Rusia amplía su cartera de pedidos militares

Rusia se muestra cada vez más activa a la hora de conquistar mercados de armamento y técnica militar en América Latina. Según la corporación estatal Rosoboronexport, en 2011 se ha conseguido una especie de récord: el volumen de suministros de armas ha crecido en un 20%, alcanzando cerca de los 11 mil millones de dólares. Rusia pudo compensar la pérdida de una serie de contratos militares debido a la guerra en Libia con los suministros militares llevados a cabo en Guatemala, Kirguizistán, Laos, Mali, Singapur, es decir en países con los que hasta 2010 no tenía acuerdos en esta materia.

En la rueda de prensa que tuvo lugar en Rosoboronexport a principios de febrero, los representantes de esta corporación prestaron especial atención al desarrollo de la cooperación tecnológico-militar con los países de América Latina. Y eso, a pesar del relativamente reducido porcentaje de esta región en nuestros contratos militares (el 14% del volumen total de las armas exportadas por Rusia). Según Anatoli Isaikin, director de Rosoboronexport, “el mismo hecho de cooperar con estos países es muy importante porque permite a nuestros clientes conocer y ‘sentir’ nuestra tecnología”.

El establecimiento de una cooperación tecnológico-militar con Guatemala, un país históricamente orientado en su política exterior hacia los Estados Unidos, obedece a varios factores. Guatemala lleva ya treinta y cinco años sin recibir armas estadounidenses debido al embargo impuesto por Washington debido a la violación de los derechos humanos en este país centroamericano. Rusia ocupa el nicho de mercado que había quedado libre sin perseguir ningún tipo de objetivos políticos. Por otra parte, actualmente en el Congreso de EEUU se llevan a cabo debates de cara a abolir el embargo hacia 2013. En caso de una decisión positiva, Guatemala podría adquirir armas estadounidenses a mejor precio. También podría contar con la ayuda militar de su “vecino del Norte”. Sin embargo, el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina no ve con muy buenos ojos la ampliación de la presencia militar de Estados Unidos en la región y se muestra escéptico ante esta perspectiva. Hace poco ha declarado que “este país parece no tener en cuenta que en los últimos años el ejército guatemalteco ha cambiado en todos los aspectos”.

Pérez Molina, que logró su cargo presidencial gracias a su promesa de acabar con la violencia en la calle y el crimen organizado, como exmilitar apuesta por las fuerzas armadas en su estrategia. . Es por eso que el actual gobierno del país ve la adquisición de armamento y tecnología militar como un vigente problema que Rusia ayudará a resolver. Ya en enero de 2012, dentro el marco de la ayuda militar a Guatemala, llegaron los primeros camiones Ural, que se explotan con éxito en otros países de América Latina gracias a su elevada capacidad de paso, lo que les permite superar con facilidad tramos pantanosos. Estos camiones son ideales para transportar tanto personas como cargas.

Guatemala también ha expresado su interés por las armas rusas de fuego. A finales de enero de 2012, la empresa científico-productora Izhmash recibió un pedido por el suministro directo de fusiles de caza Saiga-12. Según el portavoz de esta planta situada en la región de Udmurtia, la operación con Guatemala tiene buenas perspectivas a pesar de las dimensiones reducidas del mercado de este país y sus problemas financieros.

La ampliación de la lista de compradores de productos militares rusos gracias a otro país latinoamericano es prueba de la competitividad de las armas rusas en la región y el crecimiento de su popularidad. Eso quiere decir que los suministros militares rusos a América Latina pueden seguir creciendo.

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