Foto de Anvar Galeyev, RG
El grupo alimentario francés se fusiona con el ruso Unimilk, productor de leche y alimentos para bebés, y adquiere el 57% de la nueva empresa .
Danone, el gigante francés de los yogures y del agua mineral, compró el pasado julio la empresa Unimilk, productora nacional de leche y alimentos para bebés, en un intento de convertirse en líder del mercado alimenticio que más crece en Europa. La adquisición hizo subir las acciones del emergente mercado ruso de los productos lácteos.
“Casi 20 años después de haber dado nuestros primeros pasos en Rusia, Danone-Unimilk representa un movimiento estratégico para Danone, en una región que promete un gran crecimiento en los próximos años y en donde llevaremos a cabo objetivos ambiciosos en el futuro”, declaró el Director General de Danone, Franck Riboud. La empresa francesa posee una fuerte presencia comercial en la Rusia europea, mientras que Unimilk goza de una mejor posición en el extremo este del país.
Rusia es un gran mercado con más de 142 millones de clientes, si bien es cierto que el sector de procesamiento de alimentos está infradesarrollado: el país importa cerca del 40% de los alimentos procesados que consume, y un 60% de los productos a la venta en los supermercados moscovitas se elaboran en otro país.
El acuerdo de Danone inicia lo que podría convertirse en una gran guerra por la tarta de los 4.500 milones de dólares que mueve el mercado de los lácteos.
El líder indiscutible es Wimm-Bill-Dann, una empresa fundada en 1992, en un momento en que la mayoría de los rusos lidiaba con el colapso de la economía soviética y una hiperinflación sin piedad. Comenzó vendiendo la línea de zumos “J7” -la “j” no existe en cirílico, lo que aportaba un aire foráneo a la empresa, una ventaja comercial en esa época, pero ya hace casi una década que se pasó al más apetitoso negocio de los productos lácteos.
Wimm-Bill-Dann copaba el 29% del mercado a principios de este año, según ACNielsen, frente al 16,6% de Unimilk y el 5,7% de Danone. Los productores locales controlan el tercio restante. La adquisición de Unimilk por parte de Danone reducirá a dos la cantidad de competidores. Sin embargo, los analistas sostienen que la batalla por la participación en el mercado no va a estallar de momento, debido a que la demanda de lácteos crece más rápido de lo que pueden asumir las empresas.
Wimm-Bill-Dann estuvo en la mira de la empresa francesa durante buena parte de esta década. Danone compró cerca del 4% de sus acciones en una OPI (Oferta Pública de Inversión) de la empresa hace varios años, y los analistas esperaban desde hace tiempo que la empresa francesa intentara hacerse con su rival. Sin embargo, a la vista del acuerdo con Unimilk, Danone ya no está interesada en Wimm-Bill-Dann y tendrá que vender las acciones que posee por el 18,5% de la empresa, valoradas en 465 millones de dólares.
La guerra, por tanto, es inevitable entre los dos gigantes del mercado. Pero no de inmediato, porque el aumento de la demanda de productos lácteos excederá durante un tiempo la capacidad de producción de ambos. De momento, hay espacio para que ambos grupos sigan creciendo. El año pasado, Danone acabó en noveno lugar según el volumen de ventas, pero tras la adquisición de Unimilk, Rusia será el segundo mercado más grande de Europa, sólo por detrás de España.
Danone tendrá el control del 57,5% de la empresa fusionada. El resto pertenecerá a los accionistas de Unimilk, según un acuerdo de adquisición de activos y asunción de pasivos que incrementará la deuda de la empresa francesa en unos 1.300 millones de euros.
Danone, al igual que otras multinacionales, se ha inclinado hacia los mercados emergentes del este, obligado por las pobres perspectivas de expansión en su región de origen. En Europa, el consumo medio de lácteos ha tocado techo en los 150 kilos por persona y año, mientras que en Rusia apenas supera 40 kilos. “Esperamos un aumento del 10% en las ventas en los primeros tres años”, afirmó Kegels.
Probable aval de las autoridades
Para ser efectiva, la fusión debe recibir todavía la aprobación de la agencia estatal antimonopolio. El director del organismo ha hablado ya en términos positivos, aunque la decisión se hará pública en agosto.
En general, parece que la adquisición ha sido bien recibida por las puntillosas autoridades rusas. Según el viceprimer ministro Víktor Zubkov, esta fusión es la señal de que el mercado agroalimentario ruso se abre por completo a las inversiones extranjeras.
El funcionario mostró su satisfacción por las aportaciones de Danone al sector: “Es un buen proyecto que nos ayudará a modernizar la industria nacional”.
Unimilk, creada en 2002, agrupa diversos activos industriales en territorio ruso, ucraniano y bielorruso, y cuenta con marcas muy conocidas en la ex URSS. El 10% del grupo está en manos del fondo chino de capital de inversiones CIPEF.
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