La bebida más famosa de Rusia despierta tanto amor como odio. Fuente: Shutterstock
Empezaremos por definir qué es el auténtico vodka. Se puede considerar que tan solo se trata de una bebida producida a partir de alcohol de centeno o trigo de alta pureza (96-98 grados, a diferencia del whisky, que se hace con alcoholes bastante más débiles), diluida en agua de manantial o artesana en una proporción de 40/60, aunque se mide exclusivamente por peso, no por volumen.
Los expertos coinciden en que el verdadero vodka solo se produce en Europa del Este: en Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Polonia. Algunos también incluyen Finlandia en la lista, pero no hay consenso. Según la opinión de los verdaderos aficionados, el resto no entra en esta categoría, por muy caro que sea o por muy avanzadas que sean las tecnologías de producción. Amantes del Grey Goose o Absolut, no lo olviden.
La pregunta que surge es inmediata, ¿por qué solo Europa del Este? Nadie ha conseguido averiguarlo. Algunos se refieren al sabor particular de los cereales con los que se produce el alcohol, otros, a las extraordinarias propiedades del agua, pero hay disparidad de opiniones.
Lo que sí se ha confirmado jurídicamente es que el vodka es una invención rusa. Productores polacos trataron de patentar la palabra 'vodka' como una marca registrada, alegando que había aparecido por primera vez en el territorio de la Polonia actual.
Pero el gastrónomo e historiador ruso William Pojliobkin (1923-2000) demostró documentalmente que la primacía le pertenece a Rusia, y el Tribunal Internacional admitió que estaba en lo cierto. A propósito, Pojliobkin tuvo un extraño final: fue hallado muerto en su propio piso. Se descubrieron en su cuerpo 11 heridas provocadas con algo parecido a una enorme jeringa. Parece que el arma homicida estaba llena de vodka aunque nunca se encontró a los asesinos.
Cabe beber a la memoria de William Valentínovich con “una copita amarga”, tal como los rusos lo llaman afectuosamente.
El vodka se bebe muy frío, hay que dejaro al menos una hora en el congelador. Entonces se vuelve espeso, casi como la glicerina. Lo más importante es que nunca hay que echarle hielo. Se bebe en vasos especiales, que también han sido enfriados. Los más habituales son los stopok (de 50 ml) y los lafitnikov (de 70 ml).
Con la mano izquierda se toma un tenedor con algún tentempié tradicional –una seta salada o un pepinillo- y con la derecha, el recipiente con el vodka helado… Hay que beber de un solo trago y comer inmediatamente después. En la boca queda un sabor amargo, el esófago arde, y de pronto la vida parece menos trágica. No en vano el vodka es una bebida ritual que se sirve sin cesar en los entierros. Aunque en las bodas también…
Cómo elegir un buen vodka ruso
1. Más caro no siempre significa mejor.
Pagando más de 20 dólares por una botella de vodka no estáis invirtiendo vuestro dinero en el contenido, sino en un embalaje de diseño y el trabajo de los especialistas en marketing y publicidad.
2. Tratad de preguntar a los autóctonos qué vodka se ha puesto a la venta recientemente. Un producto nuevo seguro que será de mayor calidad que otro que esté promocionado. Esto se debe a las particularidades de la producción: a la larga, los filtros de las columnas de destilación donde se produce el alcohol de consumo se ensucian. Una columna sucia debe cerrarse para pasar un mantenimiento preventivo, y eso, evidentemente, acarrea pérdidas. Por eso durante la producción se intenta hacer cuantas menos pausas mejor, lo que se acaba reflejándose en la calidad del vodka.
3. Los rusos nunca dicen “Na zdorovie” cuando beben vodka. Dicen varias cosas, pero el mejor brindis de todos es 'Poiéjali! (¡Vamos!), que es lo que dijo Gagarin cuando despegó hacia el espacio.
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