Pistas para disfrutar del 'Fausto' de Sokúrov

Fotograma de Fausto de Sokúrov. Fuente: Kinopoisk.ru

Fotograma de Fausto de Sokúrov. Fuente: Kinopoisk.ru

El mes pasado se estrenó en la Cineteca Nacional de la Ciudad de México la película Fausto dirigida por el conocido director de cine ruso Alexander Sokúrov.

La película se realizó en el año 2011 y está basada en el célebre personaje de Goethe. Se trata del último filme de la tetralogía sobre el poder, habiendo filmado anteriormente Moloch sobre Hitler, Taurus sobre Lenin y El Sol sobre Hirohito.

Sokúrov saltó a la fama cuando realizó la sorprendente película El Arca Rusa  en 2002 en una sola toma sin cortes y en una sola locación, un gigantesco travelling por los salones del museo del Hermitage. Esta proeza fue posible gracias a la utilización de lo que entonces era una novedad: el vídeo digital de alta definición.

Yo utilizo constantemente esta maravillosa película en mis clases sobre lenguaje cinematográfico para ejemplificar a mis alumnos las enormes posibilidades que tienen las nuevas tecnologías cuando se ponen al servicio del talento y la creatividad.

Así las cosas, Faustoes todo lo contrario a El Arca Rusa, ya que es una película filmada en muchos episodios utilizando varias cámaras y centenares de tomas. Hay algunas secuencias largas y otras cortas, además de una narrativa nerviosa y de difícil comprensión.

Rodada en alemán, los personajes no dejan de parlamentar ni un segundo, ensimismándose los unos sobre los otros sin permitir al espectador un segundo de respiro. Se trata de un film denso, pesado, pero sin embargo, fascinante por la selección de rostros de los personajes, lo bien cuidado del vestuario, la utilería y sobre todo las sorprendentes localizaciones y sets, exteriores e interiores.

Esto hace que el espectador no pierda ni un segundo la atención en la pantalla y siga la trama con singular interés. El estilo singular de Sokúrov y su muy personal punto de vista del Fausto de Goethe se ve reflejado en la escena donde Fausto firma la carta al vender su alma a Mephisto, y antes de firmarla le corrige al diablo las faltas de ortografía y de sintaxis, errores cometidos por un sujeto inculto, y es que claro, Mephisto es eso, un iletrado.  

Cuando fui miembro del jurado en el 20º Festival Internacional de Cine de Moscú en 1997, entregamos a Sokúrov el premio especial del jurado por su película Madre e hijo.

Con ese premio comenzó una exitosa trayectoria por los festivales de cine más importantes del mundo. También contribuyó que lo calificaran como heredero de Andréi Tarkovski.  Yo no lo creo. Cada uno de ellos tiene su propia personalidad y estilo. Sokúrov no es  heredero de nadie.

Yo también conocí a Tarkovski en el VGIK (Instituto Estatal de Cinematografía de la Unión Soviética) y no por eso me considero su heredero. Es evidente que todos somos diferentes. En otra ocasión contaré mi relación y amistad con Tarkovski.

Para complementar el cuadro habría que ver igualmente el  clásico del cine mudo Fausto dirigido por F. W. Murnau. Genial película muda, que a pesar de haberse filmado hace muchos años sigue estando a la par del film de Sokúrov.

Fausto de Alexander Sokúrovganó el Leon de Oro del Festival de Venecia en 2011. Y ha tenido recientemente una exitosa exhibición en la Cineteca de la Ciudad de México.

Debo añadir par finalizar, que apoyo totalmente la lucha que lleva Sokúrov con otros colegas directores de cine para conservar los Estudios de Cine “Lenfilm” de San Petersburgo.

Por desgracia hace muy poco falleció el gran director de cine Alexéi Guermanque libró una larga batalla contra las autoridades de la ciudad de San Petersburgo para preservar esos estudios. Yo mismo rodé allí en 1986 mi película Esperanza, (Nadezhda) por lo que le guardo mucho cariño a Lenfilm y a la ciudad de San Petersburgo, o Leningrado que así se llamaba cuando la conocí.

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