"La OTAN no puede aceptar esa
idea. Únicamente porque estamos convencidos de que sólo la Alianza, y no una potencia
extranjera, puede garantizar la seguridad de sus miembros y sus territorios.
Tampoco Moscú quiere que su seguridad quede en manos de la OTAN", explicó el
diplomático estadounidense.
La Alianza insiste en una cooperación en la que las partes respondan únicamente
por la defensa de su territorio.
"Podemos aceptar una versión adaptada de la propuesta rusa (de defensa)
sectorial. La OTAN
se encargará de defender su territorio, y Rusia el suyo. Juntos podemos
determinar cómo pueden cooperar nuestros sistemas independientes de antimisiles
para reforzar la seguridad de Europa y protegerla de la amenaza iraní",
indicó.
A finales de noviembre, el presidente ruso anunció el despliegue de un radar y
ordenó reforzar la seguridad de las instalaciones de las fuerzas estratégicas
de Rusia en respuesta a la negativa de EEUU a dar garantías por escrito de que
su sistema de defensa antimisiles en Europa no amenaza al poderío nuclear ruso.
"No hay nada nuevo entre las medidas anunciadas por el presidente
Medvédev. Lo más importante que hemos oído es que la puerta para el diálogo
sigue abierta. Tenemos intención de cooperar con Rusia, pero al mismo tiempo
nuestra intención es desplegar nuestra defensa antimisiles", indicó
Daadler.
El embajador estadounidense ante la
OTAN reconoció que en la actualidad las negociaciones entre la Alianza, Estados Unidos y
Rusia sobre el escudo antimisiles están en punto muerto.
"Estamos en un atolladero, pero hay salida. Todos estamos preparados para conversar. Vemos con claridad nuestras diferencias y estamos listos para superarlos. Nadie baja las manos ni capitula, incluidos los representantes de Rusia", subrayó. EFE
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