Las empresas se acercan hasta las aulas universitarias

Según el presidente del Consejo de Rectores de la región de Voronezh y rector de la Universidad de Voronezh (SCV), Dmitri Endovitski, muy pronto las universidades que no se hayan sumado al proceso de formación de los empleadores acabarán desaparecien

Según el presidente del Consejo de Rectores de la región de Voronezh y rector de la Universidad de Voronezh (SCV), Dmitri Endovitski, muy pronto las universidades que no se hayan sumado al proceso de formación de los empleadores acabarán desaparecien

Actualmente, las empresas se acercan a las universidades para formar a los futuros empleados. Es posible que las universidades que no resulten interesantes para el mundo de los negocios acaben desapareciendo.

En muchas ocasiones, el estudiante actual no sólo quiere saber de qué va a trabajar cuando acabe la universidad, sino también dónde. Pero para los estudiantes rusos, como para los de tantos lugares, es cada vez más difícil conocer de antemano a su futuro jefe. Las compañías, no satisfechas con los programas de mantenimiento y calidad de la educación superior, han ido personalmente a las universidades para preparar a sus propios profesionales. Y las universidades que no resulten interesantes para el mundo de los negocios seguramente desaparecerán pronto.


Para el estudiante de cuarto año de grado de la Escuela Superior de Economía (HSE) Kirill Vorónov, el problema del empleo después de graduarse, en principio, no es importante. Es casi seguro que lo admitirán en PricewaterhouseCoopers, en la que actualmente realiza sus prácticas. Los empleados de la empresa de consultoría estudian en la HSE, y su camino pedagógico está orientado para que formen parte de la reserva de personal de la empresa. El departamento de PwC no sólo existe en la HSE, sino también en la Universidad Estatal de Finanzas.


Las compañías nacionales no se quedan atrás en el ámbito del reclutamiento de personal. El futuro jefe de Tatiana Sorókina encontró a la futura analista de proyectos cuando esta todavía estaba estudiando: en primer lugar, la estudiante de MGIMO  entró en un programa de becas corporativas y más tarde la invitaron a realizar las prácticas. En 2009 le ofrecieron un trabajo fijo. Los estudiantes de MGIMO lo tienen fácil para entrar a trabajar en Gazprombank: el año pasado, el banco abrió su departamento , “Economía y el negocio de la banca”, en el Instituto Internacional de Política Energética y Diplomacia de MGIMO. Entre los profesores se pueden encontrar tanto profesores a tiempo completo, como invitados e incluso ejecutivos bancarios.


Cada vez son más los ejemplos de cooperación entre universidades de diferentes especialidades y las empresas, por eso, a la hora de elegir un centro de estudios también hay que fijarse con qué empresas colabora.


Para uno mismo y para la competencia


¿Cómo entra la empresa en la universidad? Directamente, es raro que empiece a partir de una serie de departamentos propios. Según el especialista en relaciones con las universidades de PwC, Nikita Rákov, para su compañía la apertura de departamentos propios fue la continuación de la cooperación ya establecida unos años atrás cuando los consultores y auditores de PwC empezaron a asistir a sus cursos. Entonces tan solo unidos en un único departamento. Cabe destacar que PwC tiene departamentos en las mismas universidades que sus rivales directos de los “Cuatro Grandes”: por ejemplo, en HSE puede encontrarse un departamento de Ernst & Young y de KPMG. Los especialistas de las compañías enseñan simultáneamente a los mismos estudiantes, pero sin que las temáticas sean las mismas. No se quedan atrás los auditores de las empresas TIC, aunque, según la opinión de los expertos, estas empresas hace poco que han llegado al nivel de formación que pueden permitirse las ya citadas.


“La experiencia en la producción de software se puede dar únicamente la práctica, -afirma el director de investigación científica de Parallels, el profesor del Instituto Físco Técnico de Moscú (MFTI) y jefe de departamento Alexánder Tormasov. – Para conseguirlo, no sólo damos a nuestro personal la posibilidad de dar clases, pagándoles en la universidad, sino que invitamos a los estudiantes al trabajo práctico. Sin ello, los estudiantes suelen trabajar a tiempo parcial como profesionales de la administración y permanecen en este ámbito después de la graduación, ya que han perdido un tiempo precioso en empleos menos cualificados que el desarrollo de software. Además, nosotros les ofrecemos actividades de investigación científica sobre la base de la tecnología moderna, les pagamos una beca de hasta 24.000 rublos (820 dólares). Aproximadamente lo que podrían ganar si trabajasen de administrativos”.


