Se facilita el acceso a la universidad rusa

“El objetivo es facilitar a los estudiantes extranjeros la posibilidad de acceder a los procedimientos de admisión a las universidades rusas desde el lugar de su residencia habitual”, comentan en el Ministerio de Educación. 

“Se planea admitir 15.000 estudiantes extranjeros cada año procedentes de 150 países de todo el mundo”. Los estudiantes harán los exámenes de admisión en los Centros Rusos de Ciencia y Cultura locales, sin tener que salir de sus países de residencia. 

Ahora mismo, hay 70 centros de este tipo en todo el mundo. Pero hasta el año 2020, este número se incrementará a 104. “Sin embargo, – aclara el vicerrector de la Escuela Superior de Economía, Serguéi Roschin, – por ahora no está del todo claro cuál sería el procedimiento de esos exámenes”. 

El Ministerio tiene hasta el mes de noviembre para desarrollar un paquete de documentos y programas que garanticen la totalidad del “ciclo de vida” de los estudios universitarios, contemplando todos los detalles y las fases del proceso de formación universitaria: desde la presentación de la solicitud y la (pre)selección y admisión de los estudiantes, hasta las condiciones para pasar al siguiente curso (o, en su caso, exponerse a una posible expulsión o traslado a otro centro educativo), etc. 

A día de hoy, en el territorio de la Federación Rusa hay 750 instituciones de educación superior que acogen cerca de 250.000 estudiantes extranjeros procedentes de 150 países. La mayoría son egresados de las escuelas de los países de la CEI, que representan el 40%. El siguiente grupo más numeroso son los alumnos procedentes de China e India. 

Más de 40.000 reciben su educación superior a expensas del presupuesto federal de Rusia. De acuerdo con los planes del Ministerio de Educación, el porcentaje de estudiantes extranjeros en Rusia – que ahora representa un 2,3% del total – aumentará en 2015 hasta un 6%, y en 2018, hasta un 10%. 

En cuanto a las especialidades preferidas por los extranjeros, la mayoría (el 20%) optan por escuelas tecnológicas. Otro 18% elige formarse como economistas, abogados o médicos. Sólo un 11% va a Rusia para estudiar informática o magisterio.

Para que este proyecto tenga éxito, también es preciso que los títulos de bachillerato de las escuelas extranjeras se reconozcan en Rusia. Bajo la nueva ley “acerca de la educación” que entrará en vigor el próximo 1 de septiembre, Rusia reconocerá automáticamente tanto el título como el nivel de estudios de un estudiante extranjero  siempre que haya un tratado bilateral con su país de origen. De lo contrario, el solicitante tendrá que pasar un examen estatal en el Servicio Federal de Supervisión de la Educación y la Ciencia. 

Gulnara Krasnova, vicerrectora de las Relaciones Internacionales de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos (RUDN, por sus siglas en ruso), confirmó a nuestros corresponsales que los egresados de las escuelas extranjeras tendrán la oportunidad de hacer los exámenes de ingreso para las universidades rusas sin tener que salir de su país de residencia. 

“Se trata de crear en muchos países extranjeros una red de centros de examen asociados a los centros culturales rusos. El primer paso consistirá en una preselección en base a las notas del bachillerato. Los candidatos preseleccionados podrán solicitar la admisión en una universidad rusa. Si la solicitud es aprobada, el solicitante tendrá la oportunidad de hacer el examen, y sólo entonces ir a Rusia” – explica Krasnova. 

Según la vicerrectora, actualmente hay en Rusia instituciones de educación superior que tienen acuerdos internacionales propios y que son ellas mismas las que buscan a sus propios candidatos o, incluso, aceptan solicitudes en formato electrónico.  

Víctor Grishin, rector de la Academia Rusa de Economía de G.V. Plejánov, apoya esta idea, pero señala que el Ministerio tiene aún una inmensa labor por hacer. 

“La idea es buena, pero hay mucho que hacer todavía. Es necesario llevar a cabo una revisión comparativa de los niveles de educación en Rusia frente a los existentes en los otros países. Semejante proyecto debe hacerse de modo minucioso y responsable”,  recalcó Grishin. 

Informe combinado a partir de artículos de Izvestia y Kommersant. 

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