El Kremlin de Kazán, fue declarado en el año 2000 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fuente: Slava Stepanov / GELIO
Viernes
3:00 de la tarde
El Kremlin
Es mejor comenzar este recorrido desde la estación de metro Kremlióvskaya, que se encuentra en las inmediaciones del Kremlin de Kazán (http://www.kazan-kremlin.ru/en/ ). Los lugareños dicen que el metro de esta ciudad “ha sido creado para aquellos que no tienen prisa”, pues este medio de transporte tiene únicamente una línea y tan sólo dos convoyes, que pasan cada 15 minutos.
Así que en Kazán, la mayoría de los usuarios de este medio de transporte son turistas: por dentro, las estaciones ganan en belleza a las estaciones del metro de Moscú, mientras que el precio de un billete sencillo es de 40 céntimos de euro.
El Kremlin de Kazán, fue declarado en el año 2000 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Vale la pena visitar, además de sus numerosas torres e iglesias, también la mezquita Qol-Şärif y la “inclinada” Torre Siuyumbiké.
Según cuenta la leyenda, una princesa tártara se arrojó desde el nivel más alto de dicha torre después de que, por orden de su futuro esposo y conquistador del Janato de Kazán, el zar Iván el Terrible. La torre “se está cayendo” con la misma velocidad implacable que su análogo en Pisa.
El neogótico en Kazán
5:00 de la tarde
Después del Kremlin, se recomienda visitar el edificio del Ministerio de Agricultura y Alimentación, (también conocido como el “Palacio de los labradores”, en calle Fedoséevskaya, 36), que se encuentra cerca. Al contemplar el edificio parece que su arquitecto se hubiera vuelto loco: en toda Rusia no hay otra obra tan fantasmagórica. Impresiona su tamaño grandioso, con columnatas, cúpulas, grifos, relieves, acristalamiento con espejos y un gran árbol de hormigón en medio de un arco.
La Universidad de Vladímir Lenin
5:30 de la tarde
El edificio de la Universidad, donde estudió Vladímir Lenin, se encuentra cerca del “Palacio de los labradores”. Aquí el turista puede sentarse a los pies del monumento al “líder del proletariado”, para escuchar historias acerca de cómo éste hacía pellas durante sus años de universitario.
Por cierto, además del “líder del proletariado”, en la Universidad de Kazán hacían pellas también dos grandes literatos rusos: el escritor Lev Tolstói y el poeta Velimir Jlébnikov.
Cena en la calle Báumanskaya
6:30 de la tarde
Estando en Kazán, se podría cenar en la calle Báumanskaya, que es el equivalente local de la famosa calle peatonal Stari Arbat de Moscú, o de las Ramblas de Barcelona.
Entre los muchos cafés y restaurantes, se recomienda prestar especial atención a la “Casa de la gastronomía tártara”, en la calle Báumanskaya, 31 (Dom tatárskoi kulinárii). O, si preferimos un lugar más económico, se puede ir a la “Casa de té” situada prácticamente enfrente, en la calle Báumanskaya, 64.
En ambos sitios se sirve el tartar tradicional (carne picada cruda), la Gubadiya, un pastel de carne de ternera. Y por supuesto, chebureki, las empanadillas rellenas con carne picada de ternera o de cordero, que se han hecho tan famosas en toda Rusia (y no sólo en Rusia).
En ambas 'Casas', el menú es prácticamente el mismo. La única diferencia es el precio y, tal vez, la decoración del establecimiento. En la 'Casa de té', el precio de una comida para dos, con el postre incluido, no superará los 10 euros, mientras que en la 'Casa de la gastronomía tártara' lo mismo os puede costar entre 30 y 50 euros.
Bailes soviéticos
9:00 de la noche
Un final adecuado para vuestro primer día de turismo en Kazán sería una visita al restaurante 'Mayakovski. La Chaqueta amarilla' (calle Mayakovski, 24a), donde por las noches se puede oír música en vivo. A este lugar vienen a tocar grupos musicales tanto underground, como los que ya se han hecho famosos en toda Rusia. Otra curiosidad consiste en que los nombres de los platos y de las bebidas aquí están inspirados en las obras del gran poeta soviético, Vladímir Mayakovski. Así, por ejemplo, se puede pedir aquí un plato llamado 'el Solitario de la tía Sonia', o un postre denominado 'Una nube en pantalones', o una 'Bandera de Tatarstán'.
No os molestéis en preguntar qué es exactamente lo que os van a servir, ya que será es inútil. La visita nocturna al 'Mayakovski' os puede costar entre 15 y 25 euros.
Sábado
10:00 de la mañana
Desayuno: dulce despertar.
¡Qué mejor manera de empezar el día de buen humor que desayunar en la cafetería 'Lákomka' (calle Karl Marx, 50)!
Hubo un tiempo, en que delante de este café la gente hacía cola desde la noche anterior para poder comprar sus famosas tartas. El secreto de sus deliciosas tartas y pasteles es el empleo de una auténtica estufa rusa tradicional. 'Lákomka' es un verdadero paraíso para los amantes del buen café y de la bollería: un desayuno con chak-chak – postre tártaro tradicional hecho con harina de trigo y frito con miel –, tan exquisito que se te deshace en la boca, con los pastelillos y los bizcochos os puede costar entre 3 y 7 euros.
Kazán lejos de las rutas turísticas
11:00 de la mañana
Al salir de la cafetería, podéis dar un paseo por una ruta que no es nada tradicional para los turistas: caminar por la calle Kart Marx hasta la calle Bolshaya Krásnaya, y luego seguir por la calle de Lev Tolstói.
