"Se ignoraron también nuestras propuestas de
añadir al texto insistentes llamamientos a los grupos armados para que
dejen de atacar las instituciones públicas sirias y a la población
civil, incluyendo a periodistas extranjeros, entre ellos occidentales",
subraya la cancillería rusa.
Rusia, por contra, lamenta que la
resolución sí incluía "un amplio abanico de exigencias al Gobierno
sirio" en tono de ultimátum: "No se tuvo en cuenta la propuesta rusa de
rebajar el tono de las exigencias, que incluyen la renuncia de Bachar al
Asad que Damasco debía cumplir en un plazo de tres semanas".
"En estas condiciones , Rusia y China se vieron obligados a votar contra
de un proyecto de resolución desequilibrado. Lamentamos profundamente
tal conclusión de la labor del Consejo de Seguridad, que con la
colaboración de nuestros socios pudo haber terminado en la adopción de
una postura consolidada sobre Siria", apuntó Moscú.
La
Cancillería rusa manifestó que la diplomacia rusa seguirá insistiendo en
el inicio de "un diálogo nacional sirio" para que finalice cuanto antes
la violencia en el país.
El próximo 7 de febrero, el ministro
de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el jefe del Servicio de
Inteligencia Exterior, Mijail Frádkov, se desplazarán a Damasco para
reunirse con el presidente sirio.
Este sábado, el doble veto
de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU impidió al máximo
órgano de seguridad internacional aprobar el proyecto de resolución para
condenar el régimen de Al Asad y exigir el cese de toda violencia.
La de ayer fue la segunda ocasión en cuatro meses que esos dos países
vetaban una resolución de condena del Consejo al Gobierno sirio. EFE
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