Mijaíl Prójorov se convirtió en el primer no estadounidense en comprar una franquicia de la NBA. Fuente: Ria Novosti
En 2010 Mijaíl Prójorov se convirtió en el
primer no estadounidense en comprar una franquicia de la NBA, pagó 200 millones
de dólares por la propiedad del 80 % de los Nets. Su desembarco ha sido de todo
menos discreto. En sólo tres años cambió la residencia del equipo (de Nueva
Jersey a Brooklyn) e inauguró un pabellón formidable. Pero en la pista no
llegaban los resultados, así que este verano Prójorov ha cortado por lo sano,
fichando de una tacada a cuatro de los mejores veteranos de la liga para elevar
instantáneamente al equipo a la categoría de candidato formal al título.
Hoy arranca la temporada 2013/14 en la NBA con los Brooklyn Nets como plantilla
con diferencia más cara de la competición, 101 millones de dólares de gasto
sólo en salarios de jugadores, 16 más que el segundo. Eso a pesar de que uno de
los fichajes estrella, el ruso Andréi Kirilenko, aceptó un salario muy por
debajo de su caché para recalar en el equipo de su compatriota. Tanto, como que
rechazó 10 millones garantizados para la próxima temporada en su anterior
equipo, los Timberwolves, para firmar un contrato de dos años a razón de tres
millones cada uno. La liga abrió una investigación sobre la transparencia del
contrato de Kirilenko ante las sospechas e insinuaciones de otros equipos.
Con la intención de equilibrar la competición, en la NBA existe un límite
salarial, fijado en unos 73 millones por franquicia. Por cada dólar de más que
un equipo gaste en salarios tendrá que pagar a la liga entre 1 y 3,75 en
concepto de multa (impuesto de lujo), que después se reparte entre el resto que
sí cumplen la norma. Ahí residiría el supuesto interés de los Brooklyn Nets de
ocultar parte del salario real de Kirilenko, evitar inflar aún más su ya de por
sí abultado impuesto de lujo (que se encuentra en el tramo más alto, al superar
en más de 20 millones el tope salarial). Si Kirilenko cobrase en Brooklyn los
10 millones que le ofrecía Minnesota, la franquicia tendría que abonar una
multa de 37,5 millones. Como oficialmente ‘sólo’ cobra 3, la multa se queda en 11.
Andréi Kirilenko. Fuente: Ria Novosti / Ilia Pitalev
Entre las sospechas de los otros equipos está que Kirilenko recibiría en Rusia
una parte no declarada de sueldo, imposible de rastrear para la NBA. Claro que
en ese tipo de acusaciones entran también en escena los prejuicios por el
origen ruso del jugador y del dueño de la franquicia. A algunos no les entra en la cabeza que un
profesional renuncie a dinero por darse una oportunidad de ganar (Minnesota es
una franquicia perdedora y los Nets un candidato al título) o por el gusto de
militar en el equipo de un amigo (la relación Kirilenko-Prójorov va más allá de
lo profesional).
“No puedo controlar este tipo de tumores y teorías
conspiratorias. Debe tratarse de alguna historia tipo Rusia, KGB, etc. Llevo 12
años jugando en la NBA, respetando sus normas, pero lamentablemente es muy
difícil acabar con antiguos estereotipos”, declaró Kirilenko, que tiene ya 33
años.
La investigación de la NBA se cerró sin encontrar ninguna irregularidad en su
fichaje por los Nets. “Entiendo que la oferta económica no es buena, no voy a
ganar todo lo que podría. No estoy seguro de que la hubiese aceptado diez años atrás, pero en este momento de mi carrera sin duda es la mejor decisión
posible para aprovechar una opción de ganar la NBA. No digo que vayamos a ganar
el anillo, pero por primera vez en mi carrera empiezo una temporada con
posibilidades reales de ganarlo”.
Récord de rusos en la NBA
Esta será la temporada con más rusos en la historia de la liga americana,
cuatro. Además de Kirilenko, destaca el debutante
Sergey Karasev, número 19 del
último draft, procedente del Tryumph
Lyubertsy moscovita y con 20 años, cumplidos esta semana. Viendo sus números en
pretemporada (promedios de 8 puntos en 24 minutos), parece que Karasev contará
desde el principio en la rotación de los Cleveland Cavaliers, uno de los
proyectos jóvenes más prometedores de la NBA.
Serguéi Belov, el jugador que bajó a la Tierra al baloncesto norteamericano
Aleksey Shved (24 años) afronta su
segunda temporada en América tras ser de lejos el mejor de la desastrosa
selección rusa en el Eurobasket de Eslovenia.
Su primer curso en los Timberwolves de Minnesota dejó buen sabor de
boca, firmando promedios de 9 puntos y 4 asistencias en 24 minutos, pese a una
floja recta final de temporada. La llegada este verano al equipo de un escolta
de primer nivel como Kevin Martin podría limitar sus minutos en pista.
El cuarto en discordia sería el pívot Timofey
Mozgov. Tras un par de años de ostracismo en Denver, recibió este verano
una oferta formal para regresar a Rusia (Kuban Krasnodar), pero finalmente
renovó por Denver, 9 millones de dólares por dos temporadas. A pesar de la
jugosa renovación, Mozgov sigue sin apenas contar en Denver (menos de 15
minutos por partido en pretemporada), donde este curso se encontrará el mismo o
hasta más overbooking que el año pasado en puestos interiores. Si se confirma
su papel residual en la rotación, dado su salario y la escasez de pívots en el
mercado, no sería extraño que Mozgov saliese de Denver antes de finalizar su
contrato, utilizado como moneda de cambio en un traspaso múltiple.
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