Los desastres de la industria petrolera en Bakú. Rena Effendi/INSTITUTE.
Cuando Rena Effendi ya había decidido volcarse en la fotografía, la revista Forbes publicó en 2008 un artículo sobre Bakú en el que esta ciudad se presentaba como la más insalubre del mundo.
El retrato de Rena Effendi. Más información en el siguiente enlace. Fuente: María Ionova-Gríbina
Los miles de millones de dólares que generaba el negocio del petróleo, en plena expansión, no repercutían positivamente en la población autóctona, más bien todo lo contrario.
A no ser que se trabajara en alguna empresa del sector, decía el artículo, era preferible evitar el aire de Bakú. De esta ciudad bañada por el mar Caspio parte el segundo oleoducto terrestre más largo del mundo, el conocido como BTC, la alternativa a las redes de distribución rusas para el abastecimiento de Europa.
Con ocho años en funcionamiento, este oleoducto atraviesa las montañas caucásicas y la meseta de Anatolia para descender luego hasta la costa turca, ya en aguas mediterráneas.
Imagen incluída en el libro Pipe Dreams © Rena Effendi/INSTITUTE. Fuente: Schilt Publishing
En total son casi 2.000 kilómetros de transporte terrestre de crudo, menos de la mitad que su competidor, el ruso Druzhba [Amistad], construido en la década de 1960 para alimentar con oro negro el bloque soviético. Estos trazados comerciales siguen siendo una de las cuestiones más candentes de la geopolítica del siglo XXI.
El ensayo fotográfico Pipe dreams de Effendi recorre la ruta que hace el petróleo procedente del extenso complejo de campos petroleros de Azeri-Chirag-Guneshli (ACG), a 120 kilómetros de la costa de Azerbaiyán, a través de distintos países, lenguas y culturas, y documenta las consecuencias que causa en el medio ambiente y en las personas.
“El oleoducto BTC ha ejercido una gran presión en todos los países involucrados -declara Effendi, ganadora de dos premios World Press Photo’14-. Las distintas sensibilidades políticas componen los diversos conflictos latentes en la región del Cáucaso: el de la región de Nagorno-Karabaj, parte de Azerbaiyán ocupado por Armenia, donde una guerra sangrienta mató a casi 20.000 personas entre 1988 y 1994 y convirtió a un millón de ellas en refugiadas de guerra; el de la independencia de Osetia del Sur y Abjasia de Georgia; las horribles guerras chechenas.
Imagen incluída en el libro Liquid Land © Rena Effendi/INSTITUTE. Fuente: Schilt Publishing
Transportando un millón de barriles de petróleo al día hacia el Oeste, este oleoducto afecta a la vida de millones de ciudadanos de Azerbaiyán, Georgia y Turquía. De los habitantes de los barrios marginales que perdieron sus casas durante el boom de la construcción propiciado por el petróleo a las víctimas de los conflictos sin resolver, la gente empobrecida que conocí durante los seis años del proyecto soportan las consecuencias de los esfuerzos por satisfacer el apetito occidental de petróleo”.
El interés por no pisar suelo ruso parece justificar todo tipo de atropellos legales, medioambientales y civiles según James Marriott y Mika Minio-Paluello, autores de The Oil Road: Journeys from the Caspian Sea to the City of London. La realidad política en estas regiones es tan opaca como el hidrocarburo que se extrae en esta región.
Imagen incluída en el libro Liquid Land © Rena Effendi/INSTTUTE. Fuente: Schilt Publishing
De la negrura del petróleo Effendi pasó a los colores desvaídos del recuerdo en su siguiente proyecto fotográfico, Liquid Land. Mucho más intimista que Pipe Dreams, pero sin dejar de tomar el pulso a la realidad exterior y a los contrastes de Bakú, la fotógrafa dialogó con objetos que su padre -un entomólogo que en la época soviética trabajó en el Instituto Estatal de Zoología de Azerbaiyán- dejó tras su muerte.
Además de las cientos de cajas de cristal polvorientas amontonadas en el instituto, en cuyo interior permanecían inmutables al paso del tiempo 30.000 mariposas, Rustam Effendi legó una cincuentena de fotografías amarillentas.
“Desde su muerte me he acercado más a mi padre -cuenta la fotógrafa en Liquid Land-.
Imagen incluída en el libro Liquid Land © Rena Effendi/INSTITUTE. Fuente: Schilt Publishing
Cuando estaba vivo me fijaba más en sus defectos, en el hecho de que pasara fuera de casa la mayor parte del tiempo y que antepusiera el trabajo a la familia. Siempre envidié sus obsesiones, su pasión y cuando me enfrenté a la calle con mi cámara entendí lo que significaba para él cazar mariposas… En mis intentos por entender sus ansias creativas y explorar las mías leí el diario que escribió en sus expediciones y visité las mismas regiones”.
El resultado es una serie de dípticos en que la fragilidad, los vivos colores y las formas de los distintos ejemplares de lepidópteros contrastan con el paisaje deprimente y monótono que ha esculpido la industria pesada en la península de Absheron. Muchos de sus actuales moradores son refugiados de guerra o emigrantes de las zonas rurales, atraídos por la seguridad de los núcleos urbanos. Lo único que encontraron estos nuevos habitantes son unas condiciones de vida paupérrimas entre metales pesados y escombros.
Imagen incluída en el libro Liquid Land © Rena Effendi/INSTITUTE. Fuente: Schilt Publishing
“La literatura y las mariposas son las pasiones más dulces de la humanidad”, dijo Vladímir Nabokov. En verdad, para él las mariposas estaban incluso por encima de cualquier goce literario. En Liquid Land, esa “dulce pasión” sirve de vara para medir la cara oculta del progreso humano.
Las fotos cedidas por Rena Effendi/INSTITUTE
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