Torzhok: La edad de oro de la Rusia provinciana

Foto de William Brumfield

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La hermosa ciudad de Torzhok es una de las localidades más antiguas del centro de Rusia. Situada a orillas del río Tvertsa y a unos 60 kilómetros al oeste de Tver, la ciudad se menciona por primera vez en crónicas antiguas del año 1139. Su situación privilegiada favoreció el comercio activo (el nombre “Torzhok” viene de la palabra empleada para designar centro de comercio) y siempre estuvo muy conectada con la ciudad estado de Nóvgorod, uno de los principales centros del comercio medieval ruso. El ascenso de Moscú en el siglo XV puso fin a la independencia de Nóvgorod durante la década de 1480, y en el año 1478 Torzhok se incorporó a los dominios del gobernante moscovita Iván III (El Grande). Cuando se fundó San Petersburgo, en 1703, Torzhok experimentó un resurgimiento de su riqueza al convertirse en una importante estación de parada en la ruta de mercancías y provisiones hacia la nueva capital imperial.

La ruta del correo entre Moscú y San Petersburgo también provocó un flujo continuo de eminentes personalidades que pasaban por Torzhok. En la década de 1770, Catalina la Grande encargó al arquitecto Matvei Kazakov la construcción de un pequeño “palacio de tránsito” en la ciudad. A comienzos del siglo XIX, el poeta más importante de Rusia, Alexander Pushkin, visitó Torzhok en numerosas ocasiones, al igual que Nikolai Gógol, Iván Turguénev y León Tolstoy.

Como otras ciudades de provincia, Torzhok fue reconstruida en su mayor parte a finales del siglo XVIII, cuando Catalina la Grande se afanó en transformar la vida provinciana de Rusia con una reordenación del territorio urbano. Torzhok aprovechó estas ideas de armonía clásica y diseñó una nueva plaza central y una serie de edificios con arcadas destinados a actividades mercantiles. Además, muchos de los residentes más prósperos reconstruyeron sus casas con diseños neoclásicos. En la actualidad sobreviven varias casas de este estilo que contribuyen en gran medida al encanto de Torzhok.

Fotos de William Brumfield

Una serie de iglesias nuevas constituye la prueba más palpable de la transformación de la ciudad a principios del siglo XIX. Entre los años 1815 y 1822, la principal catedral de Torzhok, la Transfiguración del Salvador, fue reconstruida por el gran arquitecto de San Petersburgo, Carlo Rossi. El monumento más característico del paisaje histórico de Torzhok es el Monasterio de los Santos Boris y Gleb, del que se dice que fue fundado en 1083 y dedicado a los primeros mártires de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Construido originalmente con troncos, el monasterio adquirió algunos edificios de ladrillo a finales del siglo XVII. En 1785 empezaron las obras de reconstrucción de la Catedral de los Santos Boris y Gleb, diseñada por Nikolai Lvov, que constituye uno de los monumentos más importantes del neoclasicismo ruso. La prosperidad del monasterio quedó reflejada en la construcción de la Iglesia del Icono Milagroso del Salvador, frente a la puerta de entrada principal. La iglesia culmina en un alto campanario, el punto de referencia más visible de Torzhok.

En vista de los episodios destructivos que asolaron Torzhok en el siglo XX, incluida su posición en la primera línea del frente en el otoño de 1941, es sorprendente que la ciudad siga siendo un excelente ejemplo de arquitectura eclesiástica de madera. La iglesia de la Ascensión, hecha de troncos, ha sido reconstruida varias veces desde mediados del siglo XVII, y sin embargo es un milagro que su altísima torre de octágonos haya sobrevivido, sobre todo si consideramos lo cerca que está de la escarpada ribera del Tvertsa. Los amantes de la arquitectura de madera apreciarán otros ejemplos que se conservan en un parque de los jardines de la antigua finca de Vasiliovo, a las afueras de Torzhok. El parque está situado en un paisaje de exquisita belleza, frente a Mítino, una finca que se extiende en la otra orilla del río Tvertsa. Además de las iglesias de madera, casas y otros edificios que pueblan el lugar, el parque alberga algunos restos de la finca de Vasiliovo, como un ingenioso puente de piedra diseñado por Nikolai Lvov a finales del siglo XVIII.

A pesar de las dificultades de su historia reciente, Torzhok sigue conservando el legado histórico que dota a la ciudad de su característica belleza.

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