Bienvenido sea el tango

Juan Fabbri, productor integral y socio fundador de “Tango Porteño” y “Esquina Carlos Gardel”, así como presidente de ésta última, comparte con Rusia Hoy su experiencia en giras por Rusia y nos brinda una mirada crítica sobre el Mundial de Tango llevado a cabo en Buenos Aires el pasado mes de agosto.

“Esquina Carlos Gardel nació hace poco más de 10 años. En octubre del 2005, año del 120 aniversario del inicio de las relaciones diplomáticas entre Rusiay Argentina, un productor ruso que estaba en Buenos Aires vino a ver el espectáculo. Le fascinó y me dijo que quería llevarlo a Rusia. Dos semanas después, me envió un mail pidiéndome la confirmación. Si bien en ese momento no teníamos armada una compañía para hacer una gira, no quisimos desechar la oportunidad y fue así como nuestro primer trabajo en el exterior se dio en Rusia.

Desde ese momento no paramos de viajar y podemos decir que en estos años dimos la vuelta al mundo. En Rusia ya estuvimos siete veces, siempre contratados por algún productor. Estuvimos dos años consecutivos en el Teatro del Kremlin con el show completo, y una tercera en el mismo teatro con un show más chico al que nos convocaron para una fiesta de un partido político.

Llevar el tango a Rusia puede compararse a cuando recibimos al ballet del Bolshoi en el Teatro Colón. Es una manifestación cultural de otro país que se muestra tal cual es. Lo que nosotros tratamos de reflejar es la autenticidad y creo que por eso siempre nos ha ido muy bien. Para lograr eso, los espectáculos que llevamos de gira los creamos según el mismo concepto que trabajamos en “Esquina Carlos Gardel”, incluso llevamos una extensión del set, un sello propio que viaja con la compañía para conseguir que en cualquier parte del mundo el espectador se sienta en esta esquina porteña.

El público ruso

Creo que el tango es bien recibido en todo el mundo. La danza es una manifestación cultural. En este caso tiene un perfil y unas características muy específicas que hacen que sea atractivo. Tiene un contenido denso -como también lo pueden tener el flamenco, el jazz o la samba- que se puede bajar a la tierra y tras ese proceso se consigue generar un espectáculo que transmite el contenido cultural y además tiene éxito alrededor del mundo. En el caso del tango, no somos los únicos que llevamos esta identidad tan nuestra por el mundo; hay una multiplicidad de compañías que van de gira y también lo hacen. .

El público ruso es un público muy especial. Nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer a varios tipos de espectadores y el ruso tiene la particularidad de ser un público muy entendido, lo que lo diferencia de casi todo el resto de las audiencias del mundo. Está muy instruido y por eso sabe apreciar quizás un poco más que el resto. Sobre todo tienen el oído muy entrenado, pero tambiénel ojo muy entrenado. También hicimos conciertos de música, por cierto, con mucho éxito. En una oportunidad nuestra orquesta tocó en el Teatro Sinfónico de San Petersburgo

Los rusos están acostumbrados desde jóvenes a ver ópera y ballet así como a ir a conciertos. Cuando hicimos el show para el Teatro de la Comedia Musical en San Petersburgo, en pleno invierno, era llamativa la cantidad de gente joven que concurría. He visto chicos muy modernos, con tatuajes y piercing, asistiendo a una obra musical. También lo noté cuando fui al espectáculo “El corsario rojo”, era sorprendente la cantidad de juventud que había viendo ópera.

Trabajar en Rusia

Para mí fue siempre un placer trabajar en Rusia. Tanto Dolores de Amo, mi mujer, como yo, nos enamoramos perdidamente de ese país. Tengo varios amigos allí y creo que los rusos están tan locos como los argentinos y por eso somos como hermanos.

Dos cosas que me marcaron de trabajar en Rusia. La primera vez que tuve una función en el Teatro del Kremlim ante cinco mil personas , aquello es tan grande como una cancha de fútbol. Al final, se te caen las medias. La segunda es el asombro que me provoca el profesionalismo de todos los artistas y técnicos rusos. No son fáciles de trato, pero son muy eficientes y están muy capacitados; también muy esquematizados, sobre todo en los teatros que tienen una historia milenaria. Hay que entender como funcionan y ser consciente de que uno viene con otra mentalidad y otro ritmo.

Cuando hicimos “Sueños de Tango” en el Teatro de la Comedia Musical, tuvimos una primera reunión en Rusia para ponernos de acuerdo sobre lo que haríamos; debía tener un argumento más allá de la música y la danza. Volvimos a Buenos Aires y junto con Dolores escribimos el libro de la obra.Contaba la historia de Yaya: una bailarina de ballet ruso que hurgando en el desván de la casa descubría que su tatarabuela había sido bailarina de tango y eso hacía que quisiera seguir sus pasos para, finalmente, ir a Buenos Aires y triunfar actuando en un show de tango.

