Mirar a Oriente no implica olvidarse de Europa

El puente que une la ciudad de Vladivostok con la isla Russki. Fuente: Vitali Raslakov

El puente que une la ciudad de Vladivostok con la isla Russki. Fuente: Vitali Raslakov

En la cumbre de la APEC, que se ha celebrado en Vladivostok, se habló de un plan de Rusia para realizar una expansión comercial de 100.000 millones de dólares hacia oriente, basada en la energía y en la agricultura. Aunque esto no supondrá dejar de lado los intereses en Europa.

“Hace unos meses la gente decía que la cumbre sería un desastre”,  dijo David Gray, consejero delegado de PriceWaterhouseCoopers, el último día del evento. “Dijeron que estaríamos viviendo en tiendas de campaña, que el puente no estaría listo y que tendríamos que tomar el ferry a la isla Russki. Ahora todo eso ha quedado olvidado”.


Excepto por alguna que otra carretera en mal estado y el despido de un agente local de transporte, la reconstrucción de Vladivostok  para la XXIV Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico se ha llevado a cabo a tiempo y sin complicaciones. Igualmente importante es que la cumbre ha sido una plataforma en la que han tenido lugar debates sobre los peligros y las oportunidades que ofrece el libre comercio, los cuales han generado varios acuerdos de inversión importantes para el Lejano Oriente ruso.


Entre los nuevos proyectos de inversión está la primera línea de ensamblaje de Mazda fuera de Japón, una planta de motores de Hyundai y un acuerdo con el presidente japonés Noda para la construcción de una planta de gas natural licuado en las afueras de Vladivostok. En 2009 se abrió una planta similar en la isla de Sajalín conjuntamente con empresas norteamericanas y japonesas. El proyecto transformó Sajalín, que pasó de estar en deuda a ser uno de los pocos donantes regionales rusos a los presupuestos federales.


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Vladivostok


UE vs APEC

El objetivo principal de la cumbre lo resumió el viceprimer ministro Ígor Shuvalov en una de las sesiones de apertura: “En un plazo de cinco años, nuestro comercio exterior debería adoptar una orientación hacia Asia y garantizar un alto índice de crecimiento en el Lejano Oriente. En un plazo de diez años, queremos que nuestro volumen de comercio con los estados del APEC sea mayor que con la UE”.

Mientras que la UE abarca alrededor de la mitad del comercio exterior de Rusia con unos 320.000 millones de dólares, el comercio con el APEC supone menos de la mitad (aunque ha pasado de un 15% a un 23% del total desde el 2006, según los datos de aduanas recogidos por Bloomberg). Los líderes rusos han tenido la cautela de subrayar que todo esto no va a afectar de ningún modo las relaciones con la UE, al tiempo que se han anunciado numerosos incentivos al libre comercio con países asiáticos en los últimos meses para facilitar un rápido crecimiento.


“Para nosotros, entrar en la OMC era el trampolín para llegar a ser miembro de la OCDE”, dijo Shuvalov. “También estamos involucrados en varios importantes proyectos de integración: el Espacio Económico Euroasiático con Bielorrusia y Kazajistán, y acuerdos de libre comercio con Nueva Zelanda y Vietnam. Rusia corre más riesgos no integrándose con Asia que haciéndolo”.

Transporte


En un informe reciente, PriceWaterhouseCoopers predijo que las exportaciones a países del APEC se multiplicarían más del doble hasta alcanzar los 206 000 millones de dólares en 2021. Una de las fuentes más prometedoras para este aumento es, a su vez, su mayor impedimento. El ferrocarril transiberiano es probablemente el componente más relevante del deseo de Putin de convertir Rusia en un gran corredor entre Europa y Asia (junto con la Ruta del Mar del Norte). Aunque ya está operando a plena capacidad, requiere una inversión de miles de millones de dólares para modernizar la línea de vía única y construir instalaciones de logística a lo largo del trayecto.

Los puertos marítimos rusos también desempeñarán un papel importante en la expansión del país hacia oriente. Hoy en día, menos del 1% del cargamento se transporta a través de Rusia. Un plan federal recientemente anunciado buscará aumentar el tráfico de cargamento en todos los puertos de Rusia de los 540 millones de toneladas anuales a 900 millones para 2020. Alrededor de la mitad de este aumento se prevé que venga de puertos del océano Pacífico.

Sin embargo, la burocracia es otro gran impedimento para cumplir estos objetivos. Las mercancías que pasan por puertos rusos pueden quedarse hasta dos semanas en la aduana, mientras que en Singapur sólo están un día. “Un retraso de un día en el envío significa una depreciación del 1% de la exportación”, dijo Tony Nowell, presidente de New Zealand Forest Research SL. Un ferrocarril competidor, que conectará la costa este de China con la frontera de Kazajistán, supone un elemento más de incertidumbre para los ambiciosos planes de Rusia de modernizar su transporte.

Agricultura

En la actualidad, los ocho países más poblados del APEC importan 100 millones de toneladas de cereales anualmente (un mercado de más de 50 000 millones de dólares según los precios actuales). Esto es más de lo que Rusia produce. “Los países del APEC suponen un 37-38% de todas las importaciones anuales en el mundo. Nuestro porcentaje de todo eso a día de hoy es cero”, explicó Viacheslav Nikónov, miembro del Comité de Presupuesto y Tasación de la Duma.

Recursos naturales

PriceWaterhouseCoopers opina que Asia se convertirá en el mayor mercado mundial de gas natural antes de 2015, y el trato de 7.000 millones de dólares con Noda sugiere que Rusia planea sacar partido a esta tendencia. Se espera que la mayor parte del gas licuado procedente de la planta se exporte a Japón, dado que el país ha empezado a aumentar la importación y a cerrar los reactores nucleares desde el desastre de Fukushima. Se calcula que la planta de Noda en Vladivostok alcanzará su máximo nivel de producción para el año 2017.

Los recién completados conductos de petróleo a China, así como los planes de aumentar su capacidad, sugieren que los recursos naturales desempeñarán un papel crucial en la expansión de exportaciones de Rusia a la APEC en su intento de diversificar su mercado, actualmente centrado en Europa. Sin embargo, el regateo con las autoridades chinas por el precio del petróleo está siendo un obstáculo.

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La industria manufacturera

Putin y el recién nombrado ministro de desarrollo del Lejano Oriente Víktor Isháev pretender “reindustrializar”  el Lejano Oriente. Una de las pocas mercancías exportables de la región es el avión Sujói Superjet, que se ensambla en una fábrica de Komsomolsk-on-Amur. En Indonesia, un accidente en un vuelo de prueba acabó con la vida de las 45 personas a bordo y proyectó una sombra sobre los planes a largo plazo de Rusia de abarcar un 10% del mercado mundial de aviación civil. Aun así, Sujói tiene más de 200 compromisos contractuales nacionales e internacionales con el jet durante los próximos años.

Durante la cumbre, se dio también un paso más para la creación de toda una cadena de ensamblaje de automóviles en la región, con el lanzamiento de una línea de producción de Mazda en la planta de Sollers en Vladivostok. “Inicialmente se invertirán 350 millones de dólares en la empresa conjunta con Mazda”, dijo a los reporteros Vadim Shvetsov, director general de JSC Sollers. La capacidad final de la planta será de 100 000 vehículos anuales.


La gran duda pendiente es hasta qué punto será Rusia capaz de aumentar su exportación a Asia mediante mercancías de mayor valor añadido, frente a una dependencia continua de las materias primas, incluso en el Lejano Oriente. En cualquier caso, “el rápido crecimiento económico de Rusia en el futuro se apoya en dos piernas: Europa y Asia”, dijo Shuválov. La cumbre del APEC de este año ha sido una muestra de reconocimiento de ese hecho.

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