La construcción de Skólkovo avanza

En el concurso para la elaboración del diseño de las futuras casas de los científicos en Skólkovo han participado numerosos arquitectos, que han propuesto innovadores proyectos para renovar las condiciones de habitabilidad. Se trata de un proyecto experimental que podría extenderse a otros lugares del país.

Proyecto urbanístico de la ciudad de Skólkovo

En agosto del año 2010, cuando acaba de comenzar el proyecto de Skólkovo, se anunció el primer concurso para realizar el Plan General el que no se contaba con arquitectos rusos. Los grandes clientes, especialmente los representantes del poder, no creían que los arquitectos nacionales pudieran hacer un buen trabajo, ya que ingenuamente piensan que las ciudades y casas de Rusia tienen tan mal aspecto debido a los arquitectos y no a Luzhkóv (antiguo alcalde de Moscú). El concurso lo ganó la empresa francesa AREP y la ciudad se dividió entre siete comisarios occidentales.


En la Unión de Arquitectos Rusos hubo protestas. Entonces el dirigente de la ciudad de Skólkovo, Víctor Maslakóv sugirió crear un concurso para atraer a arquitectos que realizasen el diseño de la ciudad rusa de innovación. Aunque la construcción de una ciudad para científicos supone un proyecto bastante convencional, al concurso se presentaron más de 600 solicitudes de todo el país.


El concurso en sí ha ayudado a conocer quién está dispuesto a cambiar la arquitectura rusa. A lo largo del concurso se descartaron a los grandes arquitectos rusos, pero en su lugar aparecieron jóvenes promesas, cuyos proyectos eran mejores.


Personalmente me gusta mucho el proyecto de DNK. Se trata de una casa en forma circular, con un gran patio también circular dividido por un enorme parque, un diseño muy conciso y elegante. Por su parte, el arquitecto Dmitri Bush, llevó a cabo una composición muy expresiva: sus edificios están pegados los unos a los otros de una forma realmente romántica y algo gótica. Resulta encantador el barrio de chalets del arquitecto francés Antony Bishu: las viviendas aparecen en el territorio como si fuesen ovejas desperdigadas, nada que ver con nuestros pueblos con casas cercadas. Lo cierto es que podría continuar con los elogios.


Pero no es el caso. Aunque estas casas parecen casas para millonarios, no lo son. Serán el hogar de los científicos, personas con ingresos no demasiado altos. En la arquitectura rusa actual solo se construyen viviendas de nueva generación para el 5% de la población, que son los que disponen de ingresos superiores a 500.000 dólares al año. Al resto se le ofrecen productos de la industria de la construcción soviética tardía, producida por centenares de promotores en todas las ciudades que superan el millón de habitantes y se limitan a reproducir las ciudades dormitorio.


En este sentido, Skólkovo es una experiencia única. Se trata de un intento por crear un nuevo estándar democrático de viviendas; en cuanto a edificios y en cuanto a términos de normativa urbanística. Además, actualmente el que pretende ser el 'Silicon Valley' ruso tiene el estatus de zona urbana experimental dentro del proyecto 'Gran Moscú'. De modo que es posible que este proyecto llegue a extenderse por todas partes. En realidad, muchos dudan sobre Skólkovo y su puesta en marcha. Pero cuando observas lo que allí está teniendo lugar, en ocasiones no se trata de escepticismo, sino de recelo. No sé cómo funcionará en cuanto a ciencia, pero en cuanto a la construcción se está llevando a cabo decididamente una reforma institucional.
 
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