El índice de popularidad de Putin comienza a caer

El índice de popularidad de Putin comienza a caer. Fuente: ITAR-TASS

El índice de popularidad de Putin comienza a caer. Fuente: ITAR-TASS

Activo, físicamente fuerte y sensato, un político en la plenitud de sus fuerzas. Así es como ven los rusos, según los datos de las encuestas, a Vladimir Putin. Al mismo tiempo los expertos constatan que el pico de popularidad de Putin ha pasado desciende de forma inevitable.

Sesenta años no son edad para un político. A principios de octubre Vladímir Putin celebró otro cumpleaños   y ha alcanzado, de facto, la edad de jubilación, pero solo un cuarto de los ciudadanos se atreven a llamarle viejo.

Para más del 80% de los rusos el Presidente sigue siendo un político activo, físicamente fuerte y sensato. Esto es lo que dicen los resultados de la encuesta que realizó el Centro ruso de estudios de opinión social (VTsIOM). 

VtsIOM

El Centro Ruso para el Estudio de la Opinión Pública, se creó en el año 1987 y es la institución  más antigua dedicada a las encuestas en el especio postsoviético. Es pública y depende del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. 

"Queríamos comprender quién era Putin para los rusos: un político del pasado o un líder capaz y activo, cuya edad no juega un papel demasiado importante", aclara el objetivo de la investigación el director general de VTsIOM, Valeri Fédorov.

Los sociólogos propusieron a los entrevistados que eligieran qué cualidades y características personales son propias de Putin. Los resultados mostraron que para los rusos es más un político en plenitud de sus fuerzas (62%) que un político mayor (25%). Además, sigue siendo "activo y energético" (85%), "físicamente fuerte" (83%) y sensato (82%).

De hecho, la mayoría de los encuestados consideran que tiene las características necesarias para ser líder, afirman los sociólogos. Tan solo un 33% de los ciudadanos querría ver a un presidente "más joven y moderno", mientras que un 60% prefería un "político de edad con experiencia".

A pesar de estos resultados, la mayoría de los rusos declaran que no están dispuestos a verlo como jefe del Estado después de 2018.

Los sociólogos constatan que solo el 34% de los ciudadanos está dispuesto a dar a Putin otro mandato presidencial. A pesar de la valoración positiva de las cualidades personales del presidente, su índice de popularidad comienza a caer.

Como señala el director del Levada Center, Lev Gudkov,   la valoración de prácticamente todos los puntos fuertes de Putin este año ha vuelto a los niveles de hace ocho años, cuando acababa de llegar al Kremlin.

Por ejemplo, consideran "eficiente" a Putin un 39% de los ciudadanos. Sin embargo, a su llegada al Kremlin el índice era del 49% y para finales del segundo mandato se había ganado un 62%. 

Levada Center 

Se creó en el año 1988 y es un centro sociológico y de encuestas independiente. Su nombre es en honor del primer profesor de sociología de Rusia, Yuri Levada.

Un 28% destaca el liderazgo y la profesionalidad como cualidades propias del Presidente, mientras que a comienzos de su carrera era el 41% quien lo hacía y alcanzó un pico del 52%.

Pierden atractivo también cualidades como: la fortaleza, la voluntad o la hombría, sobre las que Putin siempre ha basado su imagen pública. Hoy tan solo las destacan el 18% de los encuestados, pero hace 12 años eran del 25% y hace cuatro, del 34%. En comparación con 2008 ha perdido incluso en "madurez y experiencia": 28% de ahora frente a un 47% de hace cuatro años.

Según los datos del Levada Center fue precisamente a finales de su segundo mandato en 2008 cuando Putin llegó a su pico de popularidad. Sin embargo, la crisis financiera y cuatro años en el sillón de Primer Ministro han debilitado notablemente prácticamente todos sus índices.

"Durante la crisis", opina el politólogo Borís Makarenko, "la gente ha comprendido que el gobierno no puede hacer nada especial: tan solo puede contener la situación para que no vaya a peor". En opinión del experto, factores como la larga permanencia en el poder y la pérdida de poder adquisitivo de la clase media, también han ahondado la situación, lo que quedó especialmente patente durante las acciones masivas de protesta del invierno pasado.

 Los politólogos consideran que en los próximos años el índice de popularidad de Putin dependerá de si los ciudadanos consideran que hay una verdadera mejoría en su nivel de vida.  

Además a la tradicional lista  de exigencias sociales (crecimiento del nivel de vida, lucha contra la inflación, etc...) este año se ha añadido un nuevo punto, que el director general del Instituto Internacional de exámenes políticos, Evgueni Minchenko, llama "demanda de democracia y justicia". Bajo esta denominación el experto entiende una lucha activa contra la corrupción, una reforma del sistema judicial y una liberalización de la esfera política.

Estas exigencias son precisamente el leit motiv de los discursos de los opositores en las acciones de protesta.

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