Putin ya había garantizado en diciembre
pasado la expedición de un pasaporte ruso al artista francés si este
decidía definitivamente renunciar a su ciudadanía original, aunque
destacó que "él (Depardieu) se considera francés".
"Él se
considera europeo y ciudadano del mundo. Pero quiere mucho a su país, su
cultura y la vive. Estoy seguro de que ahora no está atravesando un
buen momento, pero esto acabará", apuntó.
Putin subrayó que los artistas son personas con "un espíritu especial" y que "es fácil herir sus sentimientos".
"Estoy convencido de que los máximos dirigentes (de Francia) no
querían herir a Depardieu, pero como cualquier funcionario de alto o
medio rango siempre defendemos nuestra política y las decisiones
tomadas", dijo.
El Kremlin se había tomado en un principio a
broma las afirmaciones de Depardieu quien, según el diario "Le Monde",
dijo que el presidente ruso le había enviado un pasaporte.
El
actor, de 64 años, anunció hace unas semanas el traslado de su
residencia fiscal a la localidad belga de Néchin, a apenas un kilómetro
de la frontera francesa.
Su decisión fue tachada de
"lamentable" por el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, lo que
indignó a Depardieu, quien reaccionó anunciando su voluntad de renunciar
la nacionalidad francesa.
Depardieu aseguró hace unos días
que no reconsideraría su decisión después de que el Consejo
Constitucional francés rechazara esa medida anunciada por el presidente,
François Hollande
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