La propia palabra láser es un acrónimo que significa “amplificación de luz por emisión estimulada de radiación”. En resumidas cuentas, un dispositivo láser emite luz concentrada y, dependiendo de la técnica empleada para estimular la concentración, las propiedades variarán.
Siendo una tecnología que aprovecha un efecto de la mecánica cuántica, es lógico considerar a Albert Einstein como el pionero, puesto que fue él quien estableció sus fundamentos en 1916.
Pero antes del láser hubo que pasar por el máser, su precursor aplicado a las microondas. El primero fue construido por el estadounidense Charles H. Townes en 1953 con el inconveniente de que no podía funcionar de continuo.
El testigo fue recogido por dos soviéticos: Nikolái Básov y Alexánder Prójorov. Ambos tuvieron una participación muy activa en la Segunda Guerra Mundial (Prójorov fue herido hasta 2 veces) y el final de la contienda representó para ellos el disponer de un tiempo precioso para estudiar e investigar. Por ello, Básov ingresó en la Academia de las Ciencias y Prokhorov, en al Universidad Estatal de Moscú. Ambos atacaron el problema de la emisión continua del máser trabajando en el oscilador cuántico, uno de los sistemas-modelo más importantes de la mecánica cuántica.
La repercusión de este trabajo no se hizo esperar demasiado, ya que la base tanto teórica como tecnológica del láser había sido establecida, gracias a lo cual, Theodore Mainman construyó el primer láser de rubí en 1960.
En 1964, Townes, Básov y Prójorov viajaron a Estocolmo para recibir el Premio Nobel de Física. Como resultado, Prójorov se convirtió en editor jefe de la Gran Enciclopedia Soviética (1969) y presidente del Instituto de Física y Tecnología de Moscú (1973-2001). Por su parte, Básov fue nombrado canciller de la Academia Rusa de las Ciencias (1990).
Pero estamos en 2012 y, a pesar de las predicciones de los grandes títulos de la Ciencia Ficción, nos puede parecer que las míticas armas láser están tardando en aparecer.
Nuestro parecer no puede estar más equivocado, ya que en 1996, Estados Unidos e Israel iniciaron el desarrollo de un Láser Táctico de Altas Energías (THEL). Este dispositivo permitió a Israel derribar entre 2000 y 2001 hasta 28 misiles Katiusha y 5 proyectiles de artillería provenientes de territorio palestino. Una versión móvil del mismo (MTHEL) fue probado en 2004 con éxito frente a una múltiples rondas de mortero.
Pero el THEL no fue el primer láser aplicado a defensa. En la Unión Soviética se llevaba trabajando en este campo desde principios de los ’70. De hecho, los científicos soviéticos ya entonces habían identificado como reto el construir un dispositivo totalmente autónomo. Por esta razón, el desarrollo recayó en manos de la Marina, ya que un navío era el mejor ejemplo de autonomía.
El Almirante de la Flota Serguéi Gorshkov, héroe condecorado de la 2ª Guerra Mundial, dio la vía libre en 1976 para la construcción del OS-90 “Foros”, el primer barco con dispositivo láser. El “Foros” no fue construido desde cero, sino que se reconvirtió el 770 SDK-20, una nave de desembarco.
Este proceso duró 8 años, puesto que el casco tuvo que reforzarse debido al enorme tamaño y el peso del “Akvilón” (АКВИЛОН), un dispositivo que podía ser apuntado a vehículos como personal.
En septiembre de 1984, el “Foros” fue integrado en la Flota del Mar Negro y un mes después, se realizó la primera prueba en Feodosiya (Crimea). El resultado fue de éxito rotundo tras localizar y destruir el misil empleado en la prueba.
No obstante, el sistema tenía sus inconvenientes. Por ejemplo, los preparativos necesarios para un disparo de varios segundos podían requerir más de 24 horas. Además, la potencia efectiva del dispositivo superaba con creces el 5%. Pero el “Foros” fue solo el comienzo.
