Dzhióyeva,
quien obtuvo el apoyo de 16.466 electores de un total de 29.053 en una
votación en la que su rival, el candidato oficialista, Anatoli Bibilov,
consiguió 11.286 sufragios, calificó de provocación la decisión del
Supremo.
Poco
antes la candidata opositora había anunciado que retiraría el recurso
ante el Supremo en vista de que no había la más mínima posibilidad de
que la instancia judicial actuase conforme a derecho.
La
política suroseta hizo un llamamiento al presidente de Rusia, Dmitri
Medvédev, y a su primer ministro, Vladímir Putin, a que intercedan para
reconducir la situación al cauce de la legalidad.
En
caso contrario, "la situación puede quedar fuera de control", subrayó
Dzhióyeva, quien declaró que ella y sus partidarios defenderán la
victoria conseguida en las urnas.
Por
su parte, el presidente saliente suroseta, Eduard Kokoiti, advirtió de
que "aquellos que crean estructuras ilegales y llaman al derramamiento
de sangre serán llevados ante la justicia".
Kokoiti
indicó que hay "pruebas fehacientes" de que las acciones de la
oposición son financiadas por los servicios secretos de Georgia.
Las
autoridades georgianas niegan legitimidad a las elecciones en Osetia
del Sur y reiteran que no pueden tomarse en serio unos comicios en un
territorio ocupado por una potencia extranjera.
Tras
la guerra de agosto de 2008, cuando el ejército ruso irrumpió en
Georgia para forzar a las tropas georgianas a retirarse de Osetia del
Sur, Rusia reconoció su independencia, así como la de Abjasia, otra
región separatista, y mantiene en ambas contingentes militares.
Al
reconocimiento ruso se sumaron más tarde los de Nicaragua, Venezuela y
dos atolones perdidos en el Pacífico, Nauru y Tuvalu. EFE
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