Volvimos a Rusia a presentárselo al director. Quedó fascinado con el argumento y armó enseguida una reunión para que se lo explicáramos a todo el equipo técnico. Estaban la vestuarista, el director musical, el director coreográfico y, en un rincón del fondo, un señor petisito muy atareado con unas hojas de dibujo.Hablamos algo más de una hora con todo el grupo y luego continuamos un poco con cada miembro.Al final sólo quedaba ver la parte escenográfica. Empezamos a explicársela al director general, pero éste nos interrumpió y llamó al hombrecito del fondo, que resultó ser el director de escenografía del teatro y ya tenía los bocetos para todas las escenas de la obra.

Los dibujos de este hombrecito eran impresionantes, perfectos. Hoy los tengo enmarcados en mi casa. Él pudo, durante la hora que duró la reunión, interpretar exactamente lo que habíamos imaginado con Dolores. No sólo eso, sino que hizo esos bocetos sabiendo con qué elementos ya contaban en el Teatro. Nos llevó tras bambalinas y nos mostró modelos de cielos, fondos y algunos pedazos de escenografía que tenían en un depósito. Al día siguiente ya teníamos un esquema total del set, no nos costó nada y en una semana ya estaba terminado. Para cuando se comenzó a ensayar, ya teníamos la escenografía lista. Con esta genialidad se trabaja en Rusia.

Circo Ruso y Tango

En nuestra compañía tenemos una bailarina rusa, Inga Savitskaya. Es muy interesante como llegó a ser parte de nuestra compañía. Hace dos años yo estaba armando un nuevo show para Tango Porteño y me acordé de Inga, quién era parte del Circo de Moscú y a quién yo había visto hacer una rutina. Empecé a buscarla por doquier pero no podía dar con ella. Hasta que un amigo me contó que le había parecido verla en un video en YouTube. Así fue como la encontré trabajando en Rosario.Luego, se unió a nuestra compañía.

Inga tiene un personaje de creación propia llamado “el amigo imaginario”. Es un hombre que no es un hombre sino un saco con quien ella baila, de modo que acaba haciendo ambos roles:el la mujer y el del hombre. Es una fusión interesante del tango con una destreza y una habilidad de varieté. Conviven así el tango y el circo, dándole una nota artística, de creatividad y de humor, logrando uno de los espectáculos más aplaudidos del show. Tal es así que, en una ocasión en que ella no estaba en Buenos Aires, tuve que buscar un mimo para sustituirla porque nuestro público se acostumbró a que hubiera algo con ese tinte circense.

El Mundial de Tango

Este año el Mundial de Tango que se llevó a cabo en agosto en Buenos Aires me tuvo con mucho trabajo. Tres de nuestras parejas fueron finalistas y dos fueron seleccionadas. Una obtuvo el segundo lugar, la otra el quinto. El año anterior obtuvimos el segundo y el cuarto, y hace dos, el primer y segundo premio. Siempre tenemos bailarines clasificados y por ello tuve oportunidad de vivir estos eventos de cerca.

Los participantes rusos que han venido al Mundial son parte de una compañía que se constituyó cuando nosotros hicimos “Sueños de Tango”. Dolores estuvo todo un invierno entrenando a la gente y preparando a los bailarines.Se formó un grupo de parejas que por tres años consecutivos se presentan a competir.

Es sorprendente la calidad técnica de las parejas que vienen de otros países. Este año, la pareja ganadora se conforma por un argentino y una japonesa, el tercer puesto es de una pareja japonesa. Vienen muy bien entrenados, no solamente en el baile sino también los músicos. En Tango Porteño hemos sido sede de una de las categorías del primer Festival Internacional de Violín.Acudieron los veinticinco más talentosos del mundo y los ganadores también eran orientales. Me parece que es fruto de un trabajo permanente y una cultura de la disciplina.

La programación del Festival estuvo muy bien, así como la organización del mundial de baile. Es una actividad que está creciendo mucho, este año se clasificaron 400 parejas y creo que el año que viene eso va a ser superado. Creo que por eso es momento de cambiar el método de evaluación. Además de calificar el vestuario, la actitudy el personaje, deberían exigirse que ciertos tecnicismos fueran parte de la coreografía para que pudieran ser identificadas fácilmente y la comparación fuese posible. Es que se ha llegado a un grado de profesionalismo en que es hora de empezar a regular mecanismos de evaluación más rigurosos, para no quedar sólo en lo efectista y poder apreciar la calidad técnica de este baile.”

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