Folclore y tradiciones relacionados con los doce meses del año

Dibujado por Niyaz Karim

Dibujado por Niyaz Karim

En Rusia cada mes tiene asociaciones literarias y folclóricas.

En Rusia, como en el resto del mundo occidental, el Año Nuevo se celebra conforme al calendario gregoriano. Pero la iglesia ortodoxa sigue utilizando el calendario juliano, que lleva trece días de retraso con respecto al primero. Por esta razón la Navidad ortodoxa no se celebra antes del Año Nuevo sino después, el 7 de enero. Pero lo más paradójico es que en ruso existe el concepto 'Viejo Año Nuevo' que, según el 'viejo' calendario, se festeja el 14 de enero. Lo viejo y lo nuevo coexisten, he aquí el oxímoron.

El segundo mes del año está marcado en el folclore con el proverbio: “Febrero, caminos tortuosos”, y en la literatura, con el famoso verso de Borís Pasternak: “Febrero. Saca tu pluma y llora”.

Marzo es el primer mes de primavera y un popular dicho advierte de que el frío todavía no se ha marchado. “Martok - nadevai dvoe portok”, o sea, “Es marzo, ponte dos pantalones”.

El primer día de abril es el Día del inocente, cuando es tradición tomarles el pelo a los otros. Por eso, se suele decir: “El 1 de abril no creo a nadie”. A finales de abril se suele celebrar la Pascua ortodoxa: la fiesta popular más famosa durante la época soviética, que oficialmente era antirreligiosa. En las tiendas, en aquellos tiempos, se vendían roscones de Pascua que se llamaban: “Pasteles de primavera”. El día de Pascua la gente se saludaba diciendo: “¡Cristo ha resucitado! ¡Ha resucitado de veras!”.

Tradicionalmente, los primeros diez días de mayo están repletos de fiestas. El Primero de mayo, que en la época soviética se celebraba como el Día de la Solidaridad Internacional de los Trabajadores, en la Rusia contemporánea se convirtió en el Día de la Primavera y el Trabajo. El 9 de mayo se celebra el Día de la Victoria, fecha en que se conmemora el día de 1945 en que la Unión Soviética triunfó sobre la Alemania nazi. Una canción que popular y que se considera una especie de himno contiene las siguientes líneas: “Día de la victoria, pólvora es tu olor, esta es una alegría con lágrimas en los ojos”. En el folclore mayo tiene asociaciones negativas, que se vinculan con un dicho: “V maie zhenitsia - vsiu zhizn maiatsia” o, en español, “cásate en mayo y sufre el resto de tu vida”.

Junio en Rusia también se asocia con la Segunda Guerra Mundial; precisamente la mañana del 22 de junio, después de la noche más corta del año, Alemania invadió la Unión Soviética. Desde 1992, poco después del derrumbe de la Unión Soviética, la fiesta nacional pasó a celebrarse el 12 de junio, día en que se adoptó la Declaración de la Soberanía Nacional de Rusia. En ese momento significaba la proclamación de la 'independencia' de Rusia (sin importar el hecho de que había sido la República central de la Unión Soviética), por eso este día también empezó a ser conocido como el Día de la Independencia. Sin embargo, dado que muchos ironizaban a propósito de que el país declarase la independencia de sí misma, la fiesta pasó a llamarse el día de Rusia.

Julio se conoce como “el apogeo del verano”; es el pico de la temporada de vacaciones, un tiempo despreocupado y relajado. Una de las películas más famosas de la década de 1960 se titula Lluvia de julio. La imagen de la lluvia de julio surgió de una canción que sonaba en un filme anterior de 1963, Shagaiu po Moskvé  (Un paseo por Moscú), y se convirtió en el símbolo de las esperanzas luminosas y pletóricas de la década de 1960: “Todo es bueno en el mundo y enseguida comprenderás por qué. Sólo fue una lluvia veraniega, un normal y corriente aguacero de verano”.

En agosto esa misma lluvia se percibe en llave menor, como el indicio del otoño que se acerca ya: “Pronto será otoño, agosto queda detrás de las ventanas, la lluvia ha oscurecido los arbustos, y sé que te gusto como una vez me gustaste tú”, reza otra canción popular de la década de 1960. La historia reciente de Rusia confirma la reputación de este mes como lúgubre y preñado de catástrofes: en 1991 se produjo el intento de golpe de Estado en la Unión Soviética, conocido como el Golpe de agosto,  que se prolongó durante tres días, entre el 19 y el 21 de agosto de 1991, cuyo objetivo era preservar la Unión Soviética, debido a que a algunos el programa de Gorbachov les parecía que había ido demasiado lejos, y que no se salió con la suya: la Unión Soviética dejó de existir en diciembre de ese mismo año.

El primero de septiembre, cuando comienza el año escolar, se llama oficialmente Día del conocimiento. Como dice la canción: “El otoño no preguntará, el otoño no vendrá. El otoño se quedará inmóvil con una pregunta en sus ojos azules. El otoño se cubrirá de lluvia y barrerá las hojas. Por las playas desiertas se arrastrará…”. Y aunque las playas se vacíen realmente, en septiembre ocurre el fenómeno del veranillo de San Martín, cuando durante algunos de los primeros días de otoño la temperatura asciende y hace un tiempo seco y soleado como en verano.

El otoño en la cultura rusa se considera el periodo más 'creativo', y en la lengua se refleja con un término acuñado: “El otoño de Boldino”. En esta estación de 1830 el poeta Alexander Pushkin escribió del tirón varias de sus obras maestras. Entretanto octubre es la época que está conectada con la mayor paradoja léxica e ideológica de la época soviética.

En 1917 la revolución bolchevique tuvo lugar el 25 de octubre y fue oficialmente llamada Gran Revolución Socialista de Octubre. Sin embargo, después de la adopción del calendario gregoriano en 1918, la fecha se 'desplazó' al 7 de noviembre. Durante muchas décadas el aniversario de la revolución se conmemoró ese día de noviembre, cuyo símbolo era el nombre de otro mes: “el Gran Octubre”.

Diciembre es el primer mes del invierno, que en una popular canción se asocia con tres caballos blancos: “Me llevarán, me llevarán al tintineante horizonte nevado tres caballos blancos, tres caballos blancos: diciembre, enero y febrero”.

Después del 21 de diciembre, el día más corto del año, empieza un periodo del que se dice: “El sol es para el verano y en invierno para el frío”. El 31 de diciembre todos se felicitan con la frase: “¡Feliz Año Nuevo! ¡Te deseo una nueva felicidad!”. Y todos empiezan a esperar esa nueva felicidad.

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