Particularidades del mercado laboral ruso

La movilidad es mucho mayor que en Europa y faltan trabajadores técnicos cualificados. Fuente: PhotoXpress

La movilidad es mucho mayor que en Europa y faltan trabajadores técnicos cualificados. Fuente: PhotoXpress

Los expertos constatan que la estructura laboral de la época soviética, donde lo normal era trabajar durante mucho tiempo en la misma empresa, es cosa del pasado. Ahora el nivel de movilidad laboral en Rusia es superior que en Europa. Para la economía esta tendencia conlleva aspectos positivos y negativos.

Los rusos cambian de trabajo más a menudo que los europeos. Según datos de Rosstat, el Servicio Federal de Estadística, el 11% de la población ocupada trabaja menos de un año en un puesto de trabajo, con la particularidad que 700.000 de ellos, lo hace menos de un mes. Los expertos consultados por Rusia Hoy difieren en el diagnóstico.

Una de las principales ventajas, que destacan los especialistas, consiste en que los ciudadanos se van librando gradualmente del prejuicio soviético que rezaba: “es malo cambiar de trabajo a menudo”. Efectivamente, en la Unión Soviética existía la tradición de poner la etiqueta de 'cagaoficios' a  aquellas personas que eran demasiado caprichosas a la hora de elegir el lugar de trabajo. A esta categoría de ciudadanos se les podía reprender públicamente y les dedicaban folletones y caricaturas. Se intentaba hacerles la vida más difícil por todos los medios.  

Actualmente la tasa de paro en Rusia es del 5,2%. El mínimo histórico desde la caída de la URSS.

“Rusia es un país con un modo de vida bastante tradicional y si algún tipo de tendencia se ha convertido en habitual eso significa que lo ha hecho para mucho tiempo. En general no está mal que hayan empezado a rechazar gradualmente los estereotipos soviéticos y elijan ahora  trabajo según sus gustos”, reflexiona el sociólogo Zajar Gotovtsev.

Empleos más cualificados

Los especialistas apuntan también a otros factores positivos. Por ejemplo, el consejero del Instituto de Desarrollo Contemporáneo, Nikita Maslennikov, relaciona la alta movilidad laboral con el cambio de orientación en la economía hacia tecnologías de innovación.  


“La gente intenta dejar los trabajos físicamente duros y mal pagados por trabajos intelectualmente más cualificados, lo que estimula el desarrollo del sector donde se crea un producto con un alto valor añadido”, considera Maslennikov.

Según el experto, se observa un desplazamiento de la fuerza de trabajo desde sectores como la agricultura y la producción de bienes hacia los servicios y las altas tecnologías. Maslennikov valora como positiva esta tendencia, sin embargo esta opinión no es unánime.

“Actualmente en el segmento agrícola y de producción, el mercado del trabajo ahora es muy reducido. Hay pocos especialistas y los que hay valen su peso en oro”, asegura el analista de la empresa RBK Timoféi Shatskij.

Según este experto, los buenos productores no son partidarios de cambiar con frecuencia de puesto de trabajo, y la migración tiene lugar principalmente en la esfera de los servicios y de las profesiones creativas. Al mismo tiempo a menudo la inmigración tiene que ver con la baja calificación


“En Rusia hay pocos centros de enseñanza superior que enseñen bien Relaciones Públicas, y por eso hay pocos especialistas con experiencia. Son autodidactas o simplemente gente con pretensiones. Por eso son habituales los casos en que el empresario, tras contratar a un nuevo trabajador, ve al cabo de un cierto tiempo que sus resultados no se corresponden con lo que había dicho que sabía en la entrevista y decide despedirlo. De aquí viene que haya tanto movimiento”, considera Shatskij.

Los representantes de importantes empresas industriales confirman que es mucho más difícil encontrar un obrero cualificado que un oficinista. Concretamente la empresa 'Norilski níquel' se encontró con un fenómeno parecido.

“Hay muchos economistas y abogados que querrían trabajar con nosotros pero poco personal técnico cualificado. El concurso para este tipo de vacantes es reducido, hay que trabajar con ellos de forma estrecha: utilizar todos los métodos posibles para atraer especialistas”, explica la directora del departamento de personal de “Norilski níquel”, Irina Makéyeva.

Sin embargo, entre este tipo de trabajadores prácticamente no hay fugas de personal.

En este contexto, la iniciativa del gobierno de anular la cartilla laboral resulta muy actual. Se trata de una reminiscencia más del pasado soviético: un documento especial donde se van introduciendo todos los datos sobre los años de antigüedad en el trabajo y que hay que presentar al empezar a trabajar en un nuevo puesto.

Como es natural, esto provoca un gran tejemaneje de papeles y una enorme cantidad de trabajo burocrático que no tiene demasiado sentido. Por eso, si finalmente anulan las cartillas laborales multitud de funcionarios y trabajadores de personal en toda Rusia respirarán aliviados.

Sin embargo, no queda claro cómo se podrá verificar la información sobre la experiencia laboral. Se plantea entonces la siguiente pregunta, ¿la anulación de las cartillas laborales no implicará que haya engaños masivos y, en consecuencia, que el personal dure poco en un puesto?

El sociólogo Zajar Gotovtsev está convencido de que no será así. “Se entiende que más pronto o más tarde aparecerá el problema de tener que verificar la información que presente el trabajador. En realidad este problema también existe ahora.

La cartilla laboral no es nada del otro mundo y es muy fácil falsificarla. Por eso, durante el proceso de selección una empresa seria hace pasar a los candidatos por varios controles complementarios. Además, la anulación conllevará que se empiece a confiar más en las cartas de recomendación, así como en la reputación del trabajador. Es decir, contribuirá a que el gremio esté más cohesionado. Y como consecuencia, a los que se las dan de especialistas sin tengan más difícil encontrar trabajo porque nadie les conocerá o conocerán precisamente su lado oscuro”.

Los expertos destacan que si en el sector de la producción y entre el funcionariado empieza a funcionar este mecanismo los especialistas entonces mejorarán también sus condiciones de trabajo.

Y, como consecuencia, también se frenará la fuga de personal. Aunque la otra cara de la moneda es que aumentará la cantidad de parados, situada en una tasa de 5,2%. Pero se plantea una disyuntiva: o trabajar en unas condiciones dignas, aunque con una dura competencia, o colocarse con facilidad en cualquier puesto pero en unas condiciones menos ventajosas.

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