Vigilar las elecciones

Foto de AP

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El blogger anticorrupción Alexéi Navalni ha llevado sus conocimientos prácticos de abogado a los colegios electorales para lanzar su último proyecto, RosVibori, con el que pretende reclutar observadores para las elecciones presidenciales del 4 de marzo.

Tras el éxito de su proyecto anticorrupción, RosPil, el nuevo plan del abogado se dedicará a desplegar observadores electorales. Lo hará en aquellos distritos electorales donde haya más posibilidades de que ocurran hechos fraudulentos, donde tuvieron lugar irregularidades en las pasadas elecciones parlamentarias del 4 de diciembre y allí donde Rusia Unida ha recibido una participación sospechosamente alta.

 

A través del RosVibori, Navalni está reclutando abogados y creando unas “brigadas móviles” de voluntarios que servirán para detectar votaciones en “carrusel”, un método ilegal donde una persona vota en varios colegios electorales usando falsos votos ausentes, o la compra de los votos.

 

Dado que la ley sólo permite que sean los candidatos, los partidos políticos y los medios de comunicación los que puedan mandar observadores a los distritos electorales, Navalni está negociando la participación de los voluntarios de RosVibori con los comunistas, Rusia Justa y también con los candidatos independientes, allí donde las elecciones municipales se  organizan junto con las presidenciales.

 

El pasado miércoles ya se habían registrado 5.000 voluntarios en la página web del proyecto, de los que 1.500 son de Moscú, declaró a “The Moscow News”, Gueorgui Alburov, coordinador de RosVibori. Hay 97.000 distritos electorales en Rusia, de los cuales 3.300 se encuentran en Moscú.

 

Alburov está seguro que las negociaciones con los partidos van a tener éxito: “Todos los partidos quieren unas elecciones justas. A ellos les faltan los observadores y van a estar  deseosos de utilizar los nuestros.”

 

Por su parte, Alexánder Lébedev, manager del proyecto “Jornada Electoral” del partido Rusia Justa que tendrá lugar en Moscú, tiene planes de desplegar como mínimo tres observadores en cada colegio electoral. 

 

Los nuevos observadores son siempre bienvenidos: “Contratamos a toda la gente normal que esté dispuesta a defender la democracia y las elecciones justas.”

 

Lébedev comentó que muchos voluntarios se habían incorporado a su grupo tras las manifestaciones en contra del fraude electoral que tuvieron lugar en la plaza Bolótnaya y en la avenida Sájarov el pasado diciembre, sesenta de ellos son candidatos en las elecciones municipales. También añadió que  por lo menos el 40% de los observadores son nuevos.

 

“Antes la gente hacía este trabajo sólo si se le pagaba. Ahora hay más personas que están dispuestas a trabajar de forma gratuita.”

 

Los observadores tienen una formación especial y asisten a clases. “El principal objetivo de esta formación es explicarles cómo prevenir irregularidades, y que no  hagan un escándalo sino que escriban una queja ”, dijo Lébedev.

 

“En clases usamos urnas electorales, diciendo a la gente que en algún momento van a estar llenas, así que tienen que tener los ojos bien abiertos todo el tiempo.”

 

Formación en video-vigilancia

 

Para dejar constancia de las irregularidades, los observadores también aprenden a usar cámaras. Sin embargo, Lébedev no opina que sea una forma eficaz para cuestionar los resultados. Sólo los representantes de los medios tienen derecho a filmar en los colegios electorales. Sin embargo, en su instrucción especial para las elecciones del 4 de diciembre, la Comisión Electoral Central permitió filmar a los observadores, siempre y cuando no usaran las cámaras ocultas.

 

“A partir de ahora, incluso las grabaciones de un representante de los medios o un vídeo de una cámara web se van a considerar pruebas indirectas ante un tribunal”, dijo Lébedev. “Aún así, van a decir que todo se grabó en pisos alquilados”.

 

El número de observadores que se van a incorporar a Rusia Justa puede crecer, dado que la Comisión Electoral Central excluyó de las elecciones al líder del partido Yábloko, Grigori Yavlinski, argumentado que había falsificaciones entre las dos millones de firmas que obtuvo para registrar su candidatura electoral.

 

El papel de los observadores de Yábloko

 

Con la exclusión de Yavlinski, los que quedan en la carrera electoral son: el Primer Ministro Vladímir Putin, Serguéi Mirónov de Rusia Justa, Vladímir Zhirinovski del Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR), Guennadi Ziugánov de los comunistas, y el millonario Mijaíl Prójorov.

 

“La única razón por la que retiraron la candidatura de Yavlinski fue por la necesidad de eliminar a sus observadores”, escribió en LiveJournal el popular blogger Andréi Malgin.

 

“Yábloko hizo su trabajo mejor que los demás en las elecciones parlamentarias”, dijo Malgin. “Registraron más irregularidades, las sumaron, compilaron “la lista de Churov” (de funcionarios electorales sorprendidos manipulando votos) y ahora están inmersos en litigios.

 

“Aunque Yábloko tal vez pueda seguir mandando sus observadores a los colegios electorales como  representantes de su publicación, Yábloko Rusia”, declaró el portavoz del partido Ígor Yakovlev a “The Moscow News”.

 

Las posibilidades de que Yábloko pueda observar las elecciones son pocas. “Aunque el estatus de los observadores y los representantes de los medios es bastante similar, en la vida real los segundos son expulsados con más asiduidad de los colegios electorales,” explicó Yakovlev. RosVibori de Navalni sigue contando con Yábloko. También contarán con la colaboración de la asociación independiente para la observación de elecciones Golos.

 

“Ellos comparten sus materiales de formación con nosotros, nos ayudan mucho”, dijo Gueorgui Alburov.

 

La directora ejecutiva de Golos, Lilia Shibanova, comentó a “The Moscow News” que su asociación también hará sesiones de formación con los observadores de RosVibori. Alburov declaró que su grupo ha programado formación en video-vigilancia y que organizarán clases y reuniones con expertos.

 

Sin embargo, la presión sobre la organización sigue creciendo. El pasado martes avisaron a Golos de que en sus oficinas de Moscú no habrá electricidad entre los días 25 de enero y 6 de marzo, debido a unas obras. El pasado lunes la propietaria del local, la editorial Literatúrnaya Gazeta, les notificó que el contrato de alquiler iba a quedar anulado el 1 de febrero, mientras que en un principio expiraba en agosto.

 

Shibanova declaró el pasado jueves a “The Moscow News” que tras una campaña publicitaria en defensa de Golos, el propietario prometió reconsiderar su decisión y ha dejado que la organización se quede en sus oficinas hasta el 24 de febrero. Shibanova añadió que todavía no han tenido  cortes de electricidad.

 

Consulte el artículo original en: http://www.themoscownews.com/politics/20120126/189403033.html

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