La idea de crear un examen especial para que los soldados llevaran la boina roja surgió del excomandante del destacamento “Vitiaz”, el héroe ruso Serguéi Lisiuk. “Todo empezó tras la lectura del libro 'Equipo Alfa' de Miklós Szabó, exsoldado de las Fuerzas Especiales de EE UU, - comenta Lisiuk, - donde los soldados obtenían el derecho a llevar la boina verde tras una agotadora prueba llena de sangre y sudor. El libro me impresionó muchísimo y me dio la idea de establecer un examen para que la boina roja no fuese únicamente parte del atuendo sino un símbolo de cualificación superior de las Fuerzas Especiales”.
Serguéi Lisiuk desarrolló junto con su amigo Víktor Putilovi las condiciones para superar el examen de preparación física y táctica que desde el 31 de mayo de 1993 hasta nuestros días se lleva a cabo en todas las subdivisiones del grupo especial de operaciones de las tropas interiores.
El concurso para recibir la boina roja se compone de tres partes:
La primera está orientada a demostrar el nivel de preparación física: 8 km corriendo campo a través y un sprint final de 100 metros. La mayor parte del recorrido cuenta con obstáculos acuáticos y pantanos de agua estancada. Además tienen que atravesar lugares contaminados con máscaras antigas. También hay otros obstáculos especiales, como campos de minas o zonas con humo e incendios. En ocasiones los soldados tienen que reptar y esquivar disparos. Al mismo tiempo, hay que contar con un grupo especial de “manipulación mental”. Los llamados “psiji” corren al lado de los soldados gritándoles, echándoles basura y agua y lanzando petardos a sus pies. Una vez superada esta parte, el soldado debe correr un sprint de 100 metros cuatro veces. Después de esto le sigue una tanda de flexiones y acrobacias.
La segunda etapa empieza inmediatamente después de la primera. Cada participante debe demostrar que está excelentemente preparado para manejar el lanzagranadas RPG-7, las ametralladoras PK o PKT, el fusil de asalto AK-74, las pistolas Makárov o Stechkin y el fusil de francotirador Dragunov.
La tercera etapa dura solo doce minutos, pero para los soldados son como “doce minutos en el infierno”. Este periodo se divide en cuatro partes de tres minutos. En cada una de las partes el candidato lucha cuerpo a cuerpo con un nuevo oponente para confirmar que se es merecedor de la Boina Roja.
Los que superan todas las pruebas consiguen la anhelada Boina Roja. En cada división principal de las Fuerzas Especiales existe el consejo de Boinas Rojas que puede prohibir llevarla si el soldado ha cometido algún delito. Además del grupo especial de las tropas interiores, la tradición de la boina roja se ha extendido a varias subdivisiones de élite del Ministerio del Interior. El examen tiene lugar en el OMON “Berkut” de Kiev y en las unidades de las Fuerzas Especiales de Bielorrusia.
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