Mijalkov sostiene que en el caso de España el
séptimo arte no ha tratado, como en Rusia, de "parecerse a otros. No ha
sucumbido ante Hollywood, no ha sido aplastado por otra cultura, por la
común de la UE, por la (hamburguesa) McDonald's intelectual que existe
hoy en el mundo, en el arte, en el cine".
En opinión del
director, "las películas en las que participa, por ejemplo, (Javier)
Bardem -un gran actor, que elige qué hacer- incluso si son
estadounidenses, llevan el código genético español. Él por sí solo
mantiene el nivel del cine del país".
El afamado cineasta ruso
se congratula de que la cinematografía producida en España al igual que
el carácter de su población, "mantenga su identidad".
A la
pregunta de cuáles son las películas que más le han gustado en el último
tiempo Mijalkov responde sin el más mínimo titubeo: "The Artist".
"Una cinta magnífica", apunta el realizador, que menciona también "En
tierra hostil", de Kathryn Bigelow, película que definió como "muy
seria".
"Hablando con franqueza, cuando la vi me quedé
perplejo al saber que la había rodado una mujer. Es una película
demasiado varonil. Por una parte, esto me sorprendió, pero también me
alegró, porque demuestra que existe una mano firme de mujer en la
realización cinematográfica", agrega.
Mijalkov es categórico a
la hora de hablar de sus preferencias: "Odio el cine de ciencia ficción
y no me gusta todo eso que se llama 3D, y no es por la tecnología. Lo
que ocurre es que me cuenta cosas que no me dicen nada".
Precisa, eso sí, que hay notorias salvedades, como "Blade Runner", de
Ridley Scott, "una película de ciencia ficción con un profundísimo
sentido filosófico", apunta.
"Pero cuando me muestran 'Transformers', pues... sí... ¿y?", agrega con escepticismo.
El director de "Quemado por el sol", Óscar a la mejor película
extranjera en 1994, prepara el rodaje de una nueva cinta, basada en dos
obras del escritor Iván Bunin (1870-1953): el cuento "Insolación" y
"Días Malditos", un diario sobre la revolución bolchevique y la guerra
civil.
Se trata, explica, de una reminiscencia que tiende un
puente entre los acontecimientos en la Rusia de los años 20 del siglo XX
y los recuerdos de los oficiales zaristas que tuvieron que huir del
país.
La guerra civil "es un tema que me preocupa desde hace
mucho (...) Sería terrible si nos viéramos otra vez ante una situación
en la que para unirnos tuviéramos que derramar la sangre los unos de los
otros. El país no lo resistiría", afirma Mijálkov.
"No hago
analogías directas, pero por lo menos hablo de lo que me preocupa y
quisiera creer que preocupa a alguien más, a los espectadores, a mis
compatriotas", añade el realizador.
Mijalkov es partidario del
actual primer ministro y presidente electo de Rusia, Vladímir Putin, a
quien considera como el único político ruso capaz de salvar el país de
cataclismos.
Según el director, toda reforma en Rusia debe
llevarse a cabo por un poder fuerte y responsable, ya que unas
autoridades débiles sólo pueden conducir a una revolución, como la que
estremeció al país en 1917.EFE
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