Ayn Rand, Objetivismo, Atlas y BioShock

Pintura de Nick Gaetano representando a Ayn Rand. Fuente: Web del artista.

Pintura de Nick Gaetano representando a Ayn Rand. Fuente: Web del artista.

Alisa Zinovelvna Rosenbaum, que adoptó el pseudónimo de Ayn Rand, nació en San Petesburgo el 2 de febrero de 1905. Es la madre del objetivismo, corriente filosófica que sostiene que el hombre debe elegir sus valores y acciones basándose en la razón, ya que ésta le permite alcanzar la realidad tras procesar los datos provenientes de una realidad totalmente independiente de la mente.

Conocer la vida de Ayn Rand es entender sus motivaciones para definir una filosofía en la que “el hombre es un ser heroico, con su propia felicidad como propósito moral de su vida, con el logro productivo como su actividad más noble y con la razón como su único absoluto”.

Ya de pequeña fue una visionaria reconociendo el importante papel que el cine jugaría en la sociedad a lo largo del siglo que daba comienzo. Apoyada en su amor por la literatura, comenzó a escribir guiones cinematográficos a la tierna edad de 7 años. Esta pasión le llevó a ingresar en el Instituto Estatal de Artes Cinematográficas en 1924 tras su paso por la Universidad de San Petesburgo, donde estudió Filosofía e Historia.

Fue en la universidad donde conoció a Aristóteles, para ella el mayor filósofo de la Historia gracias a su Órganon. El concepto del “individuo heroico” fue heredado de Nietzsche, a pesar de que ella criticara más tarde el aspecto “irracionalista” de su filosofía.

Las ideas de Ayn Rand difícilmente podían convivir con el resultado de la revolución de 1917, con lo que decidió migrar a Estados Unidos en 1926. Tras un tiempo en Chicago con unos familiares, decidió trasladarse a Hollywood con el objeto de estar lo más cerca de su gran pasión. Fue allí donde la descubrió el gran director Cecil B. De Mille, el cuál la introdujo en los grandes misterios de esta industria.

Ayn Rand en Nueva York (década de los ’50).

Fuente: LA Progressive.

Pero debería ser imposible pensar en Ayn Rand sin referenciar su novela “La Rebelión de Atlas” publicada en 1957, que debido a su gran carga filosófica, se reveló como el libro más influyente (después de la Biblia) en un estudio realizado por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en 1991.

La novela, casi 1368 páginas de lectura cautivadora, nos muestra la decadencia en la que un excesivo intervencionismo del gobierno ha sumido a Estados Unidos.

La propia Ayn Rand explica que su libro “presenta el conflicto de dos antagonistas fundamentales, dos escuelas opuestas de filosofía, o dos actitudes opuestas hacia la vida”. Y es que a lo largo de la narración veremos las luchas entre dos bandos ferozmente contrapuestos: la clase política que aboga por una total regulación y fiscalización de la actividad económica por el bien de la sociedad, y los emprendedores cuyas ideas aplicadas sin limitaciones mueven el mundo. La autora identifica a estos bandos como el eje "misticismo-altruismo-colectivismo" por un lado, y el eje "razón-individualismo-capitalismo" por el otro.

La trama nos muestra como la misteriosa desaparición masiva de emprendedores sume a Estados

“Atlas”, la escultura de Lee Lawrie que adorna la entrada del Rockefeller Center en Nueva York, inspirador del título de la obra maestra de Ayn Rand (aunque inicialmente quiso llamarlo “La Huelga”) y símbolo indiscutible del objetivismo. Fuente: Flickr

Unidos en una crisis sin precedentes. Durante dicha crisis, el opresivo intervencionismo estatal no hace más que empeorar la situación.

“La Rebelión de Atlas” no es la única obra de Ayn Rand pero sí su última y de mayor repercusión, tal y como ya se ha mostrado. Antes vieron la luz “Los que vivimos” (1936, lo más cercano a una autobiografía), “Himno” (1938) y “El Manantial” (1943).

Así como “El Manantial” tuvo su adaptación cinematográfica en 1949, se ha tenido que esperar al año pasado para ver por fin la primera película basada en “La Rebelión de Atlas”. Obviamente, se trata solamente de una primera parte, puesto que es imposible comprimir en una única película una obra tan grande.

  Escena de “La Rebelion de Atlas: Parte I” (2011). Fuente: Web oficial de la película.

Pero los esfuerzos por llevar esta obra a la pantalla, ya sea grande o pequeña, no fueron pocos. Por ejemplo, Albert S. Ruddy (productor de “El Padrino”) fue uno de los que lo intentaron, atrayendo el interés de actores de la taya de Clint Eastwood, Robert Redford, Faye Dunaway, Angelina Jolie y Charlize Theron.

A finales de los ’70, Ayn Rand inició una colaboración con la cadena estadounidense NBC para crear una mini-serie. La escritora había propuesto a Farrah Fawcett (“Saturno 3”, “La Fuga de Logan”, “Los Ángeles de Charlie”, “El Hombre de los 6 Millones de Dólares”) para el reparto. Desgraciadamente, este proyecto se vio truncado por la muerte de Ayn Rand en 1982.

Pero siempre hay otros vectores por los que transmitir el legado de Ayn Rand y en particular, el universo de su obra maestra. En 2007 se publicó la primera entrega de la saga de videojuegos “BioShock”, ambientados en una ciudad utópica llamada Rapture. Esta ciudad está construida en el fondo del Océano Atlántico por el magnate-emprendedor Andrew Ryan (anagrama parcial de Ayn Rand) para que sea el último bastión de una sociedad libre de la autoridad política, económica y religiosa cada vez más opresiva.

