Según el diario ruso, el valor del contrato asciende a unos 550 millones de dólares, a razón de 13,5 millones por cada avión.
El director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías ruso,
Ruslán Pújov, calificó el acuerdo de muy arriesgado desde el punto de
vista de las garantías de pago dada la actual fragilidad del régimen del
presidente sirio, Bachar al Asad.
"Teniendo en cuenta la
inestabilidad política en Siria y las presiones que recibe por parte de
Estados Unidos es difícil predecir lo que sucederá de aquí en adelante.
El régimen de Bachar al Asad puede caer, lo que conllevará pérdidas
financieras y de imagen para Rusia", subrayó el experto.
El Yak-130 es un avión de instrucción de combate de última generación, que fue certificado tras superar todas las pruebas de vuelo y uso de armamento en diciembre de 2009.EFE
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