A vuestro paso veréis la Academia Militar Suvórov (uno de los más antiguos institutos militares de Rusia) y antiguas casas de comerciantes y mercaderes, construidas en madera o en ladrillo rojo.
Un paseo por la orilla del río
La 1:00 de la tarde
La calle Lev Tolstói os llevará hasta la orilla del río Kazanka donde, después de la construcción del embalse Kúibyshevskoye. El paseo por la ribera del río comienza en la Plaza del Milenio de Kazán (plóshad Tysiachelétiya Kazani), una de las más grandes de Rusia. El panorama de esta plaza con el Kremlin, la mezquita Qol-Särif y el futurista 'platillo volador' del edificio del Circo de Kazán se considera 'la tarjeta de presentación' de la ciudad.
En medio del río se encuentra la iglesia más antigua de la ciudad, erigida como monumento a los soldados que perdieron su vida el 2 de octubre de 1552, en la conquista de Kazán por Iván el Terrible. La iglesia fue fundada en el año 1811 y está situada en un pequeño islote.
La mezquita más antigua de Tatarstán
3:00 de la tarde
A tan solo una parada del metro, en la plaza Plóshad Tukaya, se encuentra la mezquita Al-Mardzhani (calle Kayum Nasyri, 17), la más antigua de Tatarstán. Se os acogerá cordialmente con una breve y gratuita visita guiada. No olvidéis que en las mezquitas hay que quitarse los zapatos, así que es mejor llevar este día los calcetines del mismo color en ambos pies. Cerca de la mezquita se encuentra el barrio de estudiantes turcos, que vienen aquí a estudiar el Corán becados por el gobierno de su país. En este barrio se habla turco y tártaro mucho más que en cualquier otra parte de la ciudad.
Los souvenirs de Kazán
4:00 de la tarde
Para hacer un breve descanso, almorzar, tomarse un té y comprar algunos souvenirs, hay que meterse en la galería comercial 'Ebivol', ubicada en las inmediaciones de la mezquita, en la calle de la Comuna de París (Parízhskaya Comuna, 20). En este espacio, conviven varios tipos de negocios: una galería comercial, donde se pueden comprar cuadros de pintores locales, un salón de té y un taller de costura, 'Altyn Ay', especializado en ropa islámica y tártara. El precio de un regalo en este taller oscila entre los 20 euros (por un cinturón o un monedero) y los 100 o más, por un traje regional tártaro.
Si, por otra parte, vuestra intención es comprar comida, será mejor que os acerquéis a una de tantas tiendas de la franquicia 'Bajetlé', que se encuentran aquí por todas partes, a la vuelta de la esquina. En 'Bajetlé' podréis adquirir productos tártaros originales que se emplean en la gastronomía tártara nacional, así como pequeños detalles para la casa.
En estas tiendas, los precios son un poco más altos que en los supermercados convencionales, pero la calidad también lo es. Por cierto, los supermercados de esta franquicia se pueden encontrar también en Moscú.
Cena en el hipódromo
5:00 de la tarde
Se puede cenar muy bien en el restaurante 'La herradura de oro', ubicado en el Hipódromo de Kazán (calle Patrice Lumumba, 47a). Este restaurante goza de tanta popularidad, que es mejor reservar una mesa con antelación.
El precio de la cena para dos personas es de unos 30 euros. La entrada al Hipódromo de Kazán es gratuita. También hay servicios poco comunes y un tanto originales. Así, por ejemplo, en el hipódromo se puede encargar un paseo por la ciudad en carruaje o conseguir un caballo blanco para ocasiones muy especiales como, por ejemplo, para una propuesta romántica de matrimonio.
Los estadios de Kazán
8:00 de la noche
Mientras que Rusia se está preparando para los Juegos Olímpicos de Sochi, Kazán se prepara para la Universiada 2013. La entrada al estadio de baloncesto “Basket Hall”, donde juega el equipo de Kazán, “Unix”, es gratuita. La entrada al estadio de hockey Tatneft-Arena tiene el precio simbólico de un euro. En el antiguo “Palacio de hielo”, se celebran las competiciones de patinaje artístico, mientras que en cada barrio hay una pista de hielo cubierta, abierta para todo el mundo. Una hora de patinaje, el alquiler de patines incluido, cuesta tan sólo 3 euros.
Domingo
Es un día perfecto para pequeñas excursiones por las afueras de la ciudad. Rusia Hoy sugiere visitar Sviyazhsk, un lugar único en su especie: una ciudad-monasterio situada en medio de una isla.
Una ciudad en una isla
En su momento, Iván el Terrible fundó Sviyazhsk para conquistar Kazán. Hoy en día, Sviyazhsk es un pueblo que alberga nada menos que cuatro monasterios y numerosas iglesias ortodoxas. El pueblo está situado en una isla, que está unida a tierra firme por un terraplén artificial, sobre el que se ha construido una carretera.
De modo que se puede llegar a Sviyazhsk tanto en autobús, como en cualquier transporte fluvial desde el puerto fluvial de Kazán. Sin embargo, lo mejor es reservar una excursión (por ejemplo, en la siguiente dirección. Durante el trayecto mostrarán el monumento a las víctimas de las represiones estalinistas, hablarán sobre el asesinato del obispo Ambrosio a manos de los bolcheviques y sobre el legendario monumento soviético a Judas, “el luchador contra el cristianismo”, que mandó hacer (o tal vez no) el mismo Vladímir Lenin.
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