200 nuevas iglesias en Moscú encienden el debate

La Iglesia Ortodoxa Rusa construirá 200 nuevas iglesias en Moscú, a pesar de las quejas de numerosos moscovitas. Fuente: ITAR-TASS

La Iglesia Ortodoxa Rusa construirá 200 nuevas iglesias en Moscú, a pesar de las quejas de numerosos moscovitas. Fuente: ITAR-TASS

La Iglesia Ortodoxa Rusa avanza en su proyecto de construcción de 200 parroquias en Moscú, a pesar de las quejas de los no creyentes y de otros grupos religiosos.

Dentro del programa "200 iglesias" aprobado por la Iglesia Ortodoxa Rusa hace dos años, ocho nuevas parroquias se han construido ya en cinco distritos de Moscú. Trece más están en construcción y está lista la documentación necesaria para construir 36 más en el futuro.

El Patriarca Kirill anunció en el verano de 2010 que la Iglesia Ortodoxa Rusa necesitaría por lo menos 200 nuevas iglesias. Basó su argumento en cifras: si en total en toda Rusia hay una iglesia por cada 11.000 – 13.000 residentes, en Moscú, donde solo hay 650 iglesias y capillas, cada lugar de culto debe dar cabida a dos o tres veces más fieles.

Muchos ven la realización del programa "200 iglesias" como parte de la expansión ideológica de la Iglesia Ortodoxa Rusa; incluso algunos creyentes se sienten molestos.

Pero los más descontentos con este programa son las personas que viven en los distritos donde se han construido o se están construyendo las nuevas iglesias. En principio, no están en contra de los templos en sí, pero afirman que la elección de los emplazamientos no está bien pensada: los parques y las plazas no deberían verse afectados.

Muchos moscovitas no logran comprender por qué tienen que construirse nuevas iglesias. Afirman que los lugares de culto cercanos a sus casas están casi desiertos, incluso durante las festividades ortodoxas más importantes. En su opinión, sería mucho más lógico que la Iglesia Ortodoxa gastase su dinero en centros de acogida para los sin techo.

Por su parte, la Iglesia Ortodoxa Rusa insiste en que los que se oponen al programa son una minoría. Philip Gril, líder de un movimiento de apoyo a la construcción de nuevas parroquias, señaló que "bajo el dominio soviético, se destruyeron en Moscú 1.000 iglesias. Por tanto, en el presente, la construcción de 200 nuevas iglesias es una restitución parcial de las deudas a la iglesia".

El aspecto más complicado de la implementación del programa "200 iglesias" es la posición privilegiada que las autoridades municipales han acordado a los intereses de la Iglesia Ortodoxa. A pesar de las afirmaciones oficiales de que Moscú es una ciudad multiconfesional, otros grupos religiosos cuentan con muchos menos lugares de culto. La Iglesia católica tiene dos iglesias y 12 parroquias. La comunidad judía cuenta con cinco sinagogas; los musulmanes tienen cuatro mezquitas y los luteranos, tres iglesias.

Los expertos están de acuerdo en que la cuestión de construir nuevas mezquitas es la más urgente de todas. En Moscú viven unos 2 millones de musulmanes. El pasado año, el Centro de Organizaciones Musulmanas Unidas de Rusia finalmente recibió permiso para construir una nueva mezquita. Sin embargo, los residentes del distrito en el que se planeaba construir se pusieron en contra del proyecto y fue abandonado.

El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, cree que "dos tercios de los musulmanes que acuden a las mezquitas de la ciudad no tienen papeles, por tanto, todavía no está probado que Moscú necesite construir más mezquitas".

En general, la población moscovita aprueba estas conclusiones. Por otra parte, los expertos afirman que el número de musulmanes en Moscú no disminuirá por la falta de mezquitas. Mientras tanto, las relaciones entre las diferentes comunidades empeoran cada año.

"Los moscovitas se han vuelto rehenes de su propia fobia a los musulmanes", afirmó Abdul-Vajed Niyázov, presidente del Centro Cultural Islámico de Rusia, en respuesta a un intento previo de construir una mezquita en el distrito moscovita de Mitino, que resultó infructuoso.

Tampoco otros grupos religiosos se muestran satisfechos. La Federación de Comunidades Judías de Rusia ha informado en diversas ocasiones a las autoridades sobre la necesidad de construir más sinagogas, que se sumarían a las cinco actuales. No se está levantando ninguna sinagoga, aunque el presidente ruso Vladímir Putin inauguró en 2012 el museo de historia judía más grande del mundo.

También se quejan las pequeñas agrupaciones religiosas. Los adoradores de Krishna, por ejemplo, llevan casi una década tratando de reemplazar la pérdida del edificio que desde 1991 ha sido su único templo en Moscú y que fue derribado en 2004. A pesar del apoyo activo de políticos extranjeros y líderes culturales, la construcción de un nuevo templo para Krishna no ha comenzado aún. 

Por lo que respecta a la construcción de las iglesias ortodoxas, las protestas de los residentes no han sido ignoradas completamente. Hasta la fecha, los opositores han recibido 19 sentencias negativas en las vistas judiciales contra el programa "200 iglesias". Mientras tanto, las autoridades municipales han proporcionado a la Iglesia Ortodoxa el doble de solares para elegir emplazamientos.  

Versión abreviada. Artículo publicado originalmente en ruso en Kommersant-Dengui.  

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