Paisajes idílicos a orillas del lago de Pereslavl Zalessky

El Convento Nikolski

El Convento Nikolski

Con cinco monasterios, nueve museos y un lago tan grande como para que Pedro el Grande contruyera una flota allí, Pereslavl tiene mucho que ofrecer.

El río Trubezh
Zalessky significa “detrás del bosque”. Efectivamente, los bosques abundan a lo largo de los 150 kilómetros de carretera que separan Pereslavl de Moscú, incluido el primer parque nacional de Rusia, Losiny Óstrov (Isla de los Alces). El escritor Mijaíl Prishvin dijo que era “una de las carreteras más hermosas de la región central del país, rodeada de bosques por todas partes.” La ciudad de Pereslavl es una de las más visitadas del Anillo de Oro que forman una serie de antiguas ciudades próximas a Moscú. Cierto es que la infraestructura podría mejorar para dar cabida al flujo constante de turistas nacionales, y que algunas zonas necesitarían un lavado de cara. Aún cuando los hoteles no dan abasto durante los fines de semana más concurridos, la sensación que se tiene al pasear por las calles embarradas a orillas del río Trubezh es la de estar en un pueblo de pescadores.

Yuri Dolgoruki, fundador de Moscú en 1147, construyó la primera fortaleza y la primera catedral de Pereslavl Zalessky cinco años más tarde. La hermosa Catedral de la Transfiguración del Salvador sigue ocupando un lugar de honor dentro de los muros, y es uno de los edificios más antiguos de Rusia. En las cercanías de la catedral se puede observar un busto de bronce del príncipe medieval Alexander Nevsky, nacido en Pereslavl.
La ciudad tiene otros hijos ilustres, como el diseñador del tanque T34, Mijaíl Koshkin, y el pintor soviético Dimitri Kardovsky, que vivió en una casa de madera tallada en la calle Moscú. Kardovsky está enterrado en el cercano Monasterio de Goritski, ahora convertido en museo de historia y galería de arte de la ciudad. El museo alberga iconos de numerosas iglesias, además del habitual surtido de retratos y paisajes rusos que se repartieron los museos de las provincias durante la era soviética. Uno de los lugares de mayor interés es la Catedral Uspenski (Asunción), que posee un iconostasio dorado de madera tallada de considerable valor artístico. Desde su campanario del siglo XIX se pueden admirar las hermosas vistas de la ciudad y del lago.
 

Todos los monasterios tienen su encanto, desde las relucientes cúpulas de oro del convento restaurado de Nikolski hasta las paredes encaladas del antiguo monasterio de Nikitski, con vistas al lago Plescheevo. Según la leyenda local, el monasterio de Nikitski se construyó antes incluso que la ciudad, en el siglo XI, en un lugar destinado a cultos paganos. Las estructuras originales de madera desaparecieron hace muchos años. Iván el Terrible compró los edificios de piedra en el siglo XVI, incluyendo la imponente catedral de cúpulas de plata. En la actualidad, el monasterio acoge a numerosos peregrinos y monjes que entonan cantos religiosos a la luz de las velas.

Entre las atracciones más recientes se encuentra un conjunto de museos singulares. En el pueblo de Veskovo está el museo estatal de Botik, donde se puede ver el único navío de la flota que construyó Pedro el Grande que ha sobrevivido hasta nuestros días. Un arco del triunfo, una serie de pabellones del siglo XIX y una estatua del joven Pedro mirando el lago desde la colina completan el conjunto.

Otros puntos de interés de Pereslavl son el jardín botánico, con mil especies distintas de árboles, y un colorido museo de planchas, ubicado en la antigua casa de un mercader. Andréi Vorobiev y su padre Borís, coleccionistas locales, han logrado atraer al público con sus más de doscientas planchas. En vista del éxito del museo, Vorobyev ha abierto al público una colección de teteras que se puede ver en una cabaña de madera situada en la carretera que conduce al museo de barcos.

En la misma carretera, cerca del pueblo de Talitsy, también hay un museo de locomotoras que infunde una placentera sensación de excentricidad. Su director, Serguei Dorozhkov, se formó como traductor en Gran Bretaña y decidió trasladar el entusiasmo de los británicos por los trenes antiguos y las locomotoras de vapor a su país natal. Inexplicablemente, una de las atracciones turísticas más concurridas es este conjunto de locomotoras oxidadas dispuestas en un claro del bosque. Lo que en tiempos fue una red ferroviaria de vía estrecha que prestaba servicio a los pueblos de la zona, ha quedado reducido a unos cuantos metros de vías que los turistas pueden recorrer subidos a un carro que impulsan ellos mismos.

El mayor encanto de Pereslavl está en su privilegiada ubicación, sobre el inmenso lago, y en sus tranquilas y pintorescas callejuelas. Se puede pasear por la vera del río hasta la iglesia de los cuarenta santos, a orillas del lago. En primavera, millares de ranas del río migran a los estanques y pantanos cercanos. Un poco más al norte se encuentra la playa del pueblo, una extensión de arena ya apenas sin rastro del lodo que la invadió en otras épocas, y con unas cuantas sombrillas de madera esparcidas por los promontorios. Es un buen lugar para contemplar el lago durante la puesta de sol, cuando las gaviotas de cabeza negra revolotean sobre las aguas que en su día surcó Pedro el Grande.
 


 


Comida
No puede decirse que Pereslavl sea una meca gastronómica. Cerca de los monasterios suele haber puestos que venden champiñones en conserva, pescaditos de río ahumados y miel, pero la mayoría de los cafés ofrecen las habituales comidas soviéticas. La pizzería Pinocchio de la calle Svobodi, cerca del centro, es una notable excepción. En este local la relación calidad precio es excelente; el zumo de naranja, el batido de fresa o las ensaladas que sirven reavivan los paladares menos entusiastas.

Alojamiento
Los hoteles se llenan rápido. El hotel Zapadnaya es muy práctico, pero no siempre hay habitaciones disponibles. La página web del hotel brinda información muy completa en inglés.

Si no hubiera habitaciones disponibles en el hotel, otra posibilidad es el complejo Lesnaya Skazka (“Cuento de las hadas del bosque” – 48535 23297). Se trata de uno de los destinos más solicitados por los moscovitas y consiste en una serie de casitas dispuestas alrededor de un estanque lleno de ranas. El complejo se encuentra en la carretera de Moscú, frente a la capilla que rememora el lugar de nacimiento del zar Teodoro. Una habitación doble en el hotel principal cuesta unos 2.000 rublos (unos 63 dólares).

Transporte
El trayecto en autobús desde la estación de autobuses Schyolkovsky de Moscú depura entre dos o tres horas, aunque si el tráfico es intenso se puede tardar el doble. Salen más o menos cada hora y el billete cuesta 280 rublos por trayecto (casi nueve dólares). Otra opción es ir en tren hasta Serguiev Posad y seguir en taxi (unos 1.200 rublos -cerca de 40 dólares-). Dado que los distintos puntos de interés están bastante lejos unos de otros, tal vez convenga alquilar un coche para todo el día, aunque también se puede improvisar combinando autobuses y taxis locales. El autobús de la línea 1 pasa frecuentemente y comunica el centro con la estación de autobuses, donde siempre hay taxis esperando.

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