Moscú quiere convertirse en un paraíso gastronómico

Una de las propuestas es organizar para los turistas extranjeros las llamadas “comidas caseras”. Fuente: Faungg's photo

Una de las propuestas es organizar para los turistas extranjeros las llamadas “comidas caseras”. Fuente: Faungg's photo

En comparación a otras capitales, Moscú tiene mucha menos diversidad de cafés y restaurantes. Las autoridades han tomado una serie de medidas que pretenden cambiar esta situación.

Según los cálculos de la administración, en Moscú predominan las cadenas de cafés y en la esfera de la alimentación falta diversidad. Además, en la capital rusa hay un restaurante o café por cada 1.570 personas, frente a los 580 de Londres o los 90 de Tokio. Con el fin de cambiar esta situación, las autoridades moscovitas han elaborado un plan para desarrollar el sector de la hostelería.

El plan incluye una serie de medidas. Por ejemplo, se elaborará la marca “Cocina moscovita” y se mejorará la imagen gastronómica de la ciudad con la apertura de restaurantes y cafés de calidad. Se planea el lanzamiento de una red de comida rápida y cafés móviles.

Al mismo tiempo, se inaugurará una escuela gastronómica y también “facultades culinarias”, donde formarán a expertos en alimentación pública. Habrá museos y teatros gastronómicos y se celebrarán festivales de cocina rusa.

Las autoridades proponen abrir en la zona del Nuevo Moscúun gran mercado al por mayor donde se vendan productos de los proveedores y productores rusos.

Otra propuesta interesante es la de organizar para los turistas extranjeros las llamadas “comidas caseras”. Se creará una base de datos de moscovitas que estén dispuestos a invitar a su casa a extranjeros para enseñarles a preparar algún plato de cocina rusa o simplemente para servirles una comida tradicional.

Los funcionarios son conscientes de que en la capital hay un problema de insuficiencia de locales para alquilar y en este sentido proponen utilizar “espacios alternativos”, por ejemplo, tejados de casas de viviendas y bibliotecas. Según el vicedirector del Departamento de Comercio y Servicios de Moscú, Alexander Ivanov, en primer lugar se quieren abrir establecimientos de restauración cerca de las bibliotecas que se encuentran en el centro de Moscú y son populares entre los lectores.

Además, Ivanov explicó que se están manteniendo negociaciones con el Departamento de la Propiedad de Moscú para que una cuarta parte de los espacios que pertenecen a la ciudad se ofrezcan precisamente a empresas que se dedican a la restauración alimentaria a un precio reducido. “No hay tantos como quisiéramos pero son suficientes. A menudo en las subastas hay superficies calificadas 'para uso libre' y un pequeño café lo tiene muy difícil para competir con un banco o una tienda”, explica.

Ivanov no descarta que en la ciudad se cree un consejo para la alimentación pública, que controlaría la realización de este plan. En Toronto y en Londres existen instituciones parecidas que han demostrados su efectividad.

Arcadi Nóvikov, conocido restaurador que trabaja en Moscú y en Londres, cree que es palpable el propósito de las autoridades de cambiar el enfoque hacia la restauración.

“El gobierno de Moscú ya hace bastantes pasos. Por ejemplo, la administración ha empezado a conceder permisos de forma más rápida para la apertura de terrazas de verano y restaurantes, y formalizan rápidamente las licencias que permiten la venta de alcohol. Las barreras burocráticas se han reducido considerablemente. Por experiencia propia puedo afirmar que muchas personas quieren abrir grandes establecimientos de restauración y ahora eso es posible-explica el experto. - En sí, la administración ha creado una cierta base para el desarrollo y ahora hay que encontrar empresarios que quisieran aprovechar estos privilegios. No es necesario que esas personas sean obligatoriamente empresarios o profesionales del sector de la comida, es suficiente que entiendan de culinaria. Estas personas pueden abrir pequeños establecimientos familiares. En Europa hay muchos restaurantes caseros y ahora aquí también podemos probarlo. Para Moscú se trata de un enfoque nuevo”.

Nóvikov explica que durante este verano ya ha abierto cuatro nuevas terraza y ve que sus colegas actúan igual. “Este proceso es ventajoso para todos: impuestos, infraestructura turística y comodidades, -explica el restaurador. – Las cifras que enumeran los funcionarios son reales y ya verán cómo estará el sector dentro de un año. Toda cambiará para mejor. Si aparece una posibilidad de trabajar en una u otra esfera, necesariamente se encuentran interesados”.

El redactor jefe de la revista Afisha-Yedá (Afisha-Comida) y uno de los fundadores del café Ragout, Alexéi Zimin, es más cauteloso a la hora de valorar los planes del gobierno de Moscú. 

Zimin explica que hay que redactar el plan teniendo en cuenta los procesos reales y que hay que ofrecer a los empresarios variantes posibles para apoyar sus negocios. “Los funcionarios pueden acelerar el proceso de desarrollo pero pueden martirizar con controles. Para que el desarrollo de los establecimientos de restauración sea notable hay que crear las condiciones para que las grandes cadenas no ahoguen a los pequeños establecimientos, -explica el restaurador. – Por ejemplo, cualquier panadería pequeña, pierde competitividad ante la grande. Sin embargo, si se toma la decisión de que tiene haber una cantidad determinada de panaderías como mínimo, los funcionarios intentarán crear las condiciones para que éstas no se cierren”. 

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