Experiencias Erasmus en Rusia

Eranet Mundus es un programa de la Comisión Europea que tiene por objetivo promover el intercambio de estudiantes, investigadores, profesores y, en definitiva, experiencias entre universidades rusas y de la Unión Europea. Esta iniciativa ha permitido que, por primera vez, centros de educación superior rusos y españoles estén conectados por las famosas becas Erasmus Mundus. Cuatro de los becados nos han explicado sus vivencias.

De Barcelona a San Petersburgo 

Aroa Huarte es estudiante de máster de la Universidad de Barcelona y realiza su beca en la facultad de Filología de la Universidad de San Petersburgo. Del aspecto académico, resalta que le ha costado bastante organizarse el curso porque el funcionamiento de la universidad le ha resultado “lento” y “complicado”. “He tenido que ir preguntando de puerta en puerta porque la información que buscaba no existía en internet”. Eso sí, en cuanto al contenido y el nivel de estudios, se muestra “notablemente satisfecha”. 


Desde el punto de vista más personal, esta eslavista subraya: “Muchas veces se habla de Rusia como si aquí fuera todo muy diferente. Incluso los mismos rusos utilizan un tono un poco negativo cuando comparan Rusia con Occidente. Pero yo creo que tenemos que aceptar que efectivamente es un país diferente, con un conjunto cultural, social e histórico propio. Intentar entender estas peculiaridades es lo que convierte esta experiencia en apasionante”. 

De Nimega a Nizhni Nóvgorod 

Pieter Barendregt, estudiante de un máster de Economía Financiera en la Universidad de Radboud, en Nimega (Países Bajos), ha estado en la Universidad de Lobachevski, en Nizhni Nóvgorod. Explica que, además del valor académico, la participación en el programa Eranet Mundus le ha supuesto una experiencia valiosa desde todos los puntos de vista. 


“El primer mes en Rusia fue una sucesión de descubrimientos: hablar ruso en la vida diaria; conocer la cultura; visitar una bania [sauna típica rusa]; probar la comida de allí; conocer mucha gente nueva y sumergirte en una ciudad también nueva”. De hecho, Barendregt eligió esta universidad porque quería conocer la vida “real” rusa y alejarse de ciudades más “europeizadas”, como Moscú o San Petersburgo. Al saber que este centro tenía buena reputación, “la elección fue más fácil”, asegura el joven. 

De Yaroslavl a Glasgow 

Olga Kirillova, estudiante de doctorado de la Universidad Estatal de Yaroslavl, escogió la Universidad de Glasgow. Kirillova estudia la situación económica actual de Rusia y, en concreto, la evasión de capitales, para intentar comprender el origen y las causas de este fenómeno y encontrar la manera de combatirlo. 


“Pensé que la Universidad de Glasgow era un buen lugar para enriquecer mis conocimientos y encontrar más elementos de inspiración para mi investigación. Aquí hay un departamento de estudios de Europa Central y del Este, con científicos muy buenos. Además, mantienen muy buenas relaciones con otros departamentos excelentes en esta área en el Reino Unido”.  

De Siena a San Petersburgo 

“Este periodo de estudio en Rusia me ha permitido avanzar en mi carrera académica y también he podido mejorar mis habilidades en un entorno dinámico de investigación”, señala Dunja Dogo, investigadora Postdoctoral de la Universidad de Siena, que ha realizado una estancia en la Universidad Estatal de San Petersburgo. 

El estudio de Dogo se centra en el cine soviético y, entre sus propósitos, se encuentra el de “facilitar la cooperación entre las dos universidades implicadas en el intercambio”. 

La estudiante italiana destaca que “en las dos últimas décadas, desde la apertura de archivos en Rusia, los investigadores tienen más facilidades para acceder a los materiales y también ha mejorado la relación entre los académicos rusos y los de Europa occidental”.  

El espacio europeo se amplía 

Por su parte, el coordinador de Eranet Mundus, el profesor de la Universidad de Barcelona Marc Ruiz-Zorilla, apunta que “Rusia se encuentra en un proceso de transición de su modelo universitario tradicional a una estructura modernizada en línea con el llamado plan Bolonia [Espacio Europeo de Educación Superior]”. 

Además, “en los últimos años, las relaciones entre un número considerable de  universidades de la UE y de la Federación Rusa se han desarrollado  hasta el punto de hacer necesaria la existencia de un marco que permita llevar a cabo estancias de estudios, docencia e investigación”. 

El curso que viene dos universidades se añaden a las 18 participantes este año. Son la Universidad de Granada y la Lingüística de Moscú.

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