El uniforme escolar vuelve a Rusia

La idea de implantar de nuevo el traje estándar en los colegios, eliminado en 1992, recibe apoyos del presidente Vladímir Putin y de la Duma, pero también de alumnos, padres y profesores. Fuente: ITAR-TASS

La idea de implantar de nuevo el traje estándar en los colegios, eliminado en 1992, recibe apoyos del presidente Vladímir Putin y de la Duma, pero también de alumnos, padres y profesores. Fuente: ITAR-TASS

Rusia reintroduce el uniforme escolar obligatorio, que fue abolido en los 90, cuando a los rusos aún les parecía muy aburrido tener el mismo aspecto, pensar igual y "marchar al paso", tanto en el sentido literal como en el figurado, y buscaban libertad "en todo, en cualquier cosa que hiciera".

Paradójicamente, esta idea, que fue propuesta por algunos políticos, ha recibido una acogida favorable por parte de estudiantes, padres y profesores. Muchos esperan que las desigualdades sociales no sean tan patentes en las escuelas como hasta ahora , y que se resuelva el problema de si los estudiantes deben llevar o no prendas religiosas tradicionales.

El pasado martes se envió a la Duma un anteproyecto de ley sobre la reintroducción del uniforme escolar y, con toda probabilidad, los estudiantes lo llevarán ya el 1 de septiembre. La autora de este proyecto es la diputada Olga Timoféyeva, de Rusia Unida, quien propuso enmiendas a la ley sobre educación en Rusia.

"Esto se hace para preservar las escuelas como territorio del conocimiento, para desterrar las clasificaciones de los niños en ricos y pobres, aquellos cuyos padres no tienen dinero para comprar ropa de marca. Además, somos contrarios a la separación de niños en creyentes y no creyentes, porque algunos niños empiezan a llevar prendas religiosas. Nos gustaría que nuestros hijos fuesen patriotas de sus colegios", afirmó la autora del proyecto.

Esta vez no serán los vestidos marrones con cuellos de encaje ni mandilones blancos o negros, que tanto odiaban las colegialas soviéticas. La ley tampoco prevé que se introduzca un uniforme único para todas las escuelas del país. Los autores de la propuesta legal no incluyeron ningún requisito estricto para los uniformes, en un intento por evitar las imposiciones, y dejan completa libertad de elección a las diferentes regiones rusas: queda en manos de las autoridades locales decidir qué tipo de uniforme será más conveniente. Los niños de familias con ingresos bajos recibirán gratuitamente sus uniformes escolares.

El presidente ruso Vladímir Putin apoyó la idea de introducir el uniforme escolar en la primera conferencia del Frente Popular Panruso a finales de marzo.

"El uniforme escolar debe volver a nuestro país", afirmó Putin. Sugirió que se tomasen decisiones a nivel federal para obligar a las regiones a implantarlo y dar a los territorios y los municipios la potestad de decidir sobre los detalles.

El uniforme escolar en Rusia fue eliminado en 1992. Los vestidos marrones para niñas y los trajes azul marino para los niños desaparecieron a principios de los 90. Tras la caída de la Unión Soviética, el simple hecho de tener la oportunidad de ir al colegio llevando un par de vaqueros y una camiseta parecía el signo de una sociedad nueva y libre. Ahora, muchas escuelas ya han vuelto a implantar sus propios uniformes. Otras muchas insisten en que sus estudiantes cumplan con unas normas de vestimenta formal o que tengan un aspecto decente, en diferentes modos. Algunas recomiendan los uniformes para los alumnos de la escuela elemental.

Hasta ahora, el uniforme escolar solo es obligatorio en la región de Stávropol, a unos 1.500 kilómetros al sur de Moscú. Esta medida, implantada en diciembre del pasado año, surgió de un enfrentamiento con las familias musulmanas, ya que las alumnas llegaban a las aulas con sus hijabs. La dirección del colegio decidió no permitir que las chicas musulmanas entrasen a clase con pañuelos. Como consecuencia, el presidente Putin recordó que Rusia era, después de todo, una sociedad laica y el gobernador del territorio de Stávropol ordenó que el uniforme escolar fuese obligatorio en todas las escuelas.

El 5 de abril, la diseñadora de moda Slava Zaitsev presentó su versión del uniforme escolar. En un desfile especial, pequeños modelos mostraron blusas, jerséis ligeros, faldas, camisas, pantalones y chaquetas para las chicas y camisas, prendas de lana y trajes clásicos (pantalón, chaleco y chaqueta) para los chicos. Zaitsev prometió que todo el conjunto no les costaría a los padres más de 3.000 o 3.500 rublos (entre 100 y 115 euros).

Los que se oponen a la reintroducción del uniforme escolar argumentan que incluso un conjunto de ropas que costase entre 2.000 y 3.000 rublos (entre 65 y 100 dólares) sería una pesada carga para las familias más desfavorecidas o las familias numerosas. Por lo que respecta a las desigualdades sociales, se notan más en los costosos teléfonos móviles o en los otros aparatos electrónicos que usan hoy en día los adolescentes.

Algunos ya han empezado a especular sobre cómo se extenderá a también a los colegios la corrupción generalizada. Los directores de las escuelas introducirán fácilmente normas que harán que una empresa textil preseleccionada gane un concurso público amañado.

La iniciativa legal de Timofeyeva significará sustanciosos contratos para la industria textil. Según algunos cálculos, la industria recibirá unos 36.000 rublos al año, ya que en la actualidad Rusia tiene 12 millones de estudiantes y el precio de un uniforme completo no debe superar los 3.000 rublos.

En cualquier caso, los que apoyan el uniforme escolar superan hasta ahora el número de escépticos y críticos.

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El periódico Komsomólskaya Pravda cita una entrevista con Marina Loseva, una profesora y psicóloga en un instituto de Volgograd, en la zona central de la región del Volga: "Desde el punto de vista psicológico, el uniforme escolar tiene un gran potencial. Esto se mide en términos de educación y formación. Debemos tener presente que la ropa es un gran medio de comunicación no verbal. Muchas veces hemos podido ver que, si un niño con ropa llamativa entra en el aula, todo el proceso de enseñanza fracasa. Además, el uniforme escolar podría ayudar a apaciguar los conflictos que suelen surgir entre los adolescentes. Y, finalmente, el uniforme es el símbolo de un estatus especial, y esto es muy importante para los estudiantes de la escuela primaria".

Además, los estudiantes que se han acostumbrado a llevar el mismo uniforme dicen que no solo mejora la disciplina: estimula la unidad del grupo y ayuda a progresar académicamente. Algunos tienen dificultades por las mañanas para decidir qué ponerse para ir a clase: el uniforme disipa rápidamente esas dudas.

Según un estudio sociológico del Ministerio de Educación y Ciencia de la Región de Volgogrado, el 63% de los estudiantes, el 77% de los padres y el 91% de los profesores creen que el uniforme escolar es necesario. Y un 65% de los padres, junto con un 89% de los profesores, esperan que ayude a que las desigualdades sociales no sean tan evidentes.

Publicado originalmente en ruso en  ITAR-TASS.

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