Aumentar el número de estudiantes extranjeros: asignatura pendiente de las universidades rusas

La Universidad Estatal de Moscú. Fuente: Lori / Legion Media

La Universidad Estatal de Moscú. Fuente: Lori / Legion Media

El director de la Agencia Federal rusa para la Comunidad de Estados Independientes, los Compatriotas en el Extranjero y la Cooperación Humanitaria Internacional (en ruso Rossotrúdnichestvo), Konstantín Kosachev, ha instado a Rusia a que invite a más estudiantes extranjeros. En una entrevista concedida al diario Vzgliad, ha explicado la razón por la que la Federación de Rusia está perdiendo la batalla por la opinión pública internacional.

¿Qué conclusiones ha sacado de lo ocurrido en Ucrania, cuya crisis política ha puesto de manifiesto el claro sentimiento antirruso de una parte de la población?

Los acontecimientos de Ucrania son una buena excusa para empezar a reflexionar, entre otras cosas, sobre el grado de eficiencia que ha tenido el uso por nuestra parte del poder blando. A mi entender, estos sucesos confirman que, hasta ahora, no hemos hecho un uso muy eficiente de dicho potencial. A consecuencia de esto, estamos empleando muchos más medios en compensar las carencias presentes en el ámbito de dicho poder. Y, sin embargo, se pueden alcanzar esos mismos objetivos con menos medios, siempre que estos se pongan en práctica de una manera oportuna y coordinada.

Como ejemplo, podemos acoger a más estudiantes extranjeros. ¿Para qué los invitan los estados? Hay dos respuestas posibles. En primer lugar, se puede invitar a los mejores estudiantes para formarles aquí y, después, ofrecerles un puesto de trabajo dentro del país. La segunda opción consiste en formarles aquí para que después, al regresar a su país, se conviertan en nuestros socios y aliados en el desarrollo de relaciones bilaterales. Yo soy un claro partidario de la segunda opción. 

Hace solo medio año, mucho antes de las intervenciones en Kiev, usted reconoció lo siguiente: “Se me parte el corazón cuando me dicen que solo cerca de 200 estudiantes de Ucrania reciben invitación para ocupar plazas universitarias de matrícula reducida en Rusia, mientras que a Polonia —el otro vecino de Ucrania— acuden unos 2.000 estudiantes ucranianos por la misma vía”. ¿Por qué prefieren los estudiantes trasladarse a Occidente?

La cuestión no reside en a dónde prefieren ir, sino en qué país les ofrece las condiciones más interesantes. En este sentido, nosotros aún estamos muy lejos de nuestros contrincantes a nivel geopolítico (en este caso Polonia, como vecina de Ucrania), y hablo tanto de la cantidad como de la calidad de la oferta.

En lo que se refiere a la cantidad, Rusia solo destina un total de 10.000 plazas de matrícula reducida para los estudiantes extranjeros de todo el mundo. A partir del año que viene, ya hay una disposición del gobierno para aumentar esta cuota hasta 15.000. Es una buena señal. Aunque sigue siendo insuficiente. En mi opinión, la cuota rusa debería ser mucho mayor.

En cuanto a la calidad, es decir, las condiciones en las que les invitamos... En primer lugar, a diferencia de muchos otros países, Rusia no suele pagar el trayecto ni el seguro médico; y pagamos a los extranjeros la misma beca que reciben los estudiantes rusos, que se sitúa entre los 1.400 y los 1.700 rublos (unos 30-40 euros). Esto significa, ante todo, que normalmente no viene aquí quien quiere, sino quien se lo puede permitir. Aquellos que disponen de un capital familiar o de algún otro tipo de apoyo... 

Probablemente, a partir de 2015 todos los inmigrantes que lleguen a Rusia tendrán la obligación de presentar un certificado de suficiencia en lengua rusa. En este momento se está discutiendo el proyecto de ley en el Parlamento. Llegado el caso, ¿deberían impartirse cursos de ruso en los centros culturales —principalmente en los de Asia Central?

Solo cuando el proyecto de ley haya entrado en vigor sabremos de qué manera se puede poner en práctica.

Rossotrúdnichestvo ofrece servicios de asesoría al Ministerio de Educación y al Servicio Federal de Inmigración (FMS, por su nombre en ruso). Los cursos de idiomas constituyen una pieza fundamental en todos nuestros centros de Asia Central, excepto Turkmenistán, donde aún no contamos con ningún centro. En Kirguistán, acabamos de acordar con el FMS la puesta en marcha de un proyecto piloto conjunto para evaluar el nivel de ruso de los inmigrantes. Si la experiencia es fructífera, repetiremos.

A mi entender, los centros rusos de ciencia y cultura situados en estos países deberían constituir un puente natural, ser el punto de acceso al mecanismo de evaluación correspondiente.

Artículo publicado originalmente en ruso en Vzgliad.

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