La televisión en 3D coge impulso

Animación de Belka y Estrelka, los dos perrosque la Unión Soviética envió al espacio en 1960

Animación de Belka y Estrelka, los dos perrosque la Unión Soviética envió al espacio en 1960

‘Avatar’, ‘Alicia en el País de las Maravillas’ y ‘Toy Story’ han sido las producciones del año. Varias empresas lanzan una emisión conjunta para llevar el 3D a los televisores rusos.
A finales del invierno de 2010, las compañías rusas General Satellite y Platforma HD, y la Koreana Samsung Electronics, anunciaron el lanzamiento de una emisión conjunta en 3D. Un proyecto que “ j unto con la americana DirectTV y la británica SkyUK, es pionero en el desarrollo de la televisión 3D,” explica Nikolai Gyubbenet, director general de Platforma 3D, una de las empresas líderes en la televisión de pago.

El ciudadano medio ruso pasa más horas frente al televisor que un europeo occidental o estadounidense, según la Asociación de la Televisión por Cable rusa. Y el aumento de los ingresos, junto con los recelos existentes hacia los canales controlados por el Estado, han hecho que la televisión de pago sea cada vez más popular. “Las estadísticas indican que el volumen de mercado de la televisión de pago superó los 1.000 millones de dólares en 2009”, agrega Gyubbenet. A principios del año pasado, el número de usuarios de la televisión de pago superó los 19 millones (un 14% de la población), según la agencia IKS-Consulting.

La televisión de pago se ha democratizado. Ya no es un símbolo de estatus, sino un fenómeno de masas. Algo que, según Gyubbenet, es perceptible también en el relativamente joven y más selecto mercado de la televisión de alta definición, que llegó a Rusia en 2006. El número de suscriptores ronda los 100.000 y es hoy diez veces mayor que hace dos años. El precio de los televisores se reduce con el tiempo y, en la actualidad, la mayoría de los aparatos que se venden en Rusia incorporan ya esta tecnología.

El viceprimer ministro del país, Serguei Ivanov, visitó recientemente la planta que produce los equipos, en Kaliningrado. En su opinión, “el mercado se expanderá a medida que la economía se desarrolle y la gente se interese más por la calidad”.

En cualquier caso, los expertos esperan que la demanda crezca, sobre todo, en los grandes centros financieros e industriales del país.

“El coste de un televisor de alta definición con tecnología 3D oscila entre los 900 y los 1.500 dólares. Las gafas especiales llegan a los 260 dólares, y la suscripción anual alcanza los 500”, explica Vyacheslav Yefímov, director financiero de Incor Alliance. Yefímov estima que las ventas pueden oscilar entre unos 200.000 y unos 300.000 equipos. Los directivos de clase media pueden permitirse gastar ese dinero.

La velocidad de difusión de la nueva tecnología también dependerá de la calidad de sus contenidos. Gigantes del sector como Sony, Pixar y Disney han dejado claro que están interesados en el 3D, y los expertos estiman que, en 2013, el mercado 3D puede llegar a alcanzar los 155.000 millones de dólares.

La tecnología que se utiliza para hacer imágenes en 3D es cara, pero el equipo y el software necesarios se pueden alquilar. Los proveedores rusos de contenidos parecen dispuestos a apostar por este mercado, que puede desarrollarse a través de la emisión por satélite. El año pasado, el canal de pago británico Sky emitió en directo un concierto del grupo Keane en 3D. En Francia, la ópera Don Giovanni de Mozart fue retransmitida desde el teatro de la ópera de Rennes con sonido multi-canal y con imágenes en 3D. Incluso un pub de Londres retransmitió en enero un partido de fútbol entre el Arsenal y el Manchester United.

Varias empresas rusas participan también con éxito en proyectos internacionales. El mes pasado se retransmitió a todo el mundo un espectáculo de ballet en 3D desde el teatro Mariinski de San Petersburgo.

Pero el rápido desarrollo del 3D ha tenido consecuencias imprevistas en forma de alertas sanitarias. Tanto el Gobierno japonés como los principales fabricantes de electrónica del país han alertado sobre los posibles peligros para la salud de esta tecnología. La empresa surcoreana Samsung, que ha llevado a cabo miles de ensayos, ha advertido de posibles -aunque raros- efectos adversos. Ver en tres dimensiones puede provocar discapacidad visual, náuseas, mareos, contracción involuntaria de los músculos de la cara, desorientación, desmayos, convulsiones y calambres.

“No creemos que esto vaya a representar un gran problema para la mayoría de los espectadores, pero hay que explicar a los consumidores que esas consecuencias son posibles”, declararon los representantes de las empresas Toshiba, Sharp y Hitachi.

Es evidente que los fabricantes quieren guardarse las espaldas en caso de que los consumidores se encuentren en el futuro con problemas de salud. Pero, de momento, el 3D se está haciendo un hueco en el mercado, y los cines de las grandes ciudades se han llenado de espectadores ávidos por ver las aventuras de Alicia en la película de Tim Burton o la última producción del director canadiense James Cameron.



Los perros en el espacio — 
una odisea de película

A raíz de la popularidad alcanzada por ‘Avatar’, de James Cameron, en las pantallas de Rusia, el Centro Nacional de Cine (uno de los mayores estudios durante la época soviética) ha producido la primera animación en 3D de la Rusia moderna. ‘Belka y Strelka’ se basa en la historia real de dos perros que viajaron al espacio en 1960. La producción conmemora el 50º aniversario de su vuelo. En las primeras etapas del programa espacial soviético, se envió a animales al espacio para probar los sistemas que debían garantizar la viabilidad de la vida a bordo.

Los dos canes en los que se inspira la animación regresaron sanos y salvos a la Tierra y uno de ellos (Strelka) dio a luz a cachorros más tarde. Curiosamente, el líder soviético Nikita Jrushchov envió uno de estos cachorros de regalo a Caroline Kennedy, hija del por entonces presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy.

Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies