Capablanca llegó al San Petersburgo en 1914, como miembro del consulado cubano. Trabajaba en el servicio diplomático desde los 26 años.
Fue precisamente en San Petersburgo donde se conocieron los dos grandes ajedrecistas, Capablanca y Alejin, que posteriormente, se convirtieron en irreconciliables adversarios.
En 1914 todavía eran amigos y Alejin, que en San Petersburgo fue tercero, no ocultó su admiración por el juego del cubano. En ese mismo año, Capablanca visitó Moscú donde realizó cinco partidas simultáneas. La gira del cubano causó un gran impacto entre los ajedrecistas moscovitas e hizo que el interés por esta disciplina creciera enormemente.
En noviembre de 1925 Moscú celebró el primer campeonato internacional de ajedrez, en esta época no había relaciones diplomáticas entre la joven república soviética y Cuba.
La prensa extranjera de la época estaba llena de rumores sobre los "horrores del país de los bolcheviques", pero a pesar de eso, Capablanca toma la decisión de ir a Moscú.
Antes de ir dejó escrito un testamento a su hijo. La gira fue un éxito. El campeón del mundo era recibido en todos lugares con aplausos: durante el torneo, en los teatros, en las calles.
Incluso se pusieron de moda las corbatas y los gemelos "a la Capablanca", un adorno a cuadros que se colocaba sobre cualquier prenda: desde los pañuelos al abrigo. Las columnas de ajedrez de los principales periódicos comenzaron a ser extraordinariamente populares.
El director de cine Vsévolod Pudovkin incluso rodó una película La fiebre del ajedrez, cuya acción tenía lugar en Moscú durante el campeonato internacional.
Toda la ciudad tiembla con la fiebre del ajedrez. Un joven apasionado de este deporte falta a su propia boda, la novia está desesperada. Entonces, el campeón del mundo es el único que puede salvar personalmente a la pareja del desastre.
José Raúl Capablanca se interpretó a sí mismo en la película.
También se rodaron documentales. La participación de Capablanca en el campeonato de Moscú de 1925 superó por su importancia los límites del ajedrez.
El cubano se convirtió en uno de los primeros miembros de la cultura mundial que rompió directamente el bloqueo al que estaba sometida entonces a la URSS. Nada más saber que el 'gran Capa' había decidido ir a Moscú, otros maestros extranjeros se lanzaron detrás.
Moscú recibió cálidamente a Capablanca otras dos veces más, en los torneos de 1935 y 1936. En el último, el tercer torneo internacional de Moscú, obtuvo una brillante victoria.
Solía decir que en ningún otro sitio del mundo el Estado mostraba tanta inquietud por los avances del ajedrez. Además recalcó que sin un representante de la URSS ningún campeonato podía ser considerado de prestigio. En total, Capablanca estuvo cinco veces en Rusia.
El disputado campeonato del mundo de 1927
La derrota más dura de José Raúl Capablanca también está relacionada con Rusia. Aunque el campeonato del mundo de 1927 tuvo lugar en Argentina, el 'gran Capa' perdió el título contra un ajedrecista ruso, Alexánder Alejin.
"¿Cómo se sintió Capablanca después de su derrota? Parece ser que quedó conmocionado. Pero nos despedimos amistosamente", recuerda Alejin.
La partida por el título del mundo de ajedrez entre el campeón del mundo José Raúl Capablanca y el aspirante al título Alexánder Alejin, tuvo lugar entre el 16 de septiembre y el 29 de noviembre de 1927 en Buenos Aires.
Según el reglamento, la partida se jugaría a seis victorias, sin tener en cuenta las tablas. Capablanca estaba convencido de que iba a ganar el duelo, más aún cuando en 14 años (desde 1913 a 1927) Alejin no le había ganado ni una partida. La mayoría de los aficionados eran de la misma opinión.
Sin embargo, la primera partida la ganó el aspirante y se demostró lo ilusorio de los cálculos del campeón del mundo. Fue la más larga de su época y en total se enfrentaron 34 veces.
Capablanca perdió por 3 a 6 (con 25 tablas), y perdió el título de campeón del mundo mientras que Alexánder Alejin se convertía en el cuarto campeón del mundo de la historia del ajedrez.
Capablanca también estaba unido a Rusia por cuestiones sentimentales. Estuvo casado con una representante de la emigración rusa, Olga Chegodaeva. "Era un auténtico caballero", escribió en sus memorias sobre su marido.
Capablanca se fue del mundo del ajedrez demasiado pronto, a los 53 años. Alejin declaró: "Con su muerte perdimos a un inmenso genio del ajedrez, un genio como nunca veremos".
Pero su memoria sigue viva todavía. En Moscú a menudo se le dedicaban veladas solemnes, en las que participaban campeones del mundo soviéticos, participantes de los campeonatos cubanos y autores de publicaciones sobre su vida.
En diciembre de 1987, hace justo 25 años, tuvo lugar el estreno de la producción soviético-cubana 'Capablanca' sobre el campeonato de 1925.
En 1988 en Moscú se celebraron los 100 años del nacimiento del genio del ajedrez. Entre el 17 de marzo y el 3 de abril de 2012, se celebró un campeonato en la Casa Central del Ajedrez de Moscú, dedicado a su memoria.
Es significativo que durante una partida reciente por el título del mundo entre Anand Gelfand, que tuvo lugar en Moscú en mayo de 2012, se proyectara por las pantallas del Art-muzee la película de 1925 'La fiebre del ajedrez', cuyo protagonista era Capablanca.
Capablanca sigue siendo la meta de los ajedrecistas rusos. Anatoli Karpov, doce veces campeón del mundo, al ser preguntado cuál era su ideal en el ajedrez, respondió: "El ideal solo puede ser una imagen colectiva. Lo más cerca que hay en mi opinión es José Raúl Capablanca".
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