El hombre de la cámara

Se exponen por primera vez más de doscientas obras de este gran maestro, que antes pertenecían a colecciones privadas y galerías nacionales. Además, también se pondrán a la venta. Es un informe fotográfico sin precedentes sobre los años 20 del siglo ХХ, “la época del intervalo”, según definición de Yuri Tyniánov, teórico de aquella época.

La Revolución Rusa fue acompañada por un importante período de experimentación artística conocido como Constructivismo. Cuestionó las propiedades fundamentales del arte y se preguntó acerca del lugar que tendría que ocupar en la nueva sociedad. Los constructivistas adoptaron la idea de la obra de arte como experimento y una especie de producto único. Exploraron métodos de trabajo colectivos y pretendieron aportar algo nuevo a la vida cotidiana a través del diseño, la arquitectura, la producción industrial, el teatro, el cine y la fotografía.

“Tenemos la obligación de hacer experimentos”, con este lema constructivista Alexandr Ródchenko (1891-1956) abordó el mundo de la fotografía. Para entonces ya era un pintor y escultor consagrado además del padre del diseño y la publicidad soviéticos. Su experimentación con la cámara revolució completamente el arte fotográfico. Sus imágenes se pueden reconocer inmediatamente. “El método de Ródchenko” fue ampliamente utilizado en los años 20 tanto por colegas y partidarios como por sus adversarios políticos y estéticos. Entre sus descubrimientos, se encuentra la composición diagonal, que está llamada a reflejar el dinamismo y la fuerza del hombre nuevo en un estado nuevo; también exploró los ángulos de toma, los puntos de vista superiores e inferiores, la estructura gráfica contrastada y otros recursos artísticos que hoy en día constituyen fundamentos del arte fotográfico.

Sin embargo, no basta con subirse a una escalera y hacer una foto del edificio desde arriba (estos ángulos de toma aplicados a la fotografía de edificios son muy típicos en la obra del maestro) para convertirse en toda una etapa en la historia de la fotografía. Exteriormente muy formalista, el método fotográfico de Ródchenko siempre se presentó lleno de la energía interior de su persona: romanticismo pertinaz, fantástico sentido del humor, auto ironía y un documentalismo perspicaz. Este talento se reconoce fácilmente tanto en las imágenes más famosas del maestro, que forman parte de la exposición (los conocidos retratos del poeta futurista Mayakovski y de la madre fundadora del diseño soviético, Varvara Stepánova, para los cuales Ródchenko prescindió de todas las tradiciones de la fotografía de estudio), igual que en obras poco conocidas como, por ejemplo, “La ambulancia” de 1929, en la que la mitad de la fotografía es ocupada por la imagen de una cruz roja sobre un fondo blando: una especie de guiño fotográfico al cuadrado negro de Malévich.

Aparte de las obras del propio Ródchenko, el organizador de las exposiciones de Art Sensus, John Milner, ha elegido minuciosamente más de quinientas fotos de sus compañeros y seguidores, muchas de las cuales se exponen por primera vez. Se trata de magníficos reportajes fotográficos de Naum Granovski, Simón Friedland, Max Alpert, Yevgueni Khaldey, Gueorgui Zelma, en los que se refleja con detalles sorprendentes la vida cotidiana del estado soviético, desde los desfiles y las fiestas deportivas, hasta la constricción del Belomorkanal (el Canal del Mar Blanco) y las vacaciones infantiles en el campamento de los pioneros Artek.

Merece atención especial la colección de fotografías y documentos de VKHUTEMÁS, una escuela artística experimental en la que Ródchenko dio clases en los años 1920-30 como catedrático de edificación. Fundado durante el gobierno de Lenin, el estudio VKHUTEMÁS se considera actualmente el análogo soviético de la escuela alemana Bauhaus, de la misma época. Los estudiantes de Ródchenko, entre ellos el arquitecto Nikolai Ladovski, iban a crear modelos arquitectónicos hipotéticos, que posteriormente se fotografiarían con un fondo especial. Estas fotografías de diseños arquitectónicos nunca llevados a la realidad y que nadie ha visto antes, se proyectan hoy sobre una de las paredes de la galería, reflejando las ideas revolucionarias de la época.

Además, los organizadores de la exposición también se han preocupado por reflejar el componente político, bastante difícil de ocultar a la hora de hablar del arte vanguardista soviético en Occidente: dos stands especiales, uno rojo y otro de color caqui, han sido dedicados a los retratos fotográficos de Lenin y Stalin, respectivamente. En ellos se pueden apreciar, en vez de perfiles oficiales de los dirigentes, fotografías inesperadamente reales tomadas por fotógrafos anónimos. Estas imágenes de personas cuyo papel en la historia es difícil silenciar están hechas casi de paso. Es aquí donde los visitantes de la exposición se quedan parados más tiempo, quizás intentando discernir en la pequeña foto de Stalin, con un tamaño de 3х2 centímetros, los grandes acontecimientos históricos ocurridos en ese enorme país.

Paradójicamente, el propio Ródchenko pudo pasar por esta finísima frontera que separa el arte y la política sin caer en el precipicio de esta última. Escribió en su diario: "El arte consiste en servir al pueblo, pero cada uno intenta llevar al pueblo a un lado, caóticamente. A mí me apetece llevar al pueblo hacia el arte en vez llevarlo a alguna parte sirviéndome del arte. No sé si he nacido demasiado pronto o demasiado tarde. Hay que separar el arte de la política…". Por lo visto, lo ha logrado.

La exposición “Ródchenko y su círculo: construyendo el futuro a través de la fotografía” tendrá lugar hasta el 19 de marzo en la galería Art Sensus, 7 Howick Place, Londres SW1, www.artsensus.com

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