Charla con el eslavista Robert Bird sobre el reto de escribir acerca de la vida y obra del autor de “Crimen y castigo”
“Pocos grandes escritores de la literatura moderna han sufrido tan súbitos y dramáticos cambios de fortuna, tanto en su vida personal como en su carrera literaria, como Fiódor Mijáilovich Dostoievski”, leemos en la introducción del segundo volumen de la colosal biografía de más de 3.000 páginas del académico americano Joseph Frank, fruto de treinta años de investigación. Es una de las biografías intelectuales de un autor literario más importantes y ambiciosas que se han escrito.
En 2009, cuatro años antes de morir, este profesor de Stanford publicó todavía una versión abreviada... de mil páginas. Por eso Joseph Frank es un buen ejemplo para ilustrar la afirmación del escritor David Foster Wallace: “hay un arte por el que vale la pena hacer un poco de trabajo extra para superar todo lo que obstaculiza su apreciación, y está claro que los libros de Dostoievski bien valen ese trabajo”.
Pero incluso después de una investigación tan detallada de la vida del autor de Los hermanos Karamázov como la de Frank, siempre con sus obras en primer plano, Dostoievski sigue suscitando más biografías y aproximaciones a su experiencia vital y universo literario.
Robert Bird, profesor de la Universidad de Chicago, ha hecho lo propio con una biografía “portátil” de 250 páginas. RBTH charla con el experto en cultura rusa sobre el gran reto de abordar la inmensa figura y obra dostoievskiana.
¿Cómo se escribe una biografía de Dostoievski después de la de Joseph Frank?
Había barajado durante mucho tiempo la idea de escribir algo sustancial acerca de Dostoievski, pero la iniciativa de escribir una biografía breve partió de la editorial Reaktion Books. Pensé que podía estar bien ordenar mis ideas adaptándolas al formato de la colección Critical lives, y que era un buen momento para sacar un trabajo de este tipo.
Al poco de preguntarme si estaba interesado en el proyecto me encontré con Joseph Frank en una conferencia y le pregunté si tenía planeado sacar una versión abreviada de su biografía. Me dijo que sí, pero comprendí que de todas formas sería un libro extenso, y de hecho son casi mil páginas [Dostoevsky: A Writer in His Time]. Sentí entonces que podía proseguir con el proyecto sin sentir el peso de estar compitiendo con él.
Su objetivo ha sido proporcionar la descripción más detallada posible de la vida y el contexto social e intelectual de Dostoievski, así como una interpretación original de todas sus obras. Por mi parte he intentado descubrir al lector su arco creativo y vital, arrojando tanta luz en su historia como fuera posible. Creo que mi libro es más un proyecto literario que uno académico. Por tanto, y para ser honestos, me zambullí en las Obras completas de Dostoievski y en bibliografía de referencia para intentar distanciarme del trabajo de Joseph Frank tanto como fuera posible.
¿Qué hace que la biografía de Joseph Frank sea un proyecto tan paradigmático?
Frank asumió que Dostoievski era la punta de un iceberg intelectual que la gente que no era rusa -y no tanta en Rusia- apenas conocía. Se dio cuenta de que obras como Pobre gente, Memorias del subsuelo o Los hermanos Karamázov no pueden comprenderse en su totalidad sin un conocimiento del entorno intelectual y artístico en el que fueron escritas.
Veo la originalidad de Frank no sólo en la infatigable investigación sobre la vida de Dostoievski y la minuciosa lectura de sus obras, sino también en su deseo de tratarlo como un gran pensador, tanto en el plano sociológico como en el filosófico.
¿Una de las dificultades a la hora de biografiar a Dostoievski es que enzarzó en todos los debates intelectuales de la época?
Dostoievski estaba en continuo diálogo con sus contemporáneos, siempre deseoso tanto de dar la réplica como de que los demás polemizaran con sus opiniones. Por eso no se llega muy lejos si lo tratamos como un genio aislado que inventó un mundo imaginario separado del nuestro, más bien todo lo contrario. Cada pensamiento, cada palabra, cada imagen que creó estaba profundamente arraigada a un momento histórico, y para ayudarnos a comprender ese momento histórico necesitamos una explicación pormenorizada de ese contexto.
Dostoievski creyó en el poder transformador de la literatura. ¿Fue éste el posicionamiento más importante de su vida?
Uno se hace escritor sólo si siente que la única manera de vivir es poniendo por encima del resto de preocupaciones -las relaciones personales, la estabilidad económica, la salud…- el acto de narrar.
Esta es, al menos, la noción romántica de la literatura que tenía Dostoievski. La vida se convierte entonces en un proyecto creativo. Es por eso que las biografías de los escritores tienen que leerse a través de su obra literaria y no a la inversa. No me interesa especular sobre por qué Dostoievski hizo esto o aquello como persona, excepto en la medida en que estos hechos modelaron lo que escribió y publicó.
Cuando nos aproximamos a la vida de un escritor, ¿tendemos a la mitificación?
La vida de Dostoievski fue asombrosa en muchos aspectos: su actividad revolucionaria, su encarcelamiento y exilio, su espíritu emprendedor en los medios de comunicación, sus trifulcas políticas.
En otras palabras, es un misterio. Y como tal, por supuesto, un tema fascinante de estudio. Pero nuestro único acceso real a su vida interior es a través de sus escritos, que por otra parte no deja de ser una parte de su proyecto creativo.
¿Por qué empieza su biografía centrándose en el rostro de Dostoievski, en las representaciones y descripciones que sus contemporáneos hicieron de él?
Mi profesor, Robert Louis Jackson [autor de Dialogues withDostoevsky: The Overwhelming Questions], descubrió la importancia que en Dostoievski tiene la palabra “imagen”. Desde entonces siempre he estado atento a las variaciones de este concepto en sus escritos. La decisión de empezar por la fisionomía de Dostoievski surgió al observar que sus contemporáneos parecían reconocer su preocupación por lo visual y que su aspecto físico provocaba fascinación.
¿Qué aspecto biográfico fue más revelador para usted?
Mi gran descubrimiento personal fueron los estenogramas de los interrogatorios a Dostoievski mientras estuvo en prisión, en 1849, esperando una sentencia. Joseph Frank consultó las obras completas de Dostoievski publicadas en la Unión Soviética entre 1974 y 1990.
Juntos en el amor y el trabajo: las mujeres de grandes escritores rusos
Enterrado en uno de los volúmenes intermedios me encontré con los “protocolos” de los interrogatorios a los que yo no había prestado atención anteriormente. En ellos, y en una situación límite, cuando sabía que lo más probable era que lo ejecutaran, Dostoievski se comportó con gran dignidad. Son unos documentos tan extraordinarios que tengo planeado traducirlos y publicarlos como un libro independiente.
Otra preocupación de Dostoievski a la que usted hace referencia en su libro fue el impacto que sobre el individuo empezó a tener los nuevos medios de comunicación de la época.
Dostoievski reflexionó mucho sobre el sistema de los medios de comunicación modernos que se estaban creando a su alrededor y que él ayudó a modelar. En particular, estaba alerta de la escisión que crean esos medios entre la identidad individual y su imagen. Hasta cierto punto veo un vínculo directo entre Guy Debord y Dostoievski. Por eso he querido presentarlo como uno de los primeros teóricos de nuestro sistema de medios de comunicación contemporáneo.
Más información sobre Robert Bird: enlace.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: