Se busca una buena película sobre el Gulag

Foto de Kinopoisk

Foto de Kinopoisk

¿Es posible hacer una buena película sobre el propio Gulag? Y aún más importante, ¿es necesaria?

El Comité ruso para los Oscar eligió en septiembre la nueva película de Alexei Uchitel, “The Edge”, como candidata a mejor película extranjera. La película no entró en la lista de candidatas de la Academia. Sin embargo, fue finalista de los Globos de Oro, donde perdió frente a la película danesa “In a Better World”.

“The Edge” es un film poco común por varias razones. Ambientada a finales de 1945, trata de un veterano de guerra que sufre una conmoción cerebral y llega a un campo de trabajo en Siberia. El campo está lleno de enemigos de guerra de diferentes nacionalidades. El veterano, de nombre Ignat, desea continuar con su pasión: trabajar con locomotoras. Poco a poco se va involucrando con los trabajadores del campo y acaba perturbando el precario equilibrio que existe cuando descubre que una mujer alemana ha vivido durante la guerra en una isla cercana. Uchitel es más conocido por ser un director de arte y ensayo, sin embargo en esta ocasión recibió el apoyo de Pervy Kanal (canal de televisión ruso) y declaró que había hecho una película de “estilo Hollywoodiense”. Daria Goriacheva de “gazeta.ru” señaló que la película “es el mejor intento del nuevo cine del país por rusificar un éxito taquillero al estilo de Hollywood”. Al hacerlo, “The Edge” casi se convierte el el primer éxito taquillero del Gulag.

“The Edge” es la última película sobre los campos estalinistas. Últimamente, se han realizado varias películas sobre el tema. En mayo del 2007, la revista rusa de cine “The Art of Cinema” publicó lo mantenido en una mesa redonda en la que se declaraba que la falta de películas sobre el Gulag constituía una “ausencia significativa” en la cultura rusa. Daniel Dondurei, editor de la revista, se mostraba preocupado porque “el país no considera la tragedia estalinista como una catástrofe nacional”, ya que muchos rusos tratan el pasado estalinista y especialmente el Gulag con indiferencia. En el mismo foro, el historiador Alexander Daniel dijo que los rusos todavía no han expiado los crímenes estalinistas. Los participantes estaban de acuerdo en afirmar que una buena película sobre el Gulag podría ayudar a mejorar la situación.

Los editores de la revista convocaron la mesa redonda porque se acaba de estrenar la serie televisiva de Nikolai Dostal, “La Voluntad de Lenin”, basada en la vida de Varlam Shalamov. Se trataba de una serie de episodios ambientados en el Gulag. “La Voluntad de Lenin” seguía los pasos de “Penal Battalion” (2004-2005) del propio Dostal que exploraba el uso de prisioneros del Gulag como carne de cañón durante la Segunda Guerra Mundial. Eduard Volodarski, el guionista, también escribió la adaptación televisiva de las historias del Gulag de Shalamov en 2005 titulada “La última batalla del licenciado Pugachev”. Asimismo, en enero del 2006, el canal de televisión Rossiia emitió diez episiodios que correspondían a la adaptación de “El primer círculo”, obra de Alexander Solzhenitsyn. La serie lideró los ranking de audencia y tuvo un gran seguimiento en los medios. Estos programas para la pequeña pantalla también ganaron premios. “La Voluntad de Lenin” recibió el Águila de Oro, equivalente ruso de los Globos de Oro, a la mejor serie televisiva en 2007. “Penal Battalion” obtuvo el TEFI, el Emmy ruso, a la mejor serie en 2005 ( “La última batalla del licenciado Pugachev” estuvo nominada). A su vez, “El primer círculo” recogió un TEFI especial concedido por críticos de la televisón para convertirse en el “evento televisivo del año” en 2006. Por su parte, Solzhenitsyn ganó el TEFI al mejor guión. Algunas de las mejores series de televisión de los últimos diez años han sido adaptaciones de clásicos de la literatura rusa. Ciertamente, estas producciones demuestran como la naturaleza episódica de muchas obras rusas, entre las que se incluye “Los cuentos de Kolyma” y las novelas de Solzhenitsyn, es muy adecuada para adaptaciones televisivas.

Sin embargo, las películas sobre el Gulag para la gran pantalla no han tenido tanto éxito. La película “Lucky” de Vladímir Iakanin estrenada en 2006, trataba de un joven oficial de la marina sentenciado a veinticinco años en los campos de trabajo. Cuando el oficial, apodado “Lucky”, llega, se ve involucrado en una “guerra” entre dos bandas criminales. No sólo consigue sobrevivir sino que también logra una salida anticipada. La película no tuvo mucha suerte en taquilla: tuvo poco distribución y sólo apareció en veintiséis pantallas. Dostal continuó con el tema del Gulag y rodó un largometraje en 2009 titulado “Petya on the way to heaven”, acerca de un adolescente con problemas mentales que pretende trabajar como policía de transporte en una campo de trabajo cerca de Murmansk. El guión es de Mijaíl Kuraev y está basado en su novela corta de 1991. La película ganó el premio de San Jorge en el 31º Festival Internacional de Cine de Moscú. La película que tuvo un coste de dos millones de dólares recaudó unos pírricos 22.000 dólares.

Hace un año, la película de Nikita Mijalkov “Quemado por el sol 2: Éxodo” parecía una apuesta segura de Rusia para hacerse con el Oscar. El largometraje se estrenó el Día de la Victoria (9 de mayo) de 2010. Fue un fracaso estrepitoso que llevó a Mijalkov a pedir al comité que no considerara su película. También se trataba el tema de los campos estalinistas. En la oscarizada “Quemado por el sol”, el protagonista, el general Kotov, interpretado por el propio de director, había sobrevivido a la muerte. Sin embargo, es enviado a los campos de trabajo. El film comienza con el deshonrado ofical que escapa del campo de trabajo en el que está internado después del bombardeo de aviones nazis. Finalmente, Kotov se une a un batallón penitenciario.

“Quemado por el sol 2” se convirtió en un tema recurrente para la prensa. Sobre todo por su pobre actuación en taquilla. El fin de semana del estreno recaudó 2, 5 millones de dólares a pesar de contar con un presupuesto de 55 millones y de una masiva campaña publicitaria. Al final, recaudó alrededor de 7,5 millones de dólares. También es cierto que recaudó más dinero que cualquier película post-soviética que trata el Gulag. “The Edge” de Uchitel recaudó, 5,1 millones de dólares aunque su coste fue de 11 millones.

Tanto “Quemado por el sol 2” como “The Edge” ejemplifican perfectamente lo que ocurre con los largometrajes relacionados con el Gulag. Ya no es posible argumentar que hay una ausencia significativa, ya que ambos filmes han tenido un gran seguimiento mediático. Sin embargo, la película de Uchitel no tiene que ver tanto con los internos como con las carreras de tren de Ignat. Los prisioneros deportados no son más que el telón de fondo de las escalofriantes secuencias con locomotoras. Por otro lado, en “Quemado por el sol 2”, el hecho de que comience en un campo de trabajo sólo sirve para explicar la extraordinaria resurreción de Kotov. Está más relacionada con la creencia de Mijalkov, según la cual Dios volvió a Rusia durante la guerra. Las películas hacen uso de los efectos especiales de las películas taquilleras en las carreras de trenes o en las secuencias de guerra. En muchos sentidos, ambas son tan indiferentes al Gulag como lo son los rusos, según afirman los participantes de la mesa redonda. En consecuencia, la nueva Rusia todavía espera su primera película verdaderamente buena sobre el Gulag.

Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies