra se puede llegar a la conclusión de que Coca-Cola hace promoción del comunismo.

Una reacción similar han provocado otras de sus obras. En un cuadro de Kosolápov comparten el espacio la típica representación de Jesucristo, Macdonald’s y Coca-Cola. Este díptico se titula This is my blood – this is my body” (Esta es mi sangre, este es mi cuerpo). El proyecto titulado El Ángel del colesterol consiste en una escultura de un hombre moderno en una postura similar a la del Cristo crucificado. Las alas del ángel son una enorme letra M, el símbolo de la popular red de restaurantes de comida rápida. Otra de sus obras, que en esta ocasión representa una marca rusa, está compuesta por caviar negro en el marco de un icono, fue retirada de la Galería Tretiakov por exigencias de unos activistas ortodoxos. El propio Kosolápov asegura que esta obra no es más que una respuesta a Andy Warhol, quien escribió que la democracia proviene de la sociedad del consumo.

Los 10 mandamientos de Facebook

Fuente: servicio de prensa

Los jóvenes artistas del grupo Recycle también hacen referencias a símbolos sacros. Su proyecto Paradise network trata sobre la red social Facebook. Para ellos esta red social mundial no es solamente un medio de comunicación, sino una nueva clase social con valores e ideales, tradiciones y rituales propios, con su propia religión.

“¿Qué quedará de nuestra época para la historia? – se preguntan los artistas. – Nuestra época se distinguirá de las demás por el hecho de que vivimos no sólo en el tiempo real, sino también en el espacio virtual”.

Los datos que se han creado en este mundo no desaparecerán, la gente seguirá viviendo en sus páginas web incluso cuando abandonen el mundo real. Una gran letra F, parecida a una cruz, es el símbolo de la nueva religión.  Va acompañada de las tablas con los diez mandamientos modernos, análogos a las normas de las redes sociales.  Y es que si infringes las normas de uso de Facebook, tu página será bloqueada y, por tanto, te será velado el acceso a la vida eterna dentro de la red.

3G International

 

Fuente: servicio de prensa

Apple es una de las marcas sobre las que reflexionan los artistas del grupo Electroboutique. Su escultura iluminada 3G International hace varias referencias simultáneamente.

La escultura consiste en un iPhone gigante, enrollado a la manera del conocido “Monumento a la Tercera Internacional” de Vladímir Tatlin. Según explican los propios artistas, la obra de Tatlin es un icono de la vanguardia rusa, del mismo modo que el iPhone es el icono tecnológico de la actualidad. Hace un siglo, los vanguardistas inventaron el diseño para introducir el arte en la vida de las personas corrientes.

De naves industriales a museos

Hoy en día, muchas compañías aseguran que sus productos son en sí mismos una obra de arte. 3G International es la quintaesencia del diálogo entre el arte y el diseño. Por otra parte, la escultura remite a la Torre de Babel. “El iPhone es la encarnación de Babel en nuestros días, asegura Electroboutique. Es una mezcla de todas las lenguas, el acceso instantáneo a toda la información del mundo, el universo en el bolsillo. Este dispositivo crea en el usuario una ilusión de omnipotencia, construyendo una especie de Torre de Babel en su cabeza”.

Nueve automóviles en llamas

Fuente: servicio de prensa

Los artistas María Zaborovskaya y Andréi Liublinski se mueven entre el arte contemporáneo y el diseño. Su proyecto está inspirado por los acontecimientos que tuvieron lugar en Francia cuando los habitantes de los barrios árabes de París y otras ciudades comenzaron a saquear este próspero país europeo.

Uno de los métodos más eficaces de los manifestantes era incendiar y hacer explotar automóviles, considerados símbolo de la sociedad de consumo. Los artistas han creado nueve objetos con la forma de lujosos automóviles de juguete en llamas.

Cada uno de los nueve coches tiene el logotipo de alguna marca conocida mundialmente: Coca-Cola, Martini, Lacoste, McDonald’s, Heineken, Barbie, IKEA, Pepsi y Nike. Sin embargo, la forma sencilla de estos objetos, su laconismo e incluso su candor infantil, los ha convertido en emblemas, logotipos, en una especie de marca de un monstruoso acontecimiento.

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Yulia Vinográdova es crítica de arte.

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