En 1978 se dio inicio al proyecto “Aidar”. Un carguero de nombre “Dikson” fue modernizado en Sebastopol (Ucrania) y equipado con un dispostivo láser, el más potente desarrollado hasta el momento, que fue construido en Kaluga (Rusia). Para evitar una explosión accidental debido al calentamiento excesivo de la unidad láser, se instaló un gran sistema de ventilación. Además, se dotó a la embarcación de tres propulsores Tu-154.
En 1979, el “Dikson” inició su patrulla por el Mar Negro y un año después se realizó su primera prueba exitosa. En esta ocasión, se trataba de disparar a un objetivo ubicado a 4 kilómetros. La potencia efectiva no subió de los 5% pero se pudo apreciar que el agua circundante había absorbido bastante energía.
Esta última observación fue determinante para considerar el Espacio como entorno perfecto de aplicación del láser, debido a la facilidad de propagación en el vacío. No obstante, el tamaño y el peso iban a seguir siendo el principal obstáculo, por lo que se decidió enterrar esa línea de trabajo incluso antes de haber hecho cualquier desarrollo.
Por su parte, el “Foros” y el “Dikson” acabaron en la 311ª División de Navíos Experimentales, desmantelando sus unidades láser a principios de los ’90.
Pero el océano no fue el único escenario en el se pudieron ver armas láser soviéticas. En Sverdlovsk (la actual Ekaterimburgo) se ubicaba el departamento de diseño de Uraltransmash, el principal fabricante de carros armados y artillería autopropulsada. En 1982, el SLK 1K11 “Stilet” vio la luz tras 4 años de colaboración con Astrofizika, desarrollador de las unidades láser.
En 1991 apareció el SLK 1K17 “Sjatie”, otro modelo con un sistema de búsqueda y adquisición de blancos mucho más avanzado. Gracias a este tanque, los empleados de Astrofizika recibieron la Medalla del Estado.
El “Sjatie” era superior en todos los sentidos. Disponía de 12 canales ópticos diferenciados que actuaban como sistemas de adquisición de blancos independientes. El cuerpo del tanque estaba basado en el MSTA-S, el único que podía responder a las necesidades de potencia e integridad estructural.
Tanto el “Stilet” como el “Sjatie” contaban con la ventaja de un disparo directo y limpio, sin necesidad de realizar correcciones balísticas debido al viento. Se estimaba que el alcance del “Sjatie” duplicaba al de un tanque convencional.
Durante muchos años se consideró al “Sjatie” como un arma psicológica, puesto que la exposición ocular a un haz láser puede producir daños irreparables. Por esta razón se pensó que este arma está prohibida por la ONU, pero este razonamiento no es válido, ya que “el deslumbramiento es un efecto secundario y no el fin”.
Por último, contaríamos con el Beriev A-60 en este catálogo de vehículos con armas láser. Al contrario de los anteriores, se trataba de un avión basado en el IIiushin II-76MD, una nave multipropósito.
Construido a finales de los ’70, su principal reto fue el diseño y colocación de la unidad láser para que ésta no afectara a la aerodinámica. A lo que el láser se refiere, el encargo recayó sobre el Instituto Kurchátov de Altas Energías.
Las armas láser están todavía muy lejos de nuestra concepción del futuro inspirada en novelas, películas y videojuegos. Pero no olvidemos que el futuro lo escribimos con el uso que queramos dar a las tecnologías. Por esta razón, podemos considerarnos afortunados de que en los últimos años, se haya dado mucha más prioridad a las aplicaciones pacíficas del láser, mejorando nuestra calidad de vida, velocidad en nuestras comunicaciones y seguridad en nuestros desplazamientos.
MÁS INFORMACIÓN
Explicación del Láser en la página de los Premio Nobel
http://www.nobelprize.org/educational/physics/laser/facts/index.html
Concesión del Premio Nobel de Física en 1964
http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/physics/laureates/1964/
“Planeta de las Tormentas” (Планета Бурь) entera y en versión original
https://www.youtube.com/watch?v=yZfe6QUJihw
Demostración del MTHEL frente a salvas de mortero
https://www.youtube.com/watch?v=LThD0FMvTFU
Uraltransmash
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