Un coreano nacionalizado, héroe ruso en Sochi

Víktor Ahn. Fuente: Ria Novosti

Víktor Ahn. Fuente: Ria Novosti

Víktor Ahn obtuvo el pasaporte en 2011 y en los Juegos de Sochi ha conseguido ya una medalla de oro y otra de bronce

Rusia ha ganado en Sochi ya dos medallas en un deporte sin ninguna tradición en el país, el patinaje de velocidad, y aun así a nadie ha sorprendido. Desde hace dos años y medio el equipo nacional cuenta con uno de los grandes especialistas mundiales en la disciplina. Ni el apellido (Ahn) ni los ojos rasgados del protagonista se corresponden con el estereotipo de ruso eslavo.

Y es que Viktor Ahn nació en Corea del Sur (Seúl, 1985), país para el que ganó tres oros olímpicos y cinco títulos mundiales. De hecho, ni siquiera se llama Viktor, su nombre original era Hyun-Soo hasta que se lo cambió a finales de 2011 cuando adoptó la nacionalidad rusa. Lo de Viktor, además de para facilitar la pronunciación a sus nuevos compatriotas, es en homenaje a un mítico cantante pop ruso de origen coreano, Víctor Tsoi, líder de la banda Kino, tristemente fallecido a la edad de 28 años.

Desavenencias irreconciliables con la federación de su país dejaron a Ahn fuera de Vancouver’10 y entonces, despechado, puso su ciudadanía poco menos que a la venta, al mejor postor.

“Fue la decisión más difícil de mi vida, pero el patinaje es para mí tan importante o más que la patria. No quería perderme otros Juegos Olímpicos”, confiesa el atleta, que se vio inmerso en un largo proceso legal para poder representar oficialmente a su nuevo país en competiciones internacionales.

Estados Unidos mostró interés en su incorporación, pero la mejor oferta fue la rusa. El anfitrión olímpico estaba inmerso en plena carrera por reflotar el nivel de sus deportes de invierno de cara a la cita de Sochi, tras un indigno decimoprimer puesto en el medallero hace cuatro años.

Y el ‘fichaje’ de Viktor Ahn ha resultado todo un éxito. Si el lunes ganaba el bronce en la prueba de 1.500 metros, el sábado subió a lo más alto del podio en su distancia predilecta, la del kilómetro, en lo que supuso el primer oro en patinaje de velocidad de la historia de Rusia. 

No pudo contener las lágrimas al escuchar el himno y recibir una medalla con la que había soñado durante ocho años. “Rusia me dio todo lo que necesitaba, se adaptó a las condiciones especiales de entrenamiento que necesitaba. Esta medalla demuestra que no me equivoqué”, comentó agradecido Ahn, que reside en Kolomna, en la región de Moscú, donde la federación de patinaje de velocidad ha establecido su base y ha construido unas instalaciones punteras. Junto a él se mudó su novia, la también coreana Woo Na-ri, que ha sido un gran apoyo en su adaptación al país. El presidente Putin ha tenido palabras de alabanza para el nuevo compatriota: “Nos ha enseñado los verdaderos valores del olimpismo”.

Un importante periódico coreano realizó una encuesta el año pasado y el 61% de sus lectores aprobaba la ‘huida’ del patinador tras quedarse fuera de los Juegos de 2010. Pero esa bendición ha cambiado en los últimos días, con los éxitos de Viktor (al que daban por acabado en 2008 tras una grave lesión) unidos a los decepcionantes resultados de la delegación coreana en Sochi hasta el momento.

El mismísimo presidente del país, Park Geun-hye, ha solicitado esta semana una investigación para aclarar las circunstancias del cambio de nacionalidad de Ahn. “Siempre habrá comentarios, no los puedo controlar, pero tampoco es mi problema”, declaró esta semana el protagonista, que poco a poco ya se va defendiendo en el idioma de su nuevo país, aunque todavía prefiere dar las entrevistas en su coreano. La Federación Rusa, en boca de su presidente, le ha ofrecido el puesto de seleccionador para cuando decida retirarse, aunque a sus 28 años aún le queda un ciclo olímpico en la élite.

En una reciente entrevista al periódico ruso Kommersant, Ahn comentó que tiene planeado quedarse a vivir en Rusia para siempre. El periodista trató de ponerle en un apuro preguntándole por su canción preferida del grupo Kino, en honor de cuyo líder escogió su nuevo nombre. Pero el patinador respondió sin dudar: 'Gruppa Krovi' (‘Grupo sanguíneo’). 

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