I Coloquio sobre Mujer y Literatura en la Casa- Museo Anna Ajmátova de San Petersburgo

Foto de Marta Rebón

Foto de Marta Rebón

Los días 13 y 14 de octubre se celebró en la Casa-Museo de Anna Ajmátova, dentro del marco de actividades del Año Dual de España en Rusia, el I Coloquio sobre Mujer y Literatura, organizado por el Departamento de Español de la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad Pedagógica Herzen, en colaboración con la Embajada de España, el Consulado de España en San Petersburgo, el Instituto Cervantes de Moscú, la Universidad Estatal de San Petersburgo y el Seminario Permanente sobre Mujer y Literatura de la UNED.

El objetivo del coloquio fue «aportar un punto de vista femenino a los estudios literarios a través de trabajos de investigación focalizados en la mujer como autora y personaje literario», pues, como aseguran los organizadores, «consideramos necesario y conveniente crear un espacio que visibilice la aportación de la mujer al arte y, en concreto, a la literatura para generar así un debate que posibilite una reflexión más general sobre el papel de la mujer en la sociedad». Para ello, se contó con la presencia de diversos ponentes tanto rusos como españoles que participaron en las distintas mesas redondas programadas para las dos jornadas.

La impulsora del coloquio Rosana Murias, lectora de la AECID de la Universidad Pedagógica Herzen, conversó con Rusia Hoy sobre este evento cuyo éxito hace confiar en su continuidad.

- ¿Qué te movió a organizar este coloquio centrado en la temática sobre mujer y literatura?


Escribo mi tesis doctoral sobre una escritora, Carlota O’Neill, y he participado como ponente en los dos últimos coloquios organizados en Madrid por el Seminario Permanente de Estudios sobre Literatura y Mujer de la UNED. Al llegar a Rusia, me di cuenta de que la inmensa mayoría de mis alumnos y compañeros eran mujeres, pero que cualquier tema relacionado con el feminismo provocaba cierto rechazo. Mi experiencia en los coloquios de Madrid me proporcionó la idea de hacer algo similar aquí, pues creo que reflexionar sobre feminismo y mujer partiendo de la literatura puede llegar mejor a los estudiantes.

En mis clases he comprobado que los roles masculinos y femeninos están muy arraigados en la juventud rusa y que a menudo esto provoca una simplificación de los fenómenos sociales. El coloquio pretende sembrar la semilla del debate, cuestionar el modo en que nos enfrentamos al fenómeno literario, pero también a lo histórico y sociológico.

Saber que la iniciativa estaría avalada por las coordinadoras del Seminario Permanente de Estudios sobre Literatura y Mujer de la UNED me dio el impulso, pues sabía que le resultado del mismo, contando con su participación habría de ser de gran calidad.

 

 ¿Cómo fue la colaboración con la institución rusa?


Al pensar en el lugar idóneo para la realización de esta actividad surgió por parte de mi compañero Evgeny Shtorn la posibilidad de celebrar el coloquio en la Casa-Museo de Anna Ajmátova. Desde el principio nos pareció el lugar ideal y así ha resultado ser. No solo por lo que significa Anna Ajmátova en el marco de la literatura escrita por mujeres, sino también porque la acogida y las facilidades que nos ha brindado la dirección y todo el equipo del museo han sido inmejorables. Nos han tratado como si fuésemos miembros de la institución, haciendo que todo resultase no solo sencillo sino agradable. Desde el principio se mostraron muy interesados en el proyecto y nos mostraron total confianza. Una de las claves del éxito del proyecto ha sido sin duda su emplazamiento, que lo ha convertido una experiencia personal que va más allá de lo meramente académico.

 

- ¿Qué lagunas has encontrado en los estudios de género en Rusia? Y, por otra parte, ¿cómo está este campo de estudio actualmente en España?


La verdad es que no sé si soy la persona idónea para contestar a esto, intentaré hacerlo desde mi experiencia. La acogida que tuvo la idea por parte de las profesoras rusas que participaron fue excelente, pues varias de ellas habían realizado, o deseaban hacerlo, trabajos relacionados con el tema. No tengo datos concretos sobre la situación de los estudios de género en Rusia, lo único que puedo decir es que tanto a compañeras como alumnos les pareció una idea diferente e innovadora. Al buscar apoyos dentro del mundo académico ruso no he encontrado grupos de estudio o investigación que aborden este asunto concreto, lo cual no quiere decir que no los haya, por supuesto. En España ya hace años que muchos investigadores centran sus trabajos en este campo no solo en lo relacionado con la literatura sino también en otros ámbitos como la historia, la sociología, la ciencia, etc.

Personalmente creo que el debate sobre el papel de la mujer en la sociedad rusa no tiene el alcance que cabría esperar en un país como este. Yo trabajo con gente joven, chicas en su gran mayoría, y he comprobado que las cuestiones relacionadas con el género no les resultan familiares y que conceptos comúnmente aceptados en Europa no lo son en Rusia.  Casi parece como si tal debate no fuese pertinente en la sociedad rusa, como si fuese algo superado, pese a que la situación de desigualdad en la que viven las mujeres rusas es evidente. Por poner un ejemplo, el tema de la violencia de género es obviado tanto por instituciones como por los medios de comunicación, pese a que las cifras de mujeres muertas a manos de sus parejas en Rusia es escalofriante.

No me atrevo a aventurar una explicación a esta situación, me limito a constatar lo que yo percibo como extranjera, por supuesto, en el desarrollo de mi labor como docente que me permite escuchar muchas opiniones diferentes.

¿Qué puede ofrecer nuestra experiencia? ¿Qué ofrece, en general, y de forma más amplia, esta visión del arte? ¿Cómo llegan todos estos estudios a la sociedad para transformarla?


Creo que este tipo de experiencias ofrecen sobre todo interrogantes, invitan a cuestionarse el porqué de las cosas, a analizar los fenómenos artísticos y sociales con más objetividad y profundidad. Ayudan a replantearse las cosas. ¿Por qué tradicionalmente las mujeres han escrito menos? ¿Qué factores influyen en la participación de las mujeres en el arte, en la literatura, en la sociedad en general? ¿Escriben igual hombres y mujeres? ¿Por qué conocemos menos a las escritoras que a los escritores? En las preguntas está la clave. Que nuestros alumnos sean capaces de reflexionar sobre el porqué de las cosas es el primer paso para su comprensión. No pretendemos ofrecer respuestas a todos estos interrogantes, sino tan solo evidenciar que todo tiene diversas lecturas y que hay más puntos de vista que los tradicionalmente aceptados.

Las mujeres son un poco más de la mitad de la población y, sin embargo, pareciera que su papel en la historia, el arte y la sociedad, en general, es el de seres pasivos, el de meros observadores. Ojalá no fuese necesario tener que crear espacios que visibilicen a las aportaciones de las mujeres, pero el hecho es que sí son necesarios. ¿Cómo podemos entender el arte o la historia si le amputamos una parte tan importante? La visión que las mujeres tienen del mundo y que han plasmado en creaciones artísticas debe ser tenida en cuenta para alcanzar un entendimiento pleno de los fenómenos históricos y sociales, que de otro modo resultan irremisiblemente parciales.

Tener una visión más completa de la realidad nos ayuda a entender no solo el pasado sino también el presente y con ello poder ver con más claridad el futuro. Está claro que pensar que las mujeres han publicado menos durante siglos porque son peores escritoras o porque tenían menos cosas que decir afecta a nuestra visión de conjunto del papel de la mujer en la sociedad, es necesario conocer y reflexionar sobre las causas de fenómenos como éste. A partir de este ejercicio se crean las bases de un modo de pensar la realidad diferente, con una actitud analítica que cuestione racionalmente la sociedad. Todo ello repercute positivamente en la manera en que nos enfrentamos al mundo y en nuestra capacidad para  actuar como individuos activos y conscientes.

-¿Qué ha significado para ti realizar este encuentro en un lugar tan especial como la casa de Ajmátova?


Como ya he dicho antes, haber podido celebrar el coloquio en un lugar como la casa de Anna Ajmátova lo ha dotado de una dimensión que va más allá de lo meramente académico. La experiencia se vuelve más intensa y todo parece encajar de algún modo, como si el propio espacio justificase todo lo que allí se dijo. La presencia de la gran poeta rusa avalaba en cierto sentido toda la iniciativa, ¿quién podría cuestionar la pertinencia del encuentro estando en la mismísima casa de Anna Ajmátova? Desde un punto de vista más personal, puedo decir que estar allí en pleno otoño petersburgués tuvo algo de literario, de artístico; espero que también para el resto de asistentes haya sido algo tan especial como para mí.

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