Lada, un clásico ruso, vuelve a Chile tras 16 años de ausencia

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La marca fue una de las más exitosas en el país andino y en todo el continente latinoamericano en la década de los 80, pero dejó de venderse en los años 90.

Chile anunció hace pocas semanas su intención de adquirir nuevos automóviles Lada, tras casi 16 años de ausencia de la marca rusa en el país andino. La noticia proviene de la empresa Chile Consulting que está interesada en que al menos un 5% de los vehículos que se vendan en el país sea de fabricación rusa. 

En una declaración a la agencia rusa Sputnik, el jefe de la oficina moscovita de Chile Consulting, Konstantín Arguir, subrayó que Chile tiene previsto comprar unos 700 automóviles de los modelos Kalina, Granta y 4x4 antes de finales de año.

Para 2016, Arguir prevé la compra de otros 1.500 coches más, principalmente de los modelos Kalina y Granta,una cantidad que en 2017 aumentará hasta 3.000. 

Actualmente, el Lada Granta cuesta unos 6.000 dólares, el precio mínimo del Kalina es de 6.700 y el 4x4 se vende por aproximadamente 7.200 dólares. Así, los coches rusos vuelven a estar presentes en el mercado del país andino, y con buenas perspectivas.

De vuelta a los ochenta

Como si de una estrella de rock de vida corta e intensa se tratara, Lada se convirtió al poco tiempo de entrar en Chile en una de las marcas más vendidas. El primer Lada llegó al país en 1987, entonces aún bajo la dictadura del general Augusto Pinochet. 

Desde el principio, la marca Lada tuvo una gran presencia mediática en televisión, radio, diarios y revistas. Muchos comerciales televisivos anunciaban el Lada Samara, que se situó de inmediato en uno de los mejores puestos del mercado, con el eslogan Lada. Mejor precio. Mejor respaldo. 

Pero el éxito vino de la mano de un anuncio en televisión  que invitaba al lanzador de peso chileno Gert Weil a probar el modelo Samara, que pesaba una tonelada. Después de voltearlo dos veces, Weil asentía observando con respeto al coloso de cuatro ruedas y lo consideraba un digno “contendiente”.

Tras el lanzamiento de esta campaña, las ventas de Lada en Chile se dispararon y resultaba habitual ver circular coches de esa marca por las calles del país andino. Su reducido precio lo convirtió en una interesante alternativa a los vehículos usados. Después,se empezaron a comercializar otros modelos, entre ellos el todoterreno Niva.

El auto soviético conquista el continente

“Nunca he estado en Samara, pero sé que allí vive y trabaja gente maravillosa. En 1984 fabricaron mi Lada 2105, en 1986 el coche llegó a La Habana, donde le fue entregado a mi padre, y le ha servido para su trabajo como taxista durante 22 años. Después lo heredé yo, y también la profesión. Este coche me da de comer”, explica José Ramón, un joven taxista cubano. Historias similares se puede escuchar no solo en Cuba sino en toda Latinoamérica.

A comienzos de los 80 la Unión Soviética comenzó a exportar grandes partidas de vehículos de la Fábrica de Automóviles del Volga (VAZ) a Latinoamérica. Los primeros Lada llegaron a Cuba, Chile, Colombia y Ecuador, y pocos años después no quedaba en el continente un solo país por cuyas carreteras no hubiera huellas de estos coches.

Los Lada se exportaron a Latinoamérica hasta la caída de la URSS. Durante 20 años, se comercializaron unos 350.000 automóviles. Entre los modelos más vendidos estaban el Lada 21013, el 2106, el 2107, el Lada Samara y el Lada Niva.

La compañía rusa plantaba cara a gigantes estadounidenses como Ford, Chevrolet o GMC, compitiendo con ellos con coches más baratos y sencillos, y con piezas y repuestos más fáciles de encontrar.

Quizá el único aspecto que desilusionaba a los conpradores de automóviles rusos era el diseño, algo primitivo en comparación con las marcas de la competencia. Sin embargo, los latinoamericanos decidieron añadir a sus queridos coches rusos su propio colorido local. Por ejemplo, los taxistas cubanos a veces unían dos Ladas 21013 en una limusina de seis puertas con el doble de capacidad, un modelo que sigue existiendo en la compañía Cubataxi.

Pero cuando cayó la Unión Soviética, el Lada dejó de exportarse a Latinoamérica durante casi diez años. Evidentemente, durante ese tiempo los automóviles soviéticos comenzaron a envejecer y a estropearse. Sin embargo, gracias al clima y a los buenos cuidados, muchos de estos autos soviéticos se han conservado en buen estado, y siguen circulandohoy día. 

La mayor parte de los coches de policía y taxis cubanos de la actualidad son Lada 2105 y 2107. En Argentina, Venezuela, Perú y Ecuador, donde la conducción es más complicada debido a las dificultades del terreno, circulan muchos Lada Niva. En Chile y El Salvador, el Lada Samara sigue gozando de gran popularidad.

Vuelta al mercado

Diez años después de la caída de la Unión Soviética, la marca Lada se relanzó y empezó a recuperar su presencia en el mercado latinoamericano del automóvil.

A través de la compañía Rusia Automotriz, SA, entre 1999 y 2001 se exportaron y vendieron más de 7.000 automóviles a Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Nicaragua y Cuba. Durante los últimos dos años, VAZ ha vendido en Nicaragua 1.740 automóviles Lada, entre ellos los modelos Kalina, Priora, Samara y el Lada 2107. 

“Nuestro socio Automotive Company SAC abrió en 2013 en Perú un centro de producción de VAZ con una superficie total de 1.200 metros cuadrados. Y en Ecua­dor ya ha comenzado a funcionar una fábrica de montaje de VAZ. Estamos empezando poco a poco a recuperar nuestro lugar en el mercado del automóvil latinoamericano”, comenta Serguéi Goreslavski, director del departamento de comercio exterior de la corporación estatal Rostej, socio de la empresa VAZ.

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