La historia de Rusia a través de los adornos de Navidad

Fuente: Elena Pochetova

Fuente: Elena Pochetova

Descubrimos algunas colecciones de adornos navideños, a través de estas antigüedades nos asomamos a las historia de Rusia.

"Los adornos traen felicidad" 

Serguéi Romanov, 41 años. Restaurador. Tiempo de la colección: 27 años. 

“La historia de la colección comenzó con un accidente doméstico: cuando tenía 14 años nuestro gato tiró el abeto y se rompieron los adornos antiguos que tanto nos gustaban. eran de cuando mis padres eran niños. Decidí encontrar los mismos. Entonces pregunté a familiares y conocidos, y fui a mercados de antigüedades. Finalmente reuní muchos más juguetes de los que tenía antes el árbol. Así fue como surgió una colección con la que quería fundar un museo del juguete en Moscú. 

Hace tiempo visité las fábricas que hacían decoraciones para árboles de navidad, trabajé sobre archivos fotográficos, estudié toda la producción. Y te digo una cosa, los juguetes antes se hacían de calidad. Como dicen los especialistas eran auténticas esculturas, trabajadas hasta el detalle. 

Colecciono adornos de árboles de Navidad para que la gente que viene a mi exposición recuerde la infancia y vuelva a ese estado de felicidad, que es básicamente la niñez. Los "abeteros", como llaman a los coleccionistas, van a las exposiciones por razones completamente distintas. Por ejemplo, para ellos es muy importante saber si “compadre Calabaza” estaba en el pack de juguetes de "las aventuras de Cipollino" o no. 

“Es imposible encontrar dos colecciones idénticas”

 Marina Sergunina,52 años. Ama de casa. Tiempo de la colección: 7 años. 

Mi colección comenzó cuando mi hijo creció y pensé qué tipo de juguetes educativos le iba a regalar. Saqué de una estantería unos viejos adornos de Navidad, entre los que había todo tipo de pepinos y tomates de cristal. A partir de ese momento comencé a juntar adornos y la afición creció hasta convertirse en una colección. 

La historia de los adornos de Navidad en Rusia es única. A través de ella se puede estudiar la evolución de la industria aeronáutica, la conquista del Ártico, la del cosmos. En la época soviética salieron series de adornos con motivos de cuentos populares. Por ejemplo, en todo el país se vendió una serie del "Doctor Aibolit", pero es imposible encontrar dos colecciones idénticas. Y esto era por una razón muy sencilla, en las cubas de colores al inicio de cada turno vertían colores nuevos y las diferentes partidas de adornos salían con tonos diferentes. Pero en verano, cuando no había que "acelerar el plan" se pintaban los adornos con más cuidado y salían mejor dibujados. 

“Tengo una colección de Ded Moroz” 

Larisa Petrikova, 60 años. Artista. Tiempo de la colección: 20 años. 

En los años 90 vino de Occidente la moda de adornar todos los árboles de la misma manera. La gente se lanzó hacia la novedad y se tiraron los antiguos adornos. 

Comprendí que si no comenzaba a reunirlos, esta riqueza se perdería y que no habría nada que enseñarles a nuestros nietos. La mejor época de los adornos navideños fue en los años 50, que coincidió con mi infancia. En aquel entonces el Año Nuevo se celebraba de una manera que hoy en día se ha perdido en gran parte. 

En casa se ponía un árbol natural que llegaba hasta el techo, debajo estaba Ded Moroz y los niños iban a las casas de sus amigos a ver el árbol. Cada uno tenía uno distinto, aunque los adornos se compraban en las mismas tiendas, pero había mucha variedad. 

En mi colección hay muchos Ded Moroz distintos. Por ejemplo, los que se hacían en Ucrania tenían la chaqueta roja con pantalones azules o con bigotes de cosaco. Expongo mi colección en muestras, la gente la visita para recordar su infancia: los adornos antiguos son muy espirituales, eso es lo que falta hoy en día. 

Tatiana Bocharova, 53 años. Ingeniera. Tiempo de la colección: 4 años. 

Comencé a coleccionar adornos de navidad hace relativamente poco. En los últimos años hay mucha gente que se dedica a esto y la competencia para comprar juguetes antiguos es enorme. 

Los juguetes únicos son bastante caros, como cualquier antigüedad. A mí los que más me interesan son los juguetes de algodón y de cartón. Es muy difícil comprarlos, por lo que han aparecido muchas copias modernas que son difíciles de distinguir del original hasta para los coleccionistas con experiencia. 

Me gustan las series de juguetes con las que se puede seguir la historia de nuestro país. Por ejemplo, antes de la Segunda Guerra Mundial se vendían juguetes de cartón: soldados del Ejército Rojo, tractores, coches, dirigibles, tengo de todos esos en mi colección. 

Tengo unas ganas enormes de conseguir juguetes relacionados con la construcción del metro, ya que trabajo en este sector. Son muy escasos, he leído que existen, pero nunca los he visto. 

Artículo publicado originalmente en Kommersant

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