La cooperación va desde el intercambio cultural hasta la cooperación técnico-militar. Fuente: AP
En los últimos años, América Central se ha convertido en una región clave para la política exterior de la Federación Rusa, y Nicaragua, en particular, ha sabido aprovechar la oportunidad de generar un vínculo especial de cooperación dentro de este marco.
Las relaciones bilaterales entre Managua y Moscú no son nuevas. Ya en la época soviética, los sandinistas liderados por Daniel Ortega, que llegaron al poder en Nicaragua en 1979 tras la dictadura de Somoza, supieron convertirse en un eslabón clave de la influencia soviética en la región. Aunque durante la década de los 90, con la desintegración de la Unión Soviética y el fin del gobierno sandinista en Nicaragua, las relaciones entre ambos países fueron prácticamente suspendidas.
A partir de la vuelta al poder de Ortega en el año 2007, el vínculo con la potencia euroasiática resurgió, multiplicándose hacia diversos campos de cooperación. Federico Heevel, Director del Observatorio de Nicaragua del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI), sostiene que “el acercamiento entre Moscú y Managua responde a una estrategia del Kremlin que busca una mayor influencia política, económica y militar en Centroamérica; y a su vez, por parte del presidente Daniel Ortega, se basa tanto en lograr un mayor respaldo internacional para legitimar sus proyectos políticos en el país así como una mayor asistencia económica, cultural y militar”.
En el año 2008, por ejemplo, el entonces presidente ruso Dmitri Medvédev se reunió con Daniel Ortega en el marco de la Conferencia de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) que se llevó a cabo en Caracas, Venezuela. Unos meses antes, el mandatario nicaragüense había reconocido formalmente a las repúblicas de Abjazia y Osetia del Sur, en claro apoyo a Moscú tras la guerra ruso-georgiana. Poco tiempo después, Rusia decidió fortalecer este vínculo con Managua ofreciéndole dos modernos helicópteros de regalo a las Fuerzas Armadas de Nicaragua y comenzando un plan de “asistencia financiera no-reembolsable” por un total de 10 millones de dólares.
Según Orlando Solórzano, ministro de Fomento, Industria y Comercio de Nicaragua, este año su país recibirá 30.000 tractores y 50 cosechadoras del gobierno de Rusia para aumentar su capacidad productiva en el campo, así como también obtendrá 100.000 toneladas de trigo en calidad de donaciones. Gracias a estas donaciones que viene recibiendo Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega pudo sostener el precio de la harina y sus derivados en el país.
Para asegurar la continuidad de estos planes, durante el próximo mes de julio, se llevará a cabo una reunión de la Comisión Mixta Federación Rusa-Nicaragua.
En el campo de la cooperación científico-tecnológica, la Asamblea Nacional de Nicaragua ratificó la creación del Instituto de Rusia de Ciencia, Tecnología y Cultura en su país. Según Jacinto Suárez, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea, el Instituto servirá al objetivo de capacitar jóvenes, otorgándole diferentes becas, colaborando en la divulgación de la cultura entre ambos pueblos.
Además, este año se ha firmado un convenio para la utilización pacífica del cosmos, donde se plantea que los usuarios de internet en Nicaragua se vean altamente beneficiados una vez que el sistema ruso de Posicionamiento y Navegación Satelital Global (GLONASS) finalmente se instale. Este sistema sería competidor del actual GPS norteamericano.
Por último, en el área de la seguridad, Rusia se encuentra cooperando fuertemente con Nicaragua en materia de lucha contra el terrorismo y el tráfico de drogas. El país centroamericano se encuentra en una posición geográfica estratégica para el transporte ilegal de sustancias, dado que tiene acceso a los océanos Atlántico y Pacífico, y sus largas costas hacen muy difícil su control efectivo. Esto convierte a Nicaragua en una de las principales víctimas del narcotráfico, junto con Costa Rica y Honduras.
En marzo de este año, Víctor Ivanov, director del Servicio Federal de Control de Estupefacientes, participó en Nicaragua de la creación del Centro de Capacitación Antidrogas de Centroamérica, sito en Managua, mientras que el mes pasado, el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, el General Valeri Gerasimov, también inauguró allí un centro ruso de preparación de especialistas para las tropas de tierra que lleva el nombre de “Gueorgui Zhúkov”, ffamoso mariscal de la Unión Soviética.
El gobierno ruso también le brindará diversos equipamientos y armas a las fuerzas de seguridad de Nicaragua, además de una flota de vehículos blindados tipo Tigr, de producción rusa.
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