La oposición no parlamentaria espera
congregar al menos a 50.000 personas en una acción que ha recibido la
autorización del Ayuntamiento moscovita.
En el acto
intervendrán no sólo los líderes opositores, sino principalmente
observadores electorales que expondrán numerosos casos de falsificación
durante la votación, en la que Putin obtuvo el 63,60 por ciento de los
votos.
"Con las pruebas en la mano demostrarán que las
elecciones no fueron limpias. Hubo falsificaciones masivas", dijo el
político opositor Vladímir Richkov, citado por las agencias rusas.
La policía moscovita, que ha movilizado a 2.500 efectivos para
garantizar la seguridad en la zona, ha advertido a los organizadores
contra los intentos de alterar el orden público.
Este lunes
varios centenares de activistas fueron detenidos, entre ellos varios de
los líderes de la oposición radical al Kremlin, por negarse a abandonar
la céntrica plaza Pushkin tras una protesta pacífica.
Según la
prensa, la protesta de hoy es crucial para valorar la capacidad de
convocatoria de la oposición, una vez que hasta el presidente de Estados
Unidos, Barach Obama, felicitó hoy a Putin por su victoria electoral.
Uno de los líderes más radicales de las protestas, Serguéi Udaltsov,
aseguró que la oposición mantendrá la presión en las calles hasta la
investidura de Putin en mayo y valora la posibilidad de lanzar una
campaña de huelga y desobediencia civil.
Otros más moderados,
como el liberal Serguéi Mitrojin y el periodista Serguéi Parjómenko,
abogan por organizarse en comités para explicar a la ciudadanía sus
demandas de reforma política y preparar una nueva estrategia de
oposición a las autoridades.
Putin, que estará en el poder
hasta 2018, ha admitido la existencia de algunas irregularidades en los
comicios, pero defiende la limpieza de su victoria en la primera vuelta
de las presidenciales. EFE
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