Ya los principios fundacionales de Rapture, expresados por el propio Andrew Ryan durante los primeros minutos del juego son toda una declaración de intenciones “randianas”:

"Soy Andrew Ryan y tengo una pregunta que hacerte, ¿acaso un hombre no tiene derecho al sudor de su propia frente?. No, dice el hombre de Washington, pertenece a los pobres. No, dice el hombre del Vaticano, pertenece a Dios. ¡NO! dice el hombre de Moscú, pertenece a todos. Yo rechacé esas respuestas. En vez de eso, elegí algo distinto. Elegí lo imposible. Elegí... Rapture"

 

“Un hombre puede elegir. Yo elegí lo imposible. Construí una ciudad donde el artista no tenía que temer al censor; donde los grandes no estaban constreñidos por los pequeños; donde el científico no estaba limitado por la nimia moral. ¡Yo elegí construir Rapture!”

 

Como estas frases, más que iremos encontrando a lo largo de las dos entregas del juego que tienen lugar en Rapture, como por ejemplo ésta sobre el valor de las ideas:

 

"Esta ciudad no se levantó con hormigón y acero, ¡se levantó con ideas!"

 

El valor del proceso (y logro) productivo y la ineficacia de los gobiernos para servir a la sociedad:

 

"No creo en Dios. Pero hay algo más poderoso que todos nosotros, una combinación de nuestros esfuerzos. Una Gran Cadena de la Industria que nos une. Pero únicamente cuando luchamos en nuestro propio interés la cadena tira de la sociedad en la dirección correcta. La cadena es demasiado poderosa y demasiado misteriosa para que NINGÚN gobierno la guíe. cualquiera que diga lo contrario, o te ha metido la mano en el bolsillo o te ha puesto una pistola a la cabeza."

 

"¿Por qué adorar a un Dios o a una bandera, cuando podemos adorar lo mejor de nosotros? Nuestra voluntad de ser grandes"

 

 

“Ni dioses ni reyes. Solo el Hombre”, es la bienvenida que nos brinda Andrew Ryan a su ciudad. Fuente: BioShock Wiki.

Y por supuesto, el desprecio por los parásitos/saqueadores extraído directamente de “La Rebelión de Atlas”: 


"¿Cuáles son las diferencias entre un hombre y un parásito? El hombre construye, el parásito exige su parte. El hombre crea, el parásito piensa en lo que dirán los vecinos. El hombre inventa, el parásito dice: ¡cuidado con ofender a Dios!"

 

"Hay tres cosas que odia el Parásito: El libre mercado, la libre voluntad, y los hombres libres"

 

Uno de los carteles esparcidos por Rapture en el que claramente se está versionando el “¿Quién es John Galt?” de “La Rebelión de Atlas”. Fuente: BioShock Wiki.

Pero la armonía entre los habitantes de Rapture no es eterna, puesto que la ciudad se ha convertido en un campo de batalla en el que se enfrentan el propio Andrew Ryan y un misterioso líder revolucionario llamado Atlas. El alzamiento se debe al estado policial en el que Ryan ha sumido Rapture para así garantizar la supervivencia de su proyecto. Paradójicamente, la ciudad submarina se convierte entonces en una versión miniaturizada de la sociedad que habita en la superficie y los roles asignados durante su fundación son intercambiados drásticamente. No obstante, iremos destapando detalles y motivaciones de ambos bandos a lo largo de nuestro recorrido y sí, más de una sorpresa está garantizada.

A lo largo de las dos entregas ambientadas en Rapture, BioShock nos regalará más de una referencia a Ayn Rand y sus obras, a través incluso de pequeños detalles:

-          En “La Rebelión de Atlas”, la protagonista Dagny Taggart escucha la leyenda de John Galt en la que éste observó las torres luminosas de la Atlántida durante una tormenta en alta mar. Está claro que éste fue el punto de partida para diseñar Rapture.

-          Uno de los personajes principales de BioShock (y una poderosa aliada si tomamos decisiones basadas en la bondad) es la Doctora Brigid Tenenbaum. Se trata de una referencia al apellido real de Ayn Rand (Rosenbaum).

-          Las botellas de vino “Arcadia Merlot” que podemos consumir durante nuestro periplo están rotuladas como “Fountainhead Cabernet Souvignon”. “The Fountainhead” es el título original de “El Manantial”.

-          Otro de los grandes personajes de la trama es Frank Fontaine, cuyo nombre es otra referencia a “El Manantial”.

-          Las “Cameron Suites” (una de las localizaciones de Rapture) son una referencia al arquitecto Henry Cameron, uno de los personajes de “El Manantial”.

-          En el “Eve’s Apple” (un club de alterne de Rapture) aparecen posters con el nombre “H. Roark”. Howard Roark es el protagonista de “El Manantial”.

 

Podemos afirmar que Ayn Rand dio su respuesta a un mundo sumido en la crisis de entonces. Nos damos cuenta de que, influencias artísticas aparte, 55 años después de la publicación de “La Rebelión de Atlas”, el mundo se enfrenta a una nueva crisis y los principios dictados por el objetivismo siguen tan vigente como entonces. Y es que la receta contra la crisis es una dosis compuesta de ideas y valoración del esfuerzo.

 

MÁS INFORMACIÓN

 

Edición digital (PDF) de “La Rebelión de Atlas” en castellano


 

Edición digital (PDF) de “El Manantial” en castellano

 

Edición digital (PDF) de “Himno” en castellano

Edición digital (PDF) de “Los Que Vivimos” en castellano

“Atlas Shrugged: Part I” en IMDB

“El Manantial” en IMDB

Trailer en inglés (con subtítulos en castellano) de BioShock

Tráiler en castellano de BioShock

 



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