Así, todo apunta a que éstos serán los
destinos elegidos por los extranjeros de esas nacionalidades que opten
por invertir en el mercado inmobiliario español, atraídos por la
propuesta del Gobierno para dar salida al stock de vivienda.
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, anunció ayer
que el Ejecutivo estudia cambiar la Ley de Extranjería para otorgar el
permiso de residencia a quienes adquieran una vivienda en España por
importe superior a 160.000 euros.
García-Legaz explicó que
esta iniciativa está especialmente enfocada al mercado ruso y chino, que
el cambio normativo se pondrá en marcha en "algunas semanas" y que su
objetivo es reactivar la demanda exterior y contribuir a reducir el
stock de oferta de viviendas".
Hasta el momento, el padrón
muestra que la población china y rusa que vive en España sólo supone el
4,1 % del total de extranjeros, porcentaje que podría incrementarse de
aprobarse la propuesta del Gobierno.
Se trata de dos grupos de
ciudadanos con muy poca presencia en España: 175.813 chinos y 57.275
rusos, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) a 1 de
enero de 2012, y con una distribución geográfica muy diferente, ya que
mientras los ciudadanos rusos se concentran en las zonas costeras, los
chinos lo hacen en las grandes ciudades.
También el perfil del
inversor inmobiliario de ambas nacionalidades es muy diferente y, si
bien el ciudadano ruso que actualmente reside en España podría adecuarse
al perfil que busca el Gobierno, no ocurre lo mismo con los residentes
chinos.
Los ciudadanos rusos, por ejemplo, adquirieron en 2011
un total de 1.645 viviendas en España, el 7,86 % de las compradas por
extranjeros, y lo hicieron, fundamentalmente, con fines turísticos.
Se situaron en el cuarto puesto en cuanto a compra de inmuebles por
extranjeros, sólo por debajo de Reino Unido, Francia y Alemania.
Además, más de la mitad de las viviendas adquiridas por rusos, el 56
%, eran nuevas y la superficie de la mayoría de ellas excedía los cien
metros cuadrados.
Por el contrario, el perfil del comprador
chino es el de un ciudadano que llega a España con fines laborales,
ocupando el primer puesto entre los extranjeros que invierten en el
mercado inmobiliario español por ese motivo.
Las viviendas que
adquieren estos ciudadanos, según datos de 2011 del Colegio de
Registradores de la Propiedad, Bienes Muebles y Mercantiles de España,
son en su mayoría (el 68 %) de segunda mano y con una superficie de
entre 60 y 80 metros cuadrados.
Además, los ciudadanos chinos,
junto con los rumanos y los argentinos, encabezan el listado de
ciudadanos extranjeros con mayor peso relativo en la compra de viviendas
de menor superficie (menos de 40 metros cuadrados)
La
comunidad china supone el 3,1 % de los 5,7 millones de extranjeros
empadronados en España, pero se trata del grupo de ciudadanos que mayor
crecimiento ha experimentado en un año, con el 5,2 %, sólo superado por
los pakistaníes, con un 13,5 %.
Las personas de nacionalidad
rusa apenas representan el 1 % del total de extranjeros residentes en
España con 57.275 ciudadanos empadronados y un crecimiento prácticamente
nulo en un año.
En el caso de los rusos, se trata de
ciudadanos afincados principalmente en localidades de la Costa Brava
(Cataluña), donde hay 17.514 empadronados, en la costa levantina
(Comunidad Valenciana) con 14.314, y en la Costa del Sol (Andalucía),
con 11.445 inscritos.
El resto de los ciudadanos rusos se
reparten por todo el territorio nacional, pero en cifras muy inferiores,
como las de Madrid, con 4.111 rusos empadronados, Canarias (2.239),
Baleares (1.417) o Murcia (1.379).
La distribución de los ciudadanos chinos residentes de forma legal en España no está tan concentrada en las costas españolas.
Las comunidades con más chinos empadronados son Cataluña, con 49.290,
y Madrid, con 46.032, seguidas muy de lejos por la Comunidad Valenciana
(19.344), Andalucía (17.789) y Canarias (8.406).
Los últimos
datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, correspondientes a
junio de este año, indican que no todos los chinos y rusos empadronados
en España tienen certificado de registro o tarjeta de residencia en
vigor.
Así de los 175.813 chinos empadronados, casi la
totalidad, 174.585, poseen certificado de registro o tarjeta de
residencia, mientras que de los 57.275 rusos empadronados, sólo 40.386
poseen uno de los citados documentos.
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