Rusia recuerda a las víctimas del Nord-Ost

Hace diez años tuvo lugar en Moscú uno de los atentados más terribles del país, la toma de rehenes en el teatro de Dubrovka. Fuente: Kirill Kallinikov / Ria.

Hace diez años tuvo lugar en Moscú uno de los atentados más terribles del país, la toma de rehenes en el teatro de Dubrovka. Fuente: Kirill Kallinikov / Ria.

El atentado en el teatro Dubrovka tuvo lugar el 23 de octubre de 2002. En ese momento un comando, con Movsar Baráyev, a la cabeza tomó como rehenes a más de 900 personas entre los espectadores del musical 'Nord-Ost'. La seguridad del centro no pudo hacer nada frente a militares preparados que subieron al escenario, desde donde comunicaron sus exigencias: que las tropas federales salieran de Chechenia.

Las negociaciones duraron tres días, en el curso de las cuales algunos políticos rusos se ofrecieron como rehenes para los separatistas. La misión, a la que también se unieron estrellas del pop soviético, fracasó. "Preferimos morir heroicamente que vivir", declaró el líder de los atacantes Baráyev.

Gracias a las negociaciones los terroristas accedieron a dejar salir a los musulmanes, los extranjeros y parte de los menores. Después de esto le dieron un ultimátum al gobierno ruso: la salida de las tropas de Chechenia debía a comenzar inmediatamente, si no los terroristas matarían a los rehenes.

El 26 de octubre tuvo lugar el asalto al teatro ocupado. Antes del inicio de la operación introdujeron un gas somnífero por los conductos de ventilación. El ataque químico impidió que los terroristas actuaran. Los cuerpos especiales irrumpieron en el teatro y en unos pocos minutos liquidaron a todos los terroristas y liberaron a la mayoría de los rehenes. Sin embargo, la tragedia no terminó ahí. Después del asalto  murieron 125 de los rehenes en los hospitales moscovitas.

"No salvamos a nuestros ciudadanos por varias razones", recuerda el miembro del Comité de Seguridad de la Duma Vladímir Vasiliev, "En concreto no conseguimos atender a tiempo a los que lo necesitaban, no lo conseguimos.  Yo participé en cierto modo en la acción y no me quito mi parte de culpa. Pero no pudimos. Ha sido el acontecimiento más fuerte de mi vida.  Ciertamente estábamos muy poco preparados".

En los medios de comunicación se habló mucho de los efectos de los gases sobre la salud de los rehenes. El hecho de que el gobierno se negara a explicar su composición no hizo más que echar leña al fuego. En una conversación con el corresponsal de 'Rossíyskaya Gazeta', Vasiliev reconoció que se cometieron errores en la utilización del gas, en concreto, los servicios especiales no prepararon la técnica con anterioridad.

"Al lado había un edificio igual que el teatro donde había sucedido la toma de rehenes. Y mientras todavía se estaba negociando con los terroristas se hubiera podido entrenar a los operativos de las fuerzas especiales para utilizar el gas. Explicarles como actúa en los humanos. Por desgracia, no se hizo", dijo Vasiliev.  

Hoy en día ya se sabe que el organizador del atentado fue Aslán Masjadov, que fue abatido por las fuerzas federales dos años después de este atentado terrorista.

En recuerdo de las víctimas del teatro de Dubrovka se levantó una iglesia. Su consagración debería tener lugar el 26 de octubre en el aniversario del asalto y de la muerte de los rehenes.

Redactado a partir de materiales de RBC Daily y Rossíyskaya Gazeta 

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