Un factor adicional que obliga a los empleadores a ir a la universidad es la transformación de muchos de los programas educativos en el sistema de dos niveles: grado y maestría. “No sólo el personal administrativo no estaba preparado para estos cambios, sino los propios estudiantes, e incluso sus posibles empleadores -, dice Vadím Saralidze -. Se graduó, de hecho debería ser considerado un especialista de la enseñanza superior, pero no posee la necesaria especialización y tiene un conocimiento francamente insuficiente y habilidades deficientes. “Por otro lado, la separación en dos etapas del programa da a los empleadores más espacio para maniobrar, y muchos han optado por crear sus propios másters”.


La empresa paga


Invertir dinero en la creación de departamentos propios o universidades corporativas es incluso más sencillo que enviar a especialistas a enseñar a los estudiantes en viajes de negocios bien pagados. En principio, serán los propios estudiantes los que se dediquen al retorno de la inversión de los departamentos propios, por ejemplo, mediante el compromiso firmado de trabajar durante unos años en la supervisión de su compañía. En la práctica, no todas las empresas presentan estas exigencias.


“Nosotros no exigimos que el candidato trabaje en Yandex, sin embargo, la mayoría de estudiantes se queda con nosotros. Y el resto encuentra un trabajo interesante en otras compañías que satisfacen su desarrollo personal. Por eso creemos que nuestros programas están más que compensados”, comenta el director de la “Escuela de Análisis de Datos” de Yandex, Artiom Babenko.


Los fondos destinados a este tipo de proyectos no tienen gran valor para las grandes empresas. Por ejemplo, Lukoil invirtió en las universidades 90 millones de rublos. Muy a menudo, las empresas no pagan a los empleados que enseñan a tiempo parcial en las universidades, sino que reciben su sueldo directamente de manos de la universidad en la que trabajan. En cuanto al rendimiento, como señala el socio director de Ernst & Young en Rusia, Alexánder Ivlev, incluso si los estudiantes recibieran una educación de calidad y luego vinieran a trabajar en la supervisión de una empresa de formación, algún día podrían llegar a convertirse en sus clientes. Como reglar general, para las compañías resulta cómodo el hecho de que exista la creación de la reserva de personal, no sólo para ellos, sino también para la competencia.


Universidad y empresa


Es evidente que la presencia de una base práctica con perspectiva de empleo se está convirtiendo en una ventaja competitiva cada vez más importante para la universidad. “Cuando comenzamos la práctica, era siempre un terrible dolor de cabeza, - dice Andréi Semenov, comisario de un curso universitario de negocios -. Si un estudiante ha encontrado alguna empresa en la que realmente se puede beneficiar de una oferta de prácticas, e incluso más tarde trabajar en ella, ha tenido suerte Y si no, entonces, por supuesto, lo enviamos a algún otro lugar, pero serán empresas sin perspectivas desde el punto de vista profesional. Este mismo año mi hijo ingresará en la universidad y para mí lo más importante a la hora de elegir la universidad es que no salga con su título sin tener a dónde ir”.


Según el presidente del Consejo de Rectores de la región de Voronezh y rector de la Universidad de Voronezh (SCV), Dmitri Endovitski, muy pronto las universidades que no se hayan sumado al proceso de formación de los empleadores acabarán desapareciendo.


“Hay tres criterios básicos para evaluar una universidad, - dice Dimitri Endovitski -. Durante el ingreso: la nota media del examen estatal. Es la que mide el nivel y el prestigio de la universidad a la que irán los solicitantes. Durante el proceso: las notas, la calidad de la educación, el grado de diversidad de los programas educativos y la cantidad de proyectos innovadores realizados. Y una vez acabada: la demanda de graduados. El grado de integración de la comunidad empresarial en el proceso de la universidad es un factor que afecta a los tres criterios para la evaluación de la universidad. Las universidades que no tengan grandes proyectos conjuntos con la comunidad empresarial, poco a poco tendrán que pasar a ser parte del sistema de las grandes empresas”.


Versión íntegra del artículo publicada en (en ruso): http://kommersant.ru/doc/